sábado, 22 de enero de 2011

Portada de Solsticio





*Bueno niñas, como ya la historia se acabo :( *llorando a moco tendido* Aquí les voy dejando algunas cositas, como ya vieron el primer trailer, ahora esta el la portada oficial de SOLSTICIO. Espero y les guste. Próximamente MEDIANOCHE*

Rose.

martes, 18 de enero de 2011

Cap. # 27 Proposito 2° parte.

Si al fin llego la segunda parte, espero les guste por que yo la ame jajaa se sorprenderan de verdad qe si, pero bueno ya no sigo entreteniendolas comienzen a leer. (:


Y entonces una tenue claridad lleno la habitación.

En toda la noche no había conciliar el sueño… cada vez que lo intentaba parecía alejarse de mi, mi cabeza estaba llena de recuerdos, recuerdos confusos que no podía distinguir bien, recordaba aquellos brazos que me acogieron el día anterior recordaba la voz, pero no su rostro ese rostro que jamás vi, de una cosa estaba seguro era una mujer, pero no la mujer que yo quería ver.


¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué me salvaste?


Todas aquellas preguntas atormentaban mi cabeza, y fue ese el motivo por el cual no pude volver a dormir lo que quedaba de la noche.


1 de enero, el primer día del año, de un nuevo año, de una nueva vida.

Por fin anoche había decidido que era hora de comenzar de nuevo y aunque no sería el de antes, por lo menos podría volver a sonreír sabiendo que tengo otra oportunidad. Por fin anoche pude decidir que haría con mi vida ahora que ella ya no estaba aquí.


Edward? Puedo pasar?- escuche la voz de mi madre detrás de la puerta.


-Pasa mamá- conteste roncamente, la garganta aun me dolía.


-Hijo, como te sientes hoy?- pregunto algo preocupada. “espero que hoy este mejor” pensó.


-Muy bien mamá… muchas gracias.- le sonreí como no había hecho en mucho tiempo.


En ese momento me di cuenta de todo el daño que había causado no solo a mi si no a los que me rodeaban y a los que me querían, al momento en que sonreí en los ojos de mi madre pude ver una pequeña luz de esperanza al ver que yo estaba mejorando, había sonreído y no era una sonrisa forzada como las que acostumbraba, si no una sonrisa real y sincera, me sentí culpable y pensé que para poder comenzar mi nueva vida lo primero que tendría que hacer era disculparme con todos aquellos a los que había dañado.


-Mamá, lo siento- le dije mirándola a los ojos.- se que estos últimos meses te preocupe demasiado, perdóname por favor, te juro que a partir de hoy todo se acabo, a partir de hoy comienzo de nuevo y con una gran sonrisa- le volví a sonreír y la abrasé.


-Edward… Oh mi Edward te he extrañado tanto- dijo mi madre entre lágrimas.- me da tanto gusto verte de nuevo así.- “gracias dios mío por haberlo devuelto”


-Y así será a partir de ahora madre, te lo juro.- dije intentando convencerme también a mismo.


Minutos después de la escena con mi madre ella bajo contenta a la cocina a hacerme mi desayuno mientras yo me bañaba, hoy tenía que hacer varias visitas a muchas personas para disculparme, al terminar baje contento a la cocina donde se encontraba mi padre, el cual al igual que mi madre se puso muy contento por verme feliz y me abrazo.


-perdón papá- le dije mientras me abrazaba- ya no volverá a pasar, te lo juro.


-Está bien hijo, está bien, lo bueno es verte ahora así.- comento mientras me daba unas palmadas en la espalda.


Después de desayunar y después de que mi madre me diera unas pastillas para la garganta, tome mi abrigo y salí hacia el patio, el día era hermoso había nieve por todas partes era un paisaje en blanco, un blanco tan hermoso, las copas de los arboles estaban llenas de nieve mezclados con el verde de las hojas le daban al entorno un aspecto de paz, respire profundo, ese olor a humedad era increíblemente delicioso, por primera vez en mucho tiempo veía la belleza de Forks, por primera vez en mucho tiempo me di la oportunidad de tener esperanza.

No tenía ganas de conducir por lo que decidí ir caminando, tenía que visitar a varios compañeros de la escuela por lo que hice una lista mental de quien sería el primero, y comenzaría con Ángela.

-Edward- pregunto una muy sorprendida Ángela al abrir la puerta- que haces aquí? “se sentirá bien?” pensó Ángela confundida


-Ammm… bueno veras- dije mientras me pasaba los dedos de la mano derecha por mis cabellos, estaba nervioso- bueno Ángela hoy me di cuenta de que…-


-Esto… espera mejor no quieres pasar?, esta Ben aquí dentro- dijo haciendo ademan para que entrara. “Esto es demasiado confuso, que está pasando? Acaso estoy soñando? Pero que hace Edward Masen en mi sueño?”


-Oh claro- dije


-Edward?- Ben puso la misma expresión que Ángela. “El Zombie Masen en casa de Ángela?” pensó aun mas sorprendido


-Hola Ben- salude- bueno mi visita será rápida, verán hoy me di cuenta de que les hice de alguna manera mucho daño por haberme alejado de ustedes y por haberme portado de alguna manera grosero, en verdad lo siento y no quisiera que las cosas entre nosotros estuvieran mal así que vine a disculparme.- les sonreí.


-Oh. Edward ya te extrañábamos- se hecho Ángela a mis brazos-tanto tiempo, no es maravilloso Ben, Edward regreso, nuestro amigo ha vuelto.- dijo Ángela contenta mientras Ben me estrechaba la mano y me daba un fuerte abrazo.

”No estoy soñando al fin Edward ha vuelto” la vocecilla interna de Angela hizo eco.


Estuve platicando un poco con ellos dos poniéndome al tanto de su relación y de cómo iba la escuela, sorprendido no saber muchas cosas, ya que desde que ella se había ido yo también había desaparecido del mundo, y me había alejado de todo y todos.


-Bueno creo que ya es hora de retirarme, necesito ir a ver más personas- dije mientras me levantaba del sofá- los veo después de vacaciones chicos.


-Claro Edward, nos vemos hasta entonces.- se despidió Ángela


Al salir de la casa, sentí una gran paz en mi interior algo que no había experimentado en mucho tiempo. Entonces me puse en marcha a casa de Jessica, en mi interior sentí culpa… Jessica había tenido una extraña fijación conmigo y de alguna manera sus pensamientos ya hacia un tiempo me dieron a entender que había roto su corazón.


Al llegar a la puerta de la casa de los Stanley un muy alegre niña me recibió, pensé rápidamente que sería la hermanita de Jessica ya que tenía sus mismo color de cabello y ojos, era como una Jesica en miniatura. Se veía adorable, y en mi interior desee que la niña no siguiera los pasos de su hermana. Me refiero al constante acoso… claro.
-Juliette quien es?- escuche una voz muy parecida a la de Jesica pero un poco más madura desde la parte de adentro de la casa.


-Es un muchacho mamá- contesto la niña. Y uno muy lindo por cierto.


-Que es lo que desea?- pregunto la señora Stanley acercándose a la puerta- puedo ayudarte joven?- pregunto.- “Oh pero si es el hijo del jefe de policía es muy apuesto como dijo Jesica ”


Claro, madre e hijas… son iguales, ya veo de donde lo heredaron.


-Buenos tardes señora Stanley – salude- se encuentra Jessica?


-Oh, claro pasa… enseguida le hablo- contesto dando unos pasos hacia atrás.

- Jesica! te buscan corazón!- grito un poco efusivamente.


>>Enseguida baja, siéntate y ponte cómodo- dijo mientras me dirigía hacia la sala- Dime tu eres novio de mi hija?- “ojala que si porque ese tal Mike no me agrada y no es tan apuesto como este chico”


-No! solo soy un amigo- conteste algo avergonzado.


- Oh, lo siento- balbuceo apenada, en ese momento Jesica apareció bajando las escaleras desanimadamente y con cara de pocos amigos, alzo un poco la vista y sus ojos se agrandaron.


-Edward?- pregunto muy sorprendida “ No me lo puedo creer!! Al fin se dio cuenta de que yo soy la que le conviene”


-Hola Jesica…- salude un poco molesto por su comentario, me pregunte hasta cuando dejaría ella de hacerse ilusiones conmigo.

- Como has estado?


-He tenido mejores días… pero- “Como no voy a estar bien! El está aquí! Jessica no te desmayes, no hagas el ridículo!!!” pensó- y tú? Dime a que se debe tu visita?

-Bueno, veras- comenzaba a ponerme nervioso- mira se que estos últimos días, bueno en realidad meses no me comporte muy bien contigo, ni con los demás y pues quería pedirte una disculpa por cómo te trate antes, quisiera saber si tu…?- deje mi pregunta incompleta… Si le daba la carta libre a Jessica, y le aclaraba que seriamos solo estrictamente amigos ¿ella al fin podría entenderlo?


“vamos Edward, solo dilo” pensó Jesica exaltada y con los ojos fuera de órbita.


-Si tu quieres ser mi amiga?- le di una sonrisa de lado.


-Oh tu amiga… eso es todo?- Pregunto desilusionada “tonta, no creíste que en verdad te preguntaría si querías ser su novia o sí?”


-si Jess, mi amiga… es todo- repetí.


-Oh, claro Eddy, si siempre hemos sido amigos ¿no? tontito- “supongo que tendré que conformarme con eso”.
-Jejeje si…- le di un beso en la mejilla- bueno tengo que irme, dile a tu mamá que me dio mucho gusto conocerla y despídeme de ella


-Claro yo le digo, adiós Edward-se despidió mientras yo salía de su casa, ahora solo me quedaba una persona a la que tenía que ir a ver hoy mismo, Leah. Rayos ayer me había comportado como un patán.


La reserva estaba algo lejos y tenía que atravesar parte del bosque, el solo pensar lo largo del camino hacia que mis pies doliesen… pero no quería ir por mi auto a casa, Vamos Edward, caminar te serviría para pensar y aun es de día como para que algún vampiro desquiciado quisiera matarte, me dije a mi mismo así que comencé el camino hacia la casa de mi mejor amiga.


Mientras caminaba y observaba el antes verde follaje cubierto de nieve… recordé…

Cada beso, cada caricia, cada toque cargado de inocencia, de amor, de placer… cada mirada tierna, dulce, y a veces cargada de lujuria que había compartido con Isabella Marie Cullen era real, aunque tratara de olvidar, me di cuenta de que era como pedirles peras al olmo.

Pero también me di cuenta de que ella no iba a regresar, que no iba a volver para decirme te amo, si es que alguna vez en verdad lo hizo, ella se había ido y que cada instante que pase junto a Bella se había quedado solo en mi cabeza y en mi corazón, como un simple recuerdo, recuerdos que dolían, pero que eran la prueba de que ella había existido y que había estado conmigo, aunque me doliera tenía que recordarla, para saber que algún día ella fue mía, era masoquista, lo sabía, pero si no podía tenerla, ¿porque no recordarla?.

Lo único que tenía que hacer era lograr que su recuerdo no me afectara de nuevo, que cada vez que escuchara su nombre mi corazón no se rompiera en dos, que cada vez que recordara sus ojos y la manera en que me miraba, no quisiera desaparecer del mundo, que cuando recordara sus besos las lagrimas traicioneras no escaparan de mis ojos como lo hacían en este momento y que cada vez que recordara que ella iba a convertirse en mi esposa no quisiera morirme como quería hacerlo ahora.

Tenía que resignarme a que ella me había dejado, a que no me amaba y a que yo no volvería a permitir que su recuerdo me afectara tanto.

Cada paso que daba me adentraba más en el bosque, las pequeñas lagrimas que se habían logrado escapar de mis ojos, nublaron mi vista y tropecé con alguna piedra, logre sostenerme de algo y no caí. Una gota de sal callo junto a la comisura de mis labios y la saboree con mi lengua, la sal combinada con agua y mi tristeza hizo que la lagrimas me supiera a dolor.

Un pequeño charco de nieve derretida vislumbro la silueta difusa de alguien, voltee rápidamente en dirección de los abetos cubiertos de nieve y no logre ver nada, todo lucia apacible. Al menos para la vista humana.

Con algo de temor me puse en camino nuevamente, mientras más caminaba la sensación de que alguien me observaba se volvía mas latente al punto de comenzar a volverme paranoico, comencé a mirar por todos lados para ver si iba por el lugar correcto y de lado izquierdo muy lejos de mi pude distinguir la silueta de una mujer, no era del todo visible pero las suaves curvas eran una de sus características, al igual que un leve tono fresa, me quede congelado mirándola, estaba demasiado lejos para distinguirla del todo claramente de repente escuche como una rama caída de algún árbol cerca de aquí se rompía, como si alguien la hubiera pisado, rápidamente me gire en sentido contrario de donde había salido el sonido y pude ver como los arbustos que se encontraban detrás de mi comenzaban a moverse y de entre ellos salía Jacob Black.
-Masen- dijo en tono hostil- que haces aquí y solo? No te han dicho que el bosque es un lugar peligroso para los niños… Puede que el lobo feroz quiera comerte, o algo por el estilo.- El tono maquiavélico de su voz me dio algo de escalofríos.


- Iba a casa de Leah- conteste un tanto aliviado por que fue él quien salió de los arbustos. Aunque su comentario acerca de mi siendo un niño… como que no me gusto para nada.

-Ammm y bueno, por si no lo sabes no soy un niño, Black… no te refieras a mí en ese contexto.


-Oh… Mis disculpas entonces, pero… no tuviste suficiente con lo que te paso la vez pasada y anoche, que todavía vienes caminando por el bosque como si nada?- dijo con tono arrogante- De verdad estás loco


- Si… bueno Jacob, también me di gusto verte adiós- dije enojando pasando a su lado para marcharme


“Estúpido Edward, cree que aun su estúpida chupasangre va a venir a salvarlo, no entiende los peligros que hay en el bosque, es un niño, Tengo que informarle a los de la manada acerca de….”


-Ya te dije ¡No soy un niño! Estúpido chucho- sisee enojado, tal vez si aquel comentario no me hubiera enfadado tanto, tal vez hubiera podido escuchar el resto de sus pensamientos… pero bueno.


-Que dijiste?- pregunto enfadado. Chucho?!? Se atrevió a decirme Chucho?? A mí?? Ashh Si Leah y su extraña fijación por este imbécil cara pálida no estuvieran de por medio… cálmate Jake… Cálmate… No quieres entrar en fase de nuevo… Cálmate... Sam se va a enfurecer si lo hago.


-Nada que no sea cierto- conteste enojado- Adiós Black.


-Solo una cosa más Masen, si tu llegas a lastimar a Leah como lo hiciste anoche, te juro que te arrepientes me escuchaste?- dijo mirándome con los ojos inyectados de ira “Leah… las cosas que hago por ti”

-Si… la buscas está en la playa-me dijo mientras se volteaba y seguía su camino, lo vi desaparecer entre los árboles.

Al recordar lo que estaba mirando antes de que Black llegara me gire para ver si ella aun seguía ahí pero me di cuenta de que la silueta se había marchado y que la sensación de ser observado se había ido cuando Jacob apareció. Al salir del bosque y dirigirme a la playa pensé en la mujer de anoche y en la de hace un momento, nunca pude verla bien, anoche estaba demasiado oscuro y hoy demasiado lejos para distinguirla.

Me convencí a mi mismo de que solo era una mala jugada de mi cabeza y seguí mi paso ya que ahora no quería tomarle mucha importancia… quizás luego con más tranquilidad podría emprender la búsqueda de “La mujer misteriosa”


Al llegar a la playa comencé a buscar a Leah, hasta que la encontré, estaba sentada en un tronco junto a la orilla del mar, llevaba puesta una delgada sudadera amarilla con el gorro puesto… se veía distraída.


-Leah…!- grite para llamar su atención, aunque con sus nuevos supersentidos ella de seguro me había oído llegar mucho antes, Leah levanto su rostro y sonrió, yo me detuve y alcé mi mano para saludarla, ella me correspondió con una sonrisa más grande y reanude mi paso hacia ella, ahora con una sonrisa igual de grande que la de ella, tan solo haberla visto sonreír había logrado que los rastros de las lagrimas que derrame hace unos momentos se alejaran y volviera a mí la sonrisa que había en la mañana.


-Lee Lee- salude al llegar junto a ella.


-Edward- sonrió de vuelta- que haces aquí?- “como supo que estaba aquí?”


-Jacob me lo dijo- conteste a su pensamiento, y bueno… también para meter en líos a Jacob.


-Jacob?, lo fuiste a ver?- pregunto sorprendida.


- No me lo encontré en el bosque… mientras iba de camino hacia tu casa- respondí mirando hacia mis pies.


-Qué?!- grito, lo que hizo que yo alzara la vista y mirara su cara de horror.


-Que te pasa? Me asustas Clearwater- pregunte alarmado.


-Edward Anthony Masen Dwyer, tu quieres morir o que te pasa? Como se te ocurre caminar por el bosque?- pregunto alterada Es un estúpido, desconsiderado, idiota!”


-Tranquila- respondí al ver su cara asustada, no pude retener la pequeña risilla que se me escapo al oír lo que pensaba- No me paso nada, solo quería pensar un poco mientras venia a verte… No quise traer el monovolumen… quería caminar un poco- respondí


-Claro, tú estás loco- dijo un poco enfadada “Por qué tiene que poner esa malditamente dulce expresión cuando habla…. No puedo estar enfadada con el…”


-Vaya… contigo ya son dos- dije pensando en que Jacob había dicho lo mismo hace unos minutos, comenzaba a creer que tal vez tenían razón. Bueno después de todo el escuchar los pensamientos no era algo de personas cuerdas…


-Que dices?- pregunto confundida


-Nada olvídalo, yo me entiendo- respondí


-Edward que a caso ya se te olvido lo que te paso la última vez que saliste a caminar solo por el bosque?- se le quebró la voz en la última palabra.


-Leah, lo recuerdo, pero ya estoy bien, ya estoy aquí- le dije con una sonrisa


-Algún día me mataras de un susto- volvió a mirar hacia la nada.
“Estúpido” pensó.


-Gracias… si soy un gran estúpido- dije ofendido


-Lo eres- contesto molesta. Se volteo dándome la espalda mirando hacia el mar grisáceo.


-Leah, está bien. Lo siento- le dije poniendo una de mis manos en sus tensos hombros.


-Ya olvídalo- dijo con indiferencia.


-No, no Leah, en verdad lo siento- le dije lo más sincero que mi corazón podía ser.- Por favor mírame- le pedí para que volteara a verme, pero en sus ojos vi algo que hizo que en mi pecho se abriera una nueva herida, vi correr una lagrimas por sus mejillas y vi dolor mucho dolor…

- Oh, Leah- la abrase- Lo lamento tanto, soy un idiota perdóname, te lo suplico, perdóname- le dije mientras los dos sollozábamos.


- Porque Edward? Dime porque?, que te dio ella? Que te dijo… para que tú la amaras tanto? Que hizo para ganarse tu corazón? Dime, por favor dímelo, quiero saberlo, porque yo ya me canse de luchar, estoy cansada, ya no soporto mas Edward, dime que tengo que hacer? Para que puedas amarme a mi también?- para ese momento sus sollozos se habían convertido en gemidos de dolor, sus brazos me rodearon y sus manos se posaron en mi espalda estrechándome fuertemente, sin infringirme dolor. Me di cuenta de que unas leves gotas de lluvia habían comenzado a caer, silenciosamente mojando nuestras ropas casi imperceptiblemente.


-Leah- dije apartándome de su agarre-Mírame, por favor.

Leah alzo el rostro un poco, sus ojos rojos de tanto llorar.

-Lee… Yo te amo.

-Mentira… tu no me amas… solo me ves como una amiga.

-No… yo he llegado a quererte mucho Leah, a preocuparme por ti, a verte de una manera diferente desde hace ya mucho. -Confesé lo que desde hace mucho tiempo me había intentado negar a mí mismo.


- Pero tu amor por ella es aun mas grande, y mientras ella sigua aquí- señalo mi corazón con su pequeño dedo índice- tu no podrás amarme a mí como yo te amo a ti- sollozo de nuevo.
“Dime que tengo que hacer para sacarla de tu corazón?” pensó


-Ayúdame a olvidarla, Ayúdame a sacarla de ahí, bórrala Leah, por favor, sé que estoy siendo egoísta, pero no me dejes, no ahora, te lo suplico ayúdame- solloce con ella- tu eres mi única esperanza… no… no te des por vencida… no me dejes, Te necesito.


-Como quieres que luche con algo mucho más fuerte que yo?- pregunto mirándome a los ojos- como quieres que luche por ti en una guerra que se que ella ya la tiene ganada, como quieres que luche por ti si tu no pones de tu parte?- una nueva lagrima cayó por su rostro-como pelear si tú no quieres que lo haga?- volvió a bajar la mirada.


-Hazlo por favor, hazlo- libere mi brazo para sostenerle el mentón con la mano y levante su rostro para obligarla a mirarme de nuevo- ayúdame.
Suspiro.
Nos miramos el uno al otro durante mucho tiempo, su mano que estaba sobre mi brazo ardía aun sobre la gruesa chaqueta que traía puesta, sabía que en mi rostro no había otra cosa más que dolor y tristeza, y al principio su rostro fue el reflejo del mío, pero luego sin que ninguno de los dos desviara la mirada, su rostro cambio, en el vi un rayo de esperanza.


Me soltó y alzó su mano para acariciar mi mejilla con la yema de sus dedos, note el temblor de estos debido al nerviosismo.


-Edward- susurro con un rastro de pasión.


Me quede helado. Petrificado era la palabra.


¿Qué estaba haciendo? No sabía si será capaz de hacerlo y ahora no tenía tiempo de pensar, pero hubiera sido un idiota, si hubiera pensado que un rechazo en este momento no iba a tener consecuencias.


¿Y si la estaba traicionando? ¿Pero a quien? ¿A Bella?

Ella se marcho… fue egoísta, se lo tu también, ella se lo merece. La parte más oscura de mi pensó.

No lo hagas… tienes que parar esto, no solo por que no quieras perderla vas a llenarla de falsas ilusiones… la parte más racional me dijo.

Pero me merezco una oportunidad… Leah se lo merece también. Aquella fue mi última decisión.

Bloquee todas mis dudas, todos mis “pros” y todos mis “contras”, clave la mirada en sus ojos, el marrón oscuro, casi negro casi lleno mis pensamientos… casi.

La amaba? Si… ¿Estaba enamorado? No… ¿Podría llegar a amarla? Tal vez algún día ¿La llegaría a amar más a que a Isabella? Imposible. Pero tenía este instante, si obligaba a mi tonta cabeza a aceptar que Leah Clearwater en algún futuro podría convertirse en alguien más especial de lo que ya mismo era.

¿Por qué no amar al que te ama? Si que a la que tú amas… simplemente no te quiere. No sería mejor brindarle lo mejor de ti a la persona que se interesa, que se preocupa por ti…


Sin apartar sus ojos de los míos comenzó a inclinarse hacia mí, el silencio invadió por un momento el espacio, sus parpados comenzaron a cerrarse, trague y sentí que mi respiración se detenía por un segundo, torpemente comencé a cerrar mis parpados, lentamente, casi en cámara lenta sus cálidos labios tocaron los míos…


Sin prisa


Despacio


Nuestros alientos se mezclaron creando un sabor nuevo, algo que sabía bien, se sentía bien pero que a la misma vez estaba completamente mal, cerré los ojos con fuerza, casi causándome dolor y la estreche entre mis brazos y ella respondió rodeando mi cuello con sus brazos, el beso fue tierno… lindo, todos los primeros besos son así ¿no?, pero no pude evitar pensar en ella… en Isabella Marie Cullen, siempre ella, con ella sentía que podía tocar el cielo con las manos, cuando Bella me besaba yo estaba en el paraíso, en mi cielo personal, con ella nada estaba mal; todo parecía irreal. Bese con un poco mas de pasión a Leah, estrechándola un poco más fuerte, un poco mas cerca… pero sin romper la pequeña barrera de la Inocencia y la lujuria. No podía… aunque quisiera. Con Bella aquello era prácticamente imposible, ella siempre me hacia desear mas, me hacia desear todo… despertaba emociones que yo sentía que era inigualables.

Me reprendí a mi mismo por pensar en ese momento en Bella, no podía hacerle eso a Leah, ella no se merecía eso…deje que el beso siguiera fluyendo, pensé en nuestro beso y todo lentamente fue calmándose, con pequeños besos de mariposa Lee Lee se separo de mi, aun con los ojos cerrados y una expresión de felicidad


“Fue como estar en el cielo” pensó seguido de un gran suspiro, abrió lentamente sus oscuros ojos y me miro. Busque entre sus ojos mi reflejo, cuando lo encontré mi corazón latió un poco más rápido de lo normal, pero sin llegar a hiperventilar.


-Ayúdame a olvidar Lee, te quiero-susurre quitándole la capucha de su sudadera amarilla y depositando un beso en su frente.

-Te amo Eddie.



Continuara…

Si , ESTE ES EL FINAL de SOLSTICIO aun falta el epilogo, pero este es el ultimo capitulo, no se si llorar, reir, cantar... lo qe si se esqe tengo qe darles las gracias a nombre de Rose (mi hermanitha, socia, mejor amiga cibernethica) Y miO por haber seguido la historia por haber hecho qe llegara tan lejos, porqe creanme qe sin ustedes nosotras, no hubiramos podido seguir, muchas gracias por hacer de esta historia algo grande & aun no puedo creer qe termino, apenas lo estoy asimilando & creoo qee me costara un poco de tiempo.! MUCHAS GRACIAS a tod@s y espero qe no nos avandonen aun porqe pues aunqe solsticio acabo aun sigue la historia en MEDIA NOCHE, espero qe nos acompañes ahi tambien & en varios proyectos qe aun tenemos en mente. las QEREMOS..!


MIL GRACIAS <3


MEDIA NOCHE... PROXIMAMENTE




AttO: ROSE & BRIZA

viernes, 10 de diciembre de 2010

Capitulo #27 PART 1

Capitulo #

Capitulo #27


Propósito

No pude hacer un pacto con el tiempo... y vi como las agujas del reloj, lentamente amenazaban un ocaso.

Me pregunté más de una vez si yo podría haberlo evitado; y no encontré el motivo ni el momento en que todo se perdió.

Tampoco recuerdo su última mirada... esa en la que solía perderme entero.

Hubiese eternizado su último aliento, la última huella de su risa... si hubiese sentido que jamás regresaría...

Hoy veo desde lejos la inquietud agitada de su espíritu y puedo oler el perfume de su distancia.

Vuelvo a mirar mis manos... todavía siento su piel.

Saboreo mis labios... y su boca tibia regresa...

Sus pasos se siguen escuchando al lado de los míos... será tal vez, mis ganas de creer que ella aun está conmigo.

Una vez más vuelvo a preguntarme... y vuelvo a castigarme...

En qué momento de esta historia de amor, llegué a perderlo todo...

Cuando fue que dejé de ser su cómplice.

Cual fue el día en que dejó de reír junto a mí.

Fui yo quien se enfrentó con el mundo solo por estar a su lado?

Donde quedó mi fuerza... donde quedó mi coraje para amarla tanto...

Sé que no importa que me derrumben, solo importa que vuelva a levantarme.

Yo era el único dueño de sus noches... Pude meterme en sus sueños...

Yo tenía su brillo en mis manos...

Hoy escucho su voz a lo lejos... y a veces me cuesta entender.

Sé que ya está lejos de aquí...

Sé que ya no piensa en mí...

Volveré entonces a ese prado, nuestro prado.

Volveré a dejar todas las noches mi ventana abierta, por si a ella se le ocurre regresar.

El dolor me hace más fuerte...

Y tal vez mañana... quizás... pueda olvidar.

Diciembre….

Bueno en realidad 31 de Diciembre, la última noche del año viejo. Doce velas consumiéndose lentamente, esperando el momento oportuno para ser apagadas, un viejo reloj de campana postrado en la pared, esperando con ansias el comienzo de un nuevo año.

Una larga mesa llena de diferentes clases de comidas, el solo verlo hacia que el estomago se me revolviera, dos botellas de champagne enfriándose en el refrigerador, elegantes vajillas, y sales adornando la mesa y el ambiente. Todo, se podría decir que era perfecto, ya exactamente dos meses desde aquel incidente con Victoria.

Leah me conto todo, aunque con eso se gano un llamado de atención por parte del macho alfa de la manada de lobos de La Push, Jacob Black no era caracterizado por su buen humor ni menos por su simpatía.

Victoria estaba muerta. Pero aun quedaban dos más, Laurent y James. Estaba seguro que ellos retornarían a tomar venganza por su amiga caída. Ahora esto ya no era solo mi asunto, toda la reserva y la manada también estaba involucrada.

-Hey, en que piensas-la ronca pero a la vez femenina voz de Leah Clearwater me saco por un momento de mis pensamientos. De nuevo triste… pensé que aquella etapa ya había pasado.

-Amm, nada, solo que dentro de unas horas todo este año habrá pasado… ya no quedara nada más…

-Estamos un poco emo esta noche ¿no Emoward?- rio mientras se apoyaba en mi hombro. La noche fría y la tersa nieve cayendo lentamente desde alguna parte de el cielo hacia de esta noche la más triste del año. Un año más…

-¿Emoward? Eso es lo mejor que puedes decir Lee?-Reí apoyando mi cabeza con la suya. Desde hace dos meses yo y Lee nos había vuelto inseparables, si veías mi pálida figura saliendo de algún lugar, veía atrás mio la esbelta, morena y pequeña figura de Leah Clearwater.

-Por lo menos logre hacerte reír-suspiro.

-Bueno, si…. Por lo menos-me burle ladeando la cabeza para mirarla de reojo. Sus perfil aunque no era perfecto era agraciado, sus pestañas eran tan largas, y sus pómulos redondeados, su cabello corto estaba cubierto por un elegante gorro celeste de lana que la Abuela Dwyer le tejió.

Leah era hermosa.

-Ves algo que te guste?-Dijo sonrojada, aun con la oscuridad de la noche podía notar aquel rubor rojizo que resaltaba en su piel caliente. Por qué provocas esto en mi Ed?

-Claro, tú por supuesto-me acerque y bese sus calientes mejillas. El aroma a océano, margaritas y rosas estaba presente en ella.

-Anda… que me sonrojas-dijo ella sonriendo levemente, alcé la vista y me encontré con sus orbes marrones brillosos, como si estuviera a punto de llorar, aparte uno de sus mechones de cabello y lo acomode detrás de su oreja derecha, aquello aumentó aun más el intenso rubor de sus mejillas. Nos miramos por un ilimitado rumbo de tiempo, de pronto ella puso sus brazos en mi cuello y sollozo fuertemente.

-Shhh, Lee ¿qué pasa? ¿Te sientes bien?- pregunte mientras le daba palmaditas de consuelo en la espalda.

-No…no, no nada… Es solo que soy tan tonta, me alegra ver que estas sanando Ed, no solo físicamente, ya… ya sabes a lo que me refiero…

-Ah sí… eso

-Este nuevo año será perfecto, ya lo veras, nos vamos a graduar…. Seremos los mejores amigos de todo el mundo, Te quiero mucho Ed.

-Yo igual, de aquí a la Luna, tú ya sabes eso.

Nos quedamos allí, abrazados, en la oscuridad de la fría noche. Los copos de nieve empezaban a caer, lo que pronosticaba el comienzo de un año frio, pero a la vez lleno de pureza, me separe del abrazo de Leah e intente caminar un poco hacia el barandal del porche de mi casa, me apoye en el, me quite los guantes y extendí la mano, en aquel instante los copos fríos chocaron contra mi piel, derritiéndose casi instantáneamente.

Era extraño, aquellos copos tan hermosos, tan complicados en su forma pero tan frágiles, el solo contacto con mi piel tibia los destruyeron. Así son los sentimientos, son hermosos, son complicados pero solo una palabra puede destruirlos. Así como el copo de nieve se transformo en agua los sentimientos pueden transforme en algo totalmente distinto… odio tal vez.

Sentí la mano de Leah tocándome el hombro mas no voltee, seguía pensando en el rumbo inesperado… Del odio al amor dicen… pero que tal si esta vez fuera diferente, el infinito amor, al infinito Odio…

-Chicos!-La voz animada de Seth y el ruido de la puerta delantera abriéndose de golpe me saco de mis pensamientos, los Clearwater tenían ese efecto en mi.

-Shhh Seth- Leah le reprendió. –No tienes por qué ser taaaan efusivo.

-Es que la comida se está acabando, si ustedes vieran lo que Embry y Paul estan haciendo con el cerdo y las piernas de pollo! No entiendo por qué invitaron a Paul, el siempre quiere comer más que yo… esta vez no será como en navidad.

-Anda vamos-Reí- Quiero probar la ensalada de manzana de la abuela Dwyer, tu también tienes que probarla Lee, -dije mientras me dirigía hacia la puerta. Leah me miro horrorizada y se acerco hacia mí, agarro unos de mis brazos casi haciendo que perdiera el equilibrio y lo puso en su hombro, le di una mirada reprobatoria.

-Ya puedo caminar solo, muchas gracias-sisee mientras me soltaba de su agarre.

-Pero Ed…

-Shhhhhh Ed nada, yo puedo solo.-camine algo tambaleante pero lo hice llegue hacia la puerta y Seth dio aplausos con las palmas. Ese es mi amigo Edward!

-Viste-dije mientras volteaba hacia atrás. Leah rodo los ojos y asintió con la cabeza.

Adentro todo era cálido, había mucha gente… antes sería raro ver a tanta gente congregada en mi “hogar” desde que mi madre vino todo parecía haberse llenado de alegría, tanto en la casa como en la vida de Charlie.

-Donde estaban pillines- La abuela Dwyer se acerco a mí y me dio u fuerte abrazo, mi dulce abuela, a pesar de sus problemas de columna había venido a pasar las navidades con nosotros. Aunque ella y Charlie se detestaban hacían todo lo posible por llevarse bien o por lo menos aparentar delante mio.

-Afuera-sonrió Leah apoyándose en el umbral.- Queríamos ver caer los copos de nieves.

-Hay que lindo ser joven-exclamo la Abuela sonriendo- Y tu linda, déjame decirte, el gorro que te di para navidad te sentó muy bien, luces adorable- era ya sabido que mi abuela había comenzado a adorar a Leah, la llamaba linda, princesa, querida… y a veces “la novia de Edward” lo que para mí era bastante raro… solo vía a Lee como mi hermana, como nada más.

-Hay abuela…-susurre mientras ella intentaba acomodar mis desordenados cabellos-Me avergüenzas…

-Anthony, tienes que estar presentable para tu novia, en especial una tan hermosa como la señorita Clearwater. Harían tan linda pareja…

-Abuela… ella no es…

-Ah callar, ahora ve, la cena los espera.

La cena estuvo deliciosa, claro que fue preparada por Sue, la madre de Leah, y mi abuela. Mi madre simplemente no sabía cocinar.

Todos comenzaron a hacer hora, faltaban tan solo 2 horas más para el inicio del año nuevo. La tristeza se aunaba cada vez más en mi pecho. Leah tomo mi mano debajo de la mesa, me quede quieto… no dije nada. Todos platicaban.

Según lo que captaba, Jacob Black abriría un taller de reparaciones automovilistas y abandonaría la escuela, esto a Billy Black no le agrado pero apoyo a su hijo no sin antes decirle “ya platicaremos en casa”, Paul, Embry y Jared hablaban sobre lo divertido que sería ir de campamento a North Beach, aunque claro eso lo decían por las chicas de aquella reserva. Mi madre y Charlie platicaban sobre las noticias que habían pasado en la mañana, acerca de las extrañas desapariciones que habían últimamente en Seattle, la abuela, Sue y Leah platicaban sobre tejidos a manos, telas y lanas… cosa que me parecía poco interesante, Quil y Seth hacían competencia de quien comía mas tarta de Limón, Sam y su novia Emily se susurraban palabras amorosas a el odio, imagine que esos podríamos ser yo y Bella, ella luciendo el anillo de compromiso que le había pedido a mi abuela, aquel que mi madre desprecio, Bella sonriente con sus hermosas y rosadas mejillas, con sus bellos ojos color marron, con su malditamente dulce sonrisa… con todo su falso amor, diciendo palabras que ella no sentía solo para complacerme, desee y envidie que aquellos que se besaban discretamente en mi mesa fuéramos yo y Bella, ambos, yo enamorado y ella fingiendo … con aquello no lo soporte mas.

-Me disculpan- dije levantándome de la mesa, tumbando mis cubiertos. La atención de todos se poso sobre mí en aquellos instantes-Tengo que ir a tomar un poco de aire fresco… no me siento bien.

-Te acompaño-murmuro Leah levantándose

-NO-dije ásperamente-Yo puedo iré SOLO, no necesito la compañía de nadie...

Los ojos de Leah se nublaron de lagrimas, la confusión estaba plasmada en su rostro… la mano tranquilizadora de Sue fue a su hombro, me aleje, simplemente quería salir de allí, lo necesitaba.

Quizás si fue descortés, pero tenían que comprender… todo esto aun era muy repentino, no cualquiera soporta una ruptura de este tipo, no cualquiera soporta que una vampiresa loca trata de matarle, no cualquiera soporta tener una pierna rota, seis costillas lastimadas, un pulmón dañado y bueno varias cortadas… no cualquiera soportaría sentir lo que yo estoy sintiendo ahora, toda la rabia, todo la ira… toda la confusión.

Estrelle la puerta de entrada y camine, los más rápido que mi pierna sana podría permitirme, camine y camine, el dolor punzante en mi pierna gritaba “DETENTE” pero aun así seguí, los fríos copos de nieve se estrellaban en mi cara. Escuche a lo lejos alguien gritar mi nombre. Mas no importaba, necesitaba estar solo.

Estaba en el bosque de aquello estaba seguro, había sido imprudente de mi parte, James o Laurent podrían estar por estos lugares, sería tan fácil matarme ahora ¿Por qué rayos no lo hacían de una maldita vez?

Todo estaba oscuro, las luces de las casas apenas eran visibles. Camine un poco mas rápido y tropecé con la raíz sobresalida de un árbol, el sabor a sangre inundo mi boca, me levante lentamente per aun así volví a caer, toque con mis guantes sucios mi boca un siseo de dolor escapo de mis labios, me quite los guantes, enojado por mi torpe caída. Aquello también me recordaba a ella.

De pronto me sentí torpe, lisiado, con un una pierna que no me servía para nada, con un pulmón el cual no me ofrecía el aire necesario. Me sentía tan inútil, tan poca cosa. Molesto me comencé a quitar la chalina y la tire al piso, le siguieron mi abrigo gris y mi suéter verde. Allí estaba yo… furioso llevando solamente una sudadera de manga larga gris claro y mis jeans desgastados, el frio congelaba mis huevos, la nieve no ayudaba en nada, si no aumentaba el dolor.

-BELLA! MALDITA SEAS! TE ODIO! Grite aun el suelo. –TE ODIO BELLA! TE ODIO! –grite lo máximo que pude con mi pulmón sano. Un quejido lastimero volvió a escapar de mis labios y me recosté en el suele frio cubierto de escarcha fría que se convertía en agua al tocar mis ropas.

-TE ODIO- grite mas suave-ODIO AMARTE TANTO!, ODIO NO TENERTE HOY JUNTO A MI, ODIO SENTIR TODO ESTO.

Una lagrima caliente resbalo por mi mejilla fría, luego le siguió otra y luego algunas mas. Apreté mis puños en el suelo. Odiaba ser tan débil, tan poco hombre.

-BELLA!-lloriquee-Bella… te odio, eres una mentirosa.

Me lleve mis manos a mi rostro, tratando de ocultar mi debilidad, mi vergüenza. Mi falta de hombría. Me puse de pie lentamente sin dejar de sollozar, para mi suerte un gran abeto se encontraba a mi lado, había tropezado con su raíz.

Mis puños se cerraron nuevamente, mire hacia el cielo gris, aquel cielo en donde casi siempre recordaba su rostro, aquel cielo que contemplo tantos besos, tantas caricias inocentes y no tan inocentes, aquel cielo… aquel maldito cielo.

-Necesito sacarla de mi mente-Llore con más fuerza-Aquí enfrente tuyo-Apunte hacia el cielo.- te ruego que le digas a Dios, que me la saque de el corazón, te lo pido… llévatela Dios… No puedo sopórtalo más me duele demasiado, duele, me carcome, me mata. He fingido estos meses, he fingido que estoy bien que ya no…-me ahogue entre lagrimas.- que ya no… que ya no la quiero, que lo estoy superando, hasta quemé mi libro, queme las fotos, me deshice de todo… pero ella se niega a dejar de torturarme, me está matando-gemí- Me mata.

Las lagrimas rodaron por mis mejillas incontrolablemente, me desmorone en suelo frio y sucio, sentí mi pierna derecha volver a romperse pero no importo.

-DIOS LLEVATE TODO ESTO! NO QUIERO SEGUIR ASI, NO,… YA NO MÁS-grite mirando hacia el cielo.

Sin percibirlo si quiera, dos brazos fríos me acunaron, unos labios fríos besaron mi frente y mas lagrimas rodaron por mis mejillas, deje a mi imaginación fantasear, pretendí que aquellos brazos eran los de ellas y que esta era su despedida, que ella me decía “Esta bien, ya no molestare” con aquel pensamiento llore aun mas hundiendo mi rostro en el hombro de mi protectora. Aspirando su aroma, era diferente… intente voltear pero no podía, la persona me tenia fuertemente abrazado.

No deseaba estos brazos, no los quería, quería los de ella, no quería este aroma, deseaba el de fresas salvajes, el de lilas del campo… no quería esta calidez, no la deseaba, deseaba la calidez de el de ella, aquella vez cuando le hice el amor por primera vez, aquella en la cual perdí toda mi inocencia y ella perdió la suya. Sollocé pesadamente abrazando a la persona que me rodeaba con sus brazos. ¿Por qué si Bella no me amaba me dio su inocencia? ¿Su virginidad? A ya recuerdo… ella dijo que en ese tiempo aun yo le gustaba, solo que ahora ya no, le parecía una persona aburrida… no era lo que ella necesitaba realmente.

-¿Cuándo se acabara todo esto?- gemí sin pensarlo- ¿Cuándo dejare de sentir esto?

Intente en oír las voces, pero todo estaba tan callado, el ruido de la lluvia comenzando a caer y deshacer la escarcha era todo lo que podía oír. La persona al lado mio intensifico su agarre y deposito un beso en mi mejilla, una de sus manos frías limpio mis lágrimas, aunque hubiese querido verla no podía, estaba demasiado oscuro.

-Shhh… pronto, lo prometo-dijo depositando un beso en cada uno de mis parpados. Olía a miel, esa que me daba mi abuela cuando me enfermaba. Su frio aliento baño mi rostro inundando y sumergiéndome en un mundo de recuerdos.

Cerré los ojos…

Cuando los abrí me di cuenta de lo oscuro que estaba, si no hubiera sido por las luces de los foquitos del árbol de navidad hubiera creído que estaba aun en el bosque.

Mire alrededor… Rayos eran las 1 y media… me había perdido el año nuevo. Intente levantarme pero no pude el cuerpo me dolía. Intente hablar mas no pude sentía que mi garganta estaba siendo clavada por cientos de cuchillos de doble filo.

-Eddy, amor ya despertaste-sonrió mi madre emergiendo de la oscuridad de mi habitación.

-Mamá… -fue lo único que pude articular.

-Nos diste un susto Ed, te encontramos cerca del bosque tirado y si tu abrigo, estabas congelándote… No vuelvas asustarme así Edward Anthony Masen, si lo haces juro que te castigare por un mes…-Reneé se llevo sus dos blancas manos al rostro y lloro. Dios… por que le haces esto, el aun es muy joven como para querer morir… Dios ¿Qué he hecho mal?

-Mamá y ella… donde…

-Quien ella?-dijo mi madre limpiándose un poco la mejilla.

¿La persona que estaba a mi lado? ¿Desapareció? ¿Habrá sido solo producto de mi fructífera imaginación?

-Siento… Siento haber-me lleve las manos a la garganta. Dolía demasiado pero aun así quería disculparme.

-A callar, ahora duerme, mas tarde hablaremos Edward-mi madre beso mi frente y salió de mi habitación.

Todo esto era muy confuso… ¿Qué con mi salvadora del bosque? Por que de lo que si estoy seguro es que era mujer…

Y a todo esto ¿Que paso con Leah, Sam, Jared, Jacob, Seth, y los demás miembros de la manada?

Todo esto era demasiado confuso... por el momento.



*He aqui! Al fin! NO ESTAMOS MUERTAS! jajajajaja Bueno haganme saber que les parecio ok? Espero que les guste a mi me dio mucha pena escribirlo, hay un Bella POV de todo esto... no la odien por favor! ¿Quien sera la mujer misteriosa? ¿Que paso con los lobos?*

jueves, 16 de septiembre de 2010

NOTA IMPORTANTE!

CHICAS! LO SE, LO SE....

+¿POR QUE NO HAN PUBLICADO?
*LA HISTORIA YA SE ACABO?
*OSEA QUE LES PASA... YA NO PUBLICAN O QUE?

Bueno en primer lugar... tenemos vidas, al igual que ustedes xD Jjajajaja sentarse a escribir por horas y horas no es muy divertido... menos aun cuando uno tiene responsabilidades tanto en la Universidad como en la Preparatoria.

Bueno en segundo... el capi aun no esta terminado, que mas quisiéramos nosotras que si, la verdad yo ya lo he re escrito una y otra vez, una y otra vez pero cada vez que lo leo y re leo no me gusta, le falta algo o apesta U.U
De verdad que me siento mal, se que ustedes esperan el capitulo pero no se puede al menos aun no. De verdad

Tengan paciencia.

No les pondré cuando estará listo, solo les informo que tengan paciencia y feliz Bicentenario.

Atte:

Rose (The Major's girl)

lunes, 16 de agosto de 2010

Trailer de Solsticio


Bueno, aquí esta el vídeo que me llevo horas, y horas y un buen jalón de orejas T.T espero que les guste, cuando tenga una cuente en YouTube lo subiré en mejor calidad! Las quiero esto va dedicado a Briizza, si hoy fue su primer día de prepa! Briizza TKM!!!!

Comenten y díganme, hay una sorpresa en los créditos!

domingo, 8 de agosto de 2010

How to Disappear Completly MI MUSA!


Realmente Hermosa, cuando la escuche, OH DIOS! Los sentimientos que según yo Edward estaba teniendo vinieron a mi mente, y el de verdad se siente así de triste, ya que como saben Bella fue su primer TODO, primera novia, primer beso, primer... bueno TODO, y pues el como en la mente de Briiza y mía es un chico tierno, dulce, amoroso, HERMOSO, y todo eso, pues es como que mas difícil lidiar con esto.
No quería hacer muy emo, o mejor dicho Gay al escribirlo, si lo hice, lo siento... soy muy rara cuando escribo me sumerjo y ya, mi hermana Briizza es la que me da un alto y ella le pone humor y cordura a las cosas emo que escribo, lo siento xD


Y esta me encanta, simplemente... WOW, estaba escuchándola cuando escribí lo que Victoria y Edward... algo medio raro no? Pero espero y os haya gustado, en especial a mi hermanita Briizza!
Y eso es todo.... ahhh aqui les dejo un Spoiler del próximo capi esta canción estará presente cuando lo terminemos de escribir.


La letra de la cancion:

close your eyes
let me touch you now
let me give you something
that is real
close the door
leave your fears behind
let me give you
what you're giving me
you are the only thing
that makes me want to live at all
when i am with you
there's no reason to pretend that
when i am with you
i feel flames again
just put me inside you
i would never ever leave
just put me inside you
i would never ever leave you

Si saben Ingles pues... ya se darán cuenta ¿no?
Aquí la traducción hecha por mi, allá en la red no hay una traducción decente ¬¬:

Cierra tus ojos
déjame tocarte ahora
déjame darte algo
que sea real
Cierra la puerta
deja tus miedos atrás
Déjame darte
lo que tu me estas dando
Tu eres la única cosa
que me hace querer vivir
Cuando estoy contigo
no hay razones para pretender
que cuando estoy contigo
siento las llamas de nuevo
solo ponme dentro de ti
Yo jamas me iría
Solo ponme dentro de ti
Nunca jamas te dejaría

¿A quien creen que le va mejor la canción? A Leah? o a Bella? Piensen la que acierte se lleva la primicia de la sorpresa que les tengo preparada!
Atte: Rose

Capitulo #26 SEGUNDA PARTE

Antes de leer, en la 1 parte no puse mi lista de canciones recomendadas, lo siento, la lista es esta:

-How To Disappear Completely - Radiohead
-Sure as Hell - This Providence
-Return to Me - Sparklehorse
*Para la 2 parte es esta:
-Pills - The Perishers
-True Love waits - Radiohead
-Let myself Fall - Rosie Thomas
-Flames - VAST

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Steph Meyer… (¿Mas que obvio no?) Nosotras solo jugamos un poco con ellos xD
-Letra normal: dialogo. (Obviamente)
-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.

Capitulo #
26 Parte 2

Wolf Beach route, Halloween y Victoria


-Más alto, por favor-reía ella mientras sus ricitos danzaban con el viento.

-Amor, no puedo ir mas alto ¿sabes me haría tu madre si me viera? Se enojaría demasiado con nosotros

-Awwww-la pequeña de rizos cobrizos hizo un puchero. Aquellos que me quitaban la respiración, una respiración que no me era necesaria ahora.

-Anda, mejor jugamos a las escondidas ¿te parece?-la guie hacia el hermoso prado soleado, miles de lucecillas danzaban a nuestro alrededor.

-Tu piel es tan bonita, desearía brillar así, eres mi estrellita ¿Verdad? Tu y mami…

-Sí que lo soy, te amo mucho princesita.

Desperté nuevamente agitado y sudoroso, el cuarto oscuro me indicaba que aun no había amanecido pero el reloj se negaba a hacerle caso, eran las 8:45. Sería uno de esos días nublados, en si… el otoño estaba dándole paso al invierno después de todo.

-Mierda… de nuevo aquel maldito sueño-murmure restregándome los ojos. Como siempre aquel estúpido e insulso sueño… siempre era con aquella niña.

-Mi amor, estas despierto- la alegre y efusiva vos de mi madre lleno mi habitación, abrió mi puerta inesperadamente y yo me cubrí con mis sabanas.

-Rayos mamá, podrías siquiera tocar la puerta- grite enfadado y avergonzado.

-Anda hijo, yo te he cambiado los pañales, no tienes por qué tener vergüenza conmigo. Hay este niño deja las cosas tiradas por todas partes, en Arizona él no era así… Charlie, tendremos una charla… algunas cosas tendrán que cambiar por aquí.

Rodé los ojos… mi madre y su paranoia.

-Bien… lo sé pero aun así… me da vergüenza.

-Ve a bañarte, el desayuno ya está listo, te deje tu ropa limpia en el planchador; ah una de tus amigas te hablo temprano quieres que vayas a su casa para coordinar sobre sus trajes de esta noche, me parece gentil aquella muchacha al menos su vos lo era.

-Es la hija de Sue Clearwater ¿te acuerdas de ella?

-Ah Sue! Si claro, iré a verla ¿vamos juntos a La Push? Sue era siempre tan gentil conmigo…

-Claro mamá, te dejo allí y de paso iré a ver que se trae Lee entre manos.

Cuando me hube bañado, cambiado y tomado el desayuno yo y mi madre emprendimos rumbo a La Push.

En cuanto mi madre vio a Sue se lanzo a sus brazos, ambas parecían estar felices de haberse vuelto a ver. Platicaron y platicaron y me tenían en una encrucijada hasta que Leah vino de nuevo a mi rescate. No sin que mi madre alabara la Belleza y sencillez de Leah.

-Hey… nunca había visto a mi madre tan feliz-rio Leah mientras caminábamos por los alrededores de la reserva.

-Bueno, mi madre es muy efusiva con todo el mundo… ya la conocerás… se quedara aquí por un buen tiempo al menos dice que hasta que yo engorde unos cuantos quilos ¿Qué acaso estoy tan delgado?

-Hey, estas más que eso… ¿Eres Esqueletoward o algo así?

-No me causa gracia Leah-le dedique una mirada molesta… qué onda con lo de “Emoward” “Zombieward” y ahora con “Esqueletoward” era como poner el cherry en el helado.

-Anda tu sabes que ha sido gracioso-rio ella mientras tomaba mi mano, mano que yo aleje enseguida. Ella me miro sorprendida, pero luego asintió.

-Muy pronto aun?

-Esto… si…

-Ok, soy paciente… pero ojala y la loca de Stanley no se me adelante ni me quiera quitar el puesto de mejor amiga por que si no, ya verá.

-Eres todo un caso Lee.

Caminamos y caminamos hasta que llegamos a una especia de cabaña roja casi en medio de toda la reserva.

-Hey Jake!-grito Leah tirando una piedrecilla en la ventana lateral de la casa.

-Leah, que gusto tenerte de vuela y lo mismo digo por ti Edward, se te extrañaba correteando por aquí-la amigable voz de Billy Black me trajo varios recuerdos, recuerdos que debía hacer a un lado.

-Hola Billy-sonreí tímidamente.

-Pasen, vengan a tomar algo, esta helado allí afuera.

-No Billy solo vine a pedirle a Jake algo de grasa de máquina, ya sabes te comente lo de los disfraces anoche. Que no me haga revelar mi plan…

-Ah sí, anda esta atrás en la “guarida” Donde más estaría aquel flojo…

-Ok, Edward me esperas aquí? Iré a buscar a Jake.

-Anda ve, no te preocupes-asentí mientras veía a Leah correr hacia atrás de la casa.

-Y Edward, como te has sentido?-Billy comenzó a hablar, me sentí de repente incomodo.

-Amm… Bien…

-Sí, tu energía me dice que estas débil, los espíritus no mienten Edward, necesitas olvidar para estar completo, necesitas dejar de pensar y serás feliz nuevamente.

-Ahhh Ok…-me sentía de verdad incomodo al escuchar aquello de espíritus y de todas esas tonterías Nativas.

-Es de verdad Edward, tu aura tiene dos caminos, uno te llevara a la felicidad y el otro a la destrucción, solo hay fuego, los espíritus muestran que te consumes en un gran fuego… sería un gran precio el que tendrías que pagar si escoges el mal camino, si te equivocas de nuevo esta vez ya no habrá vuelta atrás…

-Anda papá no asustes al bebé con tus cosas ancestrales-la vos de Jacob Black me saco de aquel trance.

-Lo siento si te asuste Edward-se disculpo Billy moviendo las ruedas de su silla.

-Ya tengo todo lo que necesito Edward, ven vámonos-sonrió Leah jalando de mi mano, oi el leve gruñido de Jacob y le mire.

-Y de que se va a disfrazar ¿De sanguijuela? al igual que la familia de su amante, la mestiza chupasangre-se rio malévolamente. Algo en mi rugió con furia… no iba a permitir que nadie insultase mi recuerdo.

-Cállate imbécil-rugí acercándome al estúpido hijo de Billy.

-Shhh, anda vámonos Edward… no llamemos la atención de los otros-Leah lucia preocupada-Y tu Jacob compórtate como Alfa y no le des toda la responsabilidad a Sam si no querías ser Alfa debiste decirlo antes.

Jacob dejo escapar otro gruñido y su cuerpo comenzó a estremecerse, iba a entrar en fase. Billy se acerco a su hijo y por un momento sentí pánico ¿Qué pasaría si lastimaba a Billy?

-Anda váyanse, yo detendré a este hormonal idiota-Billy miro a Jacob mientras le jalaba de sus ropas, Jacob miro a su padre y se tranquilizo.

Leah me jalo prácticamente hasta su casa, en todo el camino venia torturándose por lo estúpida e inconsciente que había sido, claro que aquellas palabras jamás salieron de su boca.

-¿Qué paso?-Sue y mi madre exclamaron al unisonó mientras venían a nuestro encuentro. Leah y yo nos miramos y negamos con nuestras cabezas.

-No mientas Edward Anthony, tienes la cara roja ¿se han peleado?

-No, madre… no me digas Anthony… lo odio

-Lo siento bebé- dijo mi madre dándome un abrazo, por lo menos hizo a Leah reír.

Leah me invito a pasar a su sala, era tal y como la recordaba, sencilla pero acogedoramente perfecta, Seth estaba sentado jugando videojuegos con Embry. Tocaron el tema de nuestra “discusión” son Jacob pero aquello pareció divertirles en vez de enfadarles.

Leah me dijo que nos disfrazaríamos de zombies, pero no de aquellos zombies asquerosos… si no de Zombies bien vestidos, algo ojerosos, y pálidos. Aquello me pareció más la descripción de un vampiro…

Acordamos reunirnos a las 6:30 en el Instituto, Leah manifestó que Seth la llevaría que no necesitaba preocuparme tanto por ella.

Mi madre estaba entusiasmada hasta perder la razón por la idea, cuando la hora del almuerzo llego ella le conto a Charlie todo, exactamente todo efusivamente y además dijo lo mucho que le había gustado Leah, que si era una muchachita encantadora que si era muy buena estudiantes… blah, blah…

Charlie le escuchaba atento, y sonriente… se le veía ¿enamorado? Me pregunte si podría haber una posibilidad para ellos… tal vez algún día ellos podrían estar juntos, quien sabe… a veces el destino nos juega bromas inesperadas, como yo… se suponía que me casaría, que sería feliz con Bella, que me convertiría en vampiro… que tendríamos la eternidad… pero no.

Al llegar las 5 mi madre me mando a la ducha, al salir ella me mando a cambiar, me puse unas ropas algo rasgadas y un poco cubiertas de fango… se veían bien, no lucían tan asquerosas. Despeino mi cabello y me puso una especie de crema blanquecina en el rostro, algo de la grasa que Leah me había dado y listo. Me sentí niño otra vez… tal y como mi madre hacia en Arizona cuando era Halloween y Steve, Nicholas y yo salíamos a pedir dulces.

Partí hacia el instituto a las 6, quería llegar temprano por si necesitaban mi ayuda por allí, ni siquiera me atreví a mirarme al espejo… antes de irme vi que la casa tenía dos calabazas al frente y recordé que en la mesa de la sala había un tazón lleno de caramelos. Rayos mi madre era biónica ¿o qué?

-Hola Eric ¿y que se supone que eres?-dije mirándolo de arriba para abajo cuando baje de mi coche.

-No es obvio que soy Tarzán?-dijo el tiritando de frio. Rayos me congelo, me congelo… pero ojala que esto conquiste a Angela!

-Ok… con eso seguro y que conquistas a Angela-bromee, Eric y yo caminamos juntos hacia el gimnasio, lucia podríamos decir que bien, adornados con murciélagos de plásticos y telarañas de lana.

-Edward viniste-grito Jessica arrojándose a mis brazos, vestía un traje ajustado negro que hacía alusión a CatWoman, se veía muy linda.-Te ves genial, Ummm vampiro SEXY-

-NO SOY UN MALDITO VAMPIRO.- grite, todos voltearon a verme sorprendidos.-Lo siento… no se que me paso-me disculpe.

-Ok, calma, calma-exclamo Mike, dándome golpecitos en el hombro. Mike lucia completamente ridículo, imitando a Tom Cruise en la película Risky Bussines. En serio solo traía puesta una camisa y calzoncillos? Todos se rieron de él, y con eso los ánimos volvieron a calmarse.

Casi a las 6:59 llego Leah quien se veía hermosa en su traje de zombie, su cabello había crecido un poco, y sus ojeras falsas la hacían lucir muy bonita.

-Llegas tarde Clearwater-le reclame, jalándole levemente de una oreja.

-Lo siento, Seth me trajo en la moto de Jake… esa máquina es mortal solo te digo eso. Dios Eddie luce completamente sexy, se ve estupendo.

Me sonroje.

La noche paso rápidamente, recogíamos los vasos que los demás dejaban caer al piso, limpiábamos los platos sucios… y platicábamos otro rato. Todos parecían divertirse. Leah y yo nos fuimos a sentar cerca de las graderías, bebiendo algo de ponche negro… Angela lo había preparado gracias a Dios.

-Hey Lauren, has visto a la horrenda chica nativa ¿qué es lo que trae puesto?-rio Claire una muchacha de 3 año. La mire enfadado ya que hacia sus comentarios en voz alta como para que Leah y yo los escuchásemos. Leah me miro y sonrió meneando la cabeza.

-Sí, que desubicada… pobrecilla y ahora viste que no se desprende de Masen, que convenenciera… en si aquella mugrosa pobretona jamás lograra conquistar a Edward, ese idiota sigue pensando en la rarita. Vaya ridícula, que horrible traje, además huele tan feo como ella.

Esto ya no me gustaba… no iba a permitirle a aquellas horribles lechuzas hablar mal sobre mi mejor amiga.

-Hey tu nariz operada-le grite a Lauren, ella me miro ofendida.-No te atrevas a hablar mal sobre Leah ¿entendiste?

-Yo? Y a ti que te importa Masen, o que… le vas a decir a tu papi o mejor dicho a Isabella Cullen, upsss ella ya no está, te dejo-ambas se rieron a carcajadas. Leah se levanto y se zafo de mi agarre con facilidad.

-Tú y tu maldita, no le hablen a si a Edward o si no les juro que las dejare mas desfiguradas de lo que ya estan.

-Cállate morenita, no nos digas que hacer aquí tú no eres nadie, por que no te vas a tu reserva con tus amigos los indios, a hacer flechas y cazar animales salvajes.

Note a Leah temblar, y me horroricé, si ella entraba en fase aquí todo el secreto Quileute quedaría al descubierto.

-Leah ven vámonos-la jale del brazo. Las matare, las matare…

-No, yo no voy a huir de estas malditas-grito ella, de repente todo el mundo nos estaba observando, sabía que todo sería un desastre. Rayos.

-Déjenla en paz-grite mientras intentaba alejar a Leah, Jessica, Angela y Eric vinieron en mi ayuda.

-Anda Clearwater, vámonos no peles con estas brujas-Jesica miro enfadada a Lauren.

-No, esto es por honor ahora.

-Anda Leah deja tu honor de lado, vas a cometer una locura.

-Tu si quieres vete, eres tan cobarde, nunca defiendes nada de lo que quieres con razón aquella sanguijuela te dejo-grito Leah de repente se llevo sus dos manos a la boca, en sus ojos había arrepentimiento, pero el daño ya estaba hecho.

-Genial-dije soltándola.

Me escabullí entre la multitud, triste, decepcionado… herido por la única persona que ahora podía lastimarme.

Sentí mis ojos picar pero negué las lagrimas salir, desde aquella vez que llore ridículamente en mi habitación me había jurado no llorar de nuevo.

Fui directamente hacia el estacionamiento y encontré una nota en el limpiaparabrisas. Leah no era tan rápida, y además ella no me hubiera dejado una nota.

La abrí y el hueco en mi pecho empezó a doler.

Edward, te amo... lo siento tanto, fue un error dejarte, esto me está matando te quiero devuelta en mi vida. Te esperare en la ruta de la muerte, escapémonos juntos, seamos felices, vivamos nuestra eternidad juntos, solos tu y yo.

A tte: Tu Bella.

Sentí la alegría apoderarse de mi pecho, bese la carta, rayos ella me quería de vuelta. De nuevo me sentía vivo. ¡Ella me amaba, me amaba de nuevo!

No supe en que instante me había montado en el coche, y menos aun en que instante me encontraba en camino a la única ruta de la muerte que yo concia en todo Forks.

Wolf Beach Route.

Mire mi reloj, eran las 23:00, sentí mi celular vibrar continuamente en mi bolsillo. Eso no importaba ahora. Nada era mi importante que mi Bella.

Llegue a las 23:45 estacione en el mismo lugar que la anterior vez. Impaciente, ansioso, y ridículamente enamorado.

-Bella ya estoy aquí! Amor sal te lo ruego!-grite eufórico. Más nadie contesto.

-¿Bella? ¿Amor?-me estaba comenzando a preocupar… ¿y si esto era una broma? No… no… ella había vuelto por mí, ella me amaba, ella me quería de vuelta en su vida.

-¡Bella!-grite sin fuerza mientras me dirigía a un costado de la carretera, escalando algunas rocas para adentrarme al bosque, escuche una risilla, era ella, era ella mi Bella.

-Bella, eres tú? No te escondas-escale con más velocidad y al fin estuve en la cima de la colina, el precipicio lucia aun mas terrorífico desde aquí, me di cuenta de por qué le decían Wolf Beach, tenía la montaña tenia la forma de un lobo.

-Edward, estoy aquí-murmuro alguien detrás de mí. Me tense. Aquella no era la voz de mi Bella.

-¿Quién eres?-grite mirando hacia todos lados, el viento comenzaba a soplar con mas ferocidad.- ¡Sal de donde estés!

-Edward, estoy aquí-sentí a alguien jalarme de mi ropas rasgadas.-No mejor por aquí. Anda, no eres bueno jugando a las escondidas Il Mio Cantante.

-Victoria-murmure con la garganta seca.

-Aja-respondió ella agarrándome mis cabellos y escondiéndose nuevamente en la oscuridad de la noche. Sentí pánico, miedo.-Hay Mio Cantante, hueles tan bien.

-No me toques-grite cayendo en el suelo húmedo.

-Ashh, te estás ensuciando amor, ven deja que te levanto-ronroneo en mi oído. Tan caliente, tan sensual, mi marca de heroína.

-No me toques maldita-sisee temblando. Mientras gateaba en el suelo, sentí unas gélidas manos agarrarme la mandíbula fuertemente hasta producirme dolor.

-Ahhggg me duele-gemí de dolor, sentía como si me fuera a romper la mandíbula.

-Desearía que tus gemidos fueran de placer, no de dolor mí amado cantante.-su gélido y empalagoso aliento baño mi rostro. Sentí asco.

-Suéltame, déjame ir

-Dejarte ir? He buscando tu sangre por más de 167 años, no te dejare ir tan fácilmente, ah no primero vamos a jugar al gato y al ratón ¿te parece? Oh claro que si te parece, por supuesto que estás de acuerdo-ronroneo de nuevo ¿rayos que podría hacer? La muerte que tanto anhelaba estaba aquí, yo había venido directo hacia ella.

-Corre Edward, corre lo más rápido que puedas-ordeno ella. Y así lo hice, corrí y corrí a través del bosque rocoso, me caí varias veces y oía la risa de Victoria romper el silencio nocturno.

-Listo o no allá voy-sentí a la nómada vampiresa empujarme contra una árbol, no sé qué dolió mas el golpe o la sensación de oír una de mis costillas romperse.

-Que debilucho te has puesto, creí que eras mas fuerte- sus labios tocaron mi garganta, el dolor punzante de mis costillas era insoportable. Todo se volvió oscuro.

Desperté y si la luz brillante del sol, jadee e intente moverme hacia mucho frio, demasiado. El dolor punzante seguía allí pero ahora era más leve. Mire hacia todos lados, no había nadie. Estaba solo, solo en algún lugar que desconocía completamente.

Quizás… solo quizás Victoria se habría apiadado de mi, o quizás ya estaría muerto. Me levante y no lo pensé dos veces, corrí, tan fuerte como mis adoloridas piernas pudieron. Mierda, como pude caer en la trampa de aquella loca, como pude ser tan estúpido.

Me tropecé con una roca y caí de bruce, sentí dolor en mi frente, mis ropas estaban sucias y rasgadas. Me pregunte como las cosas habían tomado este rumbo, de ser una simple fiesta de Halloween, llego a ser una noche de verdad terrorífica.

-Edward?-una dulce voz, me trajo de nuevo mis recuerdos.-Edward… ¿Dónde estás?

-De verdad soy tu princesita? Dime que si!

-Si, mi princesa.

-Déjame en paz-grite jalándome los cabellos, sentí algo frio chorrear por mi frente, una herida. Estaba sangrando, ahora ella me encontraría más fácilmente.

Mire hacia el frente, y la vi allí, arriba del árbol sonriendo con los ojos negros. Tenía sed.

-Por favor, déjame en paz, solo vete-rogué mientras corría esta vez más lento, las fuerzas se me habían agotado de nuevo.

Las cosas habían tomado otro rumbo, un rumbo que aun me asustaba… la respiración agitada me delataba, el miedo era palpable aun en el aire frio casi congelado. Intente zafarme y correr mas no pude, la felina mujer me sujeto y me empujó contra un enorme abeto, sentí mas de mis costillas romperse y mis pulmones colapsar.

-No, no, no… Eres un chico muy malo-sonrió la mujer de cabellos color rojos intensos, tan rojos como la sangre mientras se acercaba nuevamente a mí. –Mmm hueles demasiado bien… Mi Cantante

Con las pocas fuerzas que tenia me limpie la sangre de mis labios, jadee en busca de aire… ¿Cómo es que había llegado aquí? De todos los millares de personas en este mundo esto tenía que ocurrirme a mi… no maldecía el día que la conocía a ella, jamás haría eso, yo la amaría eternamente, hasta que mi corazón dejara de latir, hasta que la dulce muerte me acogiera entre sus brazos, y me recibiera con un beso duce y frio.

-Te odio Victoria-murmure mientras el rostro fiera de la mujer estaba a milímetros del mio, sentí su mirada endurecerse.

-Yo te deseo, anoche no terminaste el juego humano te dormiste-rugió ella apretándome aun contra el abeto. Por que siempre ella, por que siempre Bella… primero James ahora este? Que le ven a esa estúpida.

-Bella es mejor que tú en todos los sentidos

-No lo sabes, aun no me has probado. A los hombres les gustan las mujeres rudas.

-Me das asco-gruñí empujándola un poco

-A James le gustaba Bella… pero aun así me tenía a mí como su consuelo.-dijo ella separándose un poco, aproveche eso y corrí, voltee tontamente hacia atrás, ella seguía estática.

La lluvia fría caía sobre mi piel, la sensación de frio mitigaba el dolor punzante que recorría mi torso. Un único gemido lastimero salió de mis labios, me dolía mas la sensación de estar sin ella, me dolía la sensación de no saber qué había pasado con ella. ¿