lunes, 12 de octubre de 2009

La parte que faltaba.

Parte #2!!!
Capitulo #14
Mente vs Cuerpo

—Oh…Bueno yo pensé…pero da igual…pregúntame lo que quieras.
En mi mente busque la pregunta mas importante que quería hacerle, pero no la podía encontrar, todas eran importantes. Hasta que se me ocurrió una muy interesante…
— Oye… ¿Cómo es que lo haces? Digo, si yo fuera tu, ya me hubiera rendido pero tu pareces muy tranquila con todo este asunto, no me malinterpretes te lo ruego…pero es que aun no comprendo como es que lo haces.
Esperó unos instantes antes de responderme:
—Buena pregunta, y tengo que añadir que no eres el primero en hacerlo. La mayoría de nuestra especie, lo siento, me corrijo…la mayoría de la especie de mi familia, está bastante satisfecha con su vida, si es que se le puede llamar así...Ellos los creen raros por la forma en la que eligieron vivir, incluyéndome a mi. Ellos creen que soy la mas rara de todos ellos, y bueno es que tal vez nosotros nos abstenemos para tener toda la escencia humana que podamos…y bueno, ser normales en su mundo.
Me quede quieto y pensativo, yo sabia muy bien lo que me quería decir, ellos, la familia vampiresca de mi novia y hasta ella misma…intentaban ser humanos. Ser normales en este mundo que a la vez no tenia nada de normal.
— ¿Te has dormido? —dijo ella algo enfadada.
—No, claro que no.
— ¿Y eso es todo lo que me querías preguntar?
—En realidad, no.
— ¿Qué más deseas saber pequeño curioso?
— ¿Cómo es que tienes aquel don? ¿Solo tú lo tienes? ¿Y como rayos es que Alice ve el futuro? ¿Por qué sucede?
En la penumbra, vi como sonreía.
—En realidad, lo ignoro y no es que me importe mucho. Carlisle tiene una teoría. Cree que todos traemos algunos de nuestros rasgos humanos más fuertes a la siguiente vida, donde se ven intensificados, como nuestras mentes o nuestros sentidos. El sabe que yo tuve una enorme necesidad de auto protegerme desde que naci, y desde entonces el cree que yo me encierro en un escudo protector por el miedo que siento de atacar a las personas, ridículo…lo se… y que Alice tuvo el don de la precognición, donde quiera que estuviese.
— ¿Qué es lo que se trajo él a la siguiente vida? ¿Y los demás?
—Carlisle trajo su compasión, por así decirlo y Esme, la capacidad para amar a todos con tanta pasión, es como si realmente fuera nuestra madre. Emmett trajo su súper fuerza, y Rosalie la... constancia, o mejor dicho la arrogancia y maldad, si así lo prefieres —se rió a gusto —. Jasper es muy interesante. Fue bastante carismático en su primera vida, capaz de influir en todos cuantos tenía alrededor para que vieran las cosas a su manera. Ahora es capaz de manipular las emociones de cuantos le rodean para apaciguar una habitación de gente airada, por ejemplo, o a la inversa, exaltar a una multitud aletargada. Es un don muy sutil y bastante irritante a veces.
Empecé a entender lo todo, estas personas era grandiosas en sus vidas humanas, también tenían habilidades especiales cuando fueron humanos, ósea que yo no era tan raro después de todo. Aguardó pacientemente mientras yo pensaba.
— Así que todo paso por alguna razón ¿no? Me pregunto algo…si Carlisle cambio a Esme, Rosalie y Emmett... ¿Quién lo cambio a el?
—No lo se exactamente, veras…supongo que de alguien, ese es un tema que me aburre completamente. Tendrás que preguntárselo tú.
—A ver si lo he entendido... ¿Yo? Edward Masen, preguntarle a Carlisle Cullen, tu padre, ¿Quién lo convirtió? —el pánico por verme en aquella penosa y vergonzosa situación hizo que la sangre de mis venas se helase.
—Eres súper inteligente.
Bella se echó a reír. Sentí unas frías manos rozándome la garganta y subir por la línea de mi mandíbula hasta quedarse enredadas en mis cabellos. A Bella le encantaba portarse mal, de eso ya me estaba dando cuenta.
— ¿Estás preparado para dormir o tienes alguna pregunta más? —inquirió algo avergonzada como si hubiera adivinado mi pensamiento.
—Tengo unas cuantas miles más.
—Edward…tenemos mañana, y pasado, y pasado mañana... —me recordó.
— ¿Cómo es que puedo estar tan seguro? —quise asegurarme—. Después de todo, no existes…eres un mito.
—No te voy a dejar nunca, no podemos estar separados nunca más —su voz dulce se endureció un poco y sus labios fríos se posaron en mi garganta.
—Entonces, solo una mas por esta noche...
Me puse rojo de la vergüenza, la pregunta que le haría no era de las fáciles, y de solo pensarla mi cuerpo se estremecía. Ella comenzó a notar mi nerviosismo.
— ¿Cuál?
—No…nada, olvídalo. He cambiado de idea.
—Edward…tú puedes preguntarme lo que quieras.
Me quede súbitamente callado, ella suspiro tristemente.
—Edward, sabes que en estos instantes desearía canjear mi don, solo parta poder leerte la mente y saber lo que realmente pasa por tu cabeza en estos instantes.
—No sabes lo que me alegra que no puedas hacerlo, ya es un poco perturbarte que estés espiando mis sueños, aunque no me moleste en lo absoluto.
—Edward…por favor.
El tono de su voz se volvió súbitamente dulce, la necesidad de complacerla en todo lo que ella me pidiese me embargo por completo. Negué con la cabeza. Necesitaba ser más fuerte que aquel extraño sentimiento.
—Edward, si no me lo dices, voy a asumir que es porque quieres terminar conmigo, o es algo mucho peor que eso —me amenazó sombríamente—. Por favor —repitió con voz suplicante, aunque aquello me pareció mas una orden que una suplica.
—Bueno... —empecé, sintiéndome derrotado, el sentimiento pudo mas que mi voluntad. De lo único que me alegre fue de ser mucho mas alto que ella, así que ella no podía ver mi rostro que ahora era un foco resplandeciente de luz roja.
— ¿Sí? —dijo ella feliz. Mujeres, siempre son asi cuando les das lo que ellas quieren.
—Tu me dijiste que Rosalie y Emmett van a casarse pronto... ¿Es ese matrimonio igual que para los humanos?
Ahora, al comprenderlo su cuerpo se tenso y por unos instantes la sentí caliente bajo mis brazos. Juraría que estaba roja también.
— ¿Era eso lo que querías preguntar?
—Si—dije fingiendo tranquilidad.
—Mira no se como responderte…odio cuando mis hermanas me hablan de aquello, pero bueno supongo que debe ser lo mismo. Ya sabes que aquellos deseos humanos están allí…escondidos.
—Bahh, así que eso era todo —dije riéndome.
— ¿Había alguna intención detrás de esa curiosidad?
—No claro que no…no soy ningún pervertido. —dije riéndome y acariciando su fría mano que aun acariciaba mis cabellos. Me reí por lo bajo al ver que ella cerraba los ojos y se mordía el labio inferior antes mis caricias.
Ella se rio conmigo y de repente su cuerpo se tenso.
—Bueno, no creas que yo también me he preguntado si algún día tu…si algún… día tu y yo…
Mi cuerpo se tenso inmediatamente ante sus palabras. Ella se dio cuenta inmediatamente e intento excusarse de sus palabras.
—Bueno aunque no creo que sea posible, claro que no…jeje…olvida lo que te dije.
—Bella, shhhh. —trate de calmarla ya que el tono se su voz subía cada vez mas, y aquello no me ayudaría con Charlie.
—Lo siento…en serio que lo lamento.
— Lo dijiste… ¿Porque sería demasiado arduo para ti? —intente remediar aquella vergonzosa situación y al parecer dio resultado.
—Si, eso dalo por hecho…—su voz se había convertido en un suave murmullo. —Aunque… bueno, no se…tal vez perdería el control Edward, y verte muerto seria como matarme yo misma. Prefiero…
Bueno, no entendí su punto, pero sus palabras me parecieron muy dulces, confusas…pero dulces al fin.
— ¿Estás asustada? —preguntó.
—¿Por qué habría de estarlo?
—Estoy hablado en serio…
—Bella. Estoy bien.
Pareció pensativa durante un momento. Y entonces se rio por lo bajo.
—Bueno, ahora soy yo la que tiene curiosidad—dijo con voz más suelta—. Edward…tu…tu nunca has hecho… —dejó la frase sin concluir de modo insinuante. Sabia que quería desquitarse por el momento incomodo que había pasado hace rato.
—No, se a lo que te refieres, y la respuesta es no…¿Y tu?
—Noo. ¡¡Claro que no!! —casi gritó—. Ya te he dicho que nunca antes he sentido esto por nadie, ni siquiera de cerca.
—Lo sé. Pero bueno a veces el deseo y el amor no caminan juntos, deberías saber eso Bella…—una furia intensa se apodero en mi pecho imaginándome a Bella en los brazos de otro que no era yo.
—Para mí, sí. Al menos ahora que ambos existen para mí —musito abrazándome con fuerza.
—Eso está bien. Al menos tenemos algo en común—dije complacido y aliviado a la vez. Ella se mordió el labio nuevamente, ya me estaba acostumbrando a eso, cada vez que ella lo hacia había una pregunta maliciosa en camino.
—Tus instintos humanos... —comenzó. Espere a ver que se le ocurría preguntar ahora—. Bueno, ¿me encuentras atractiva en ese sentido?
Me echó a reír y deposite un beso en sus cabellos. Olían a Fresia.
—Soy un hombre, Bella, y obviamente te encuentro atractiva, tal vez demasiado —le asegure.
Bostecé involuntariamente. El maldito sueño me estaba comenzando a ganar.
—Yo también me encuentro agotada Edward, creo que deberíamos dormir —insistió ella bostezando también.
—No creo que pueda. Tu presencia aquí me lo impide.
— ¿Quieres que me marche? —dijo ella tristemente.
— ¡No! Bella, eso jamás. —dije con voz demasiado fuerte.
Rió, y entonces se acomodo en mi pecho expiro un poco y yo comencé a tararear otra vez la canción que la había compuesto.
Más cansado de lo que creí, y más exhausto de lo que me había sentido nunca después de un largo día de tensión emocional y mental, comencé a cerrar mis ojos, no sin antes desearle buenas noches a la mujer de mi vida.
—Buenas noches Bells. —aun cansado como estaba, le busque un apodo. De seguro y la había molestado ya que ella emitió un gruñido bajo.
—Buenas noches “Eddie” —dijo ella riéndose por lo bajo y alzándose un poco me fue dejándome un tierno beso en los labios. Aquella noche fue la mejor noche, la mejor de todas las noches de mi vida. Me entregue al sueño más placentero y calmado de toda mí vida, un sueño con aroma a Fresia y lavanda. Antes de quedarme completamente dormido creí escuchar de sus labios una frase…Te quiero mas que a mi vida, duerme amor, duerme. Aunque creo que solo imagine aquello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario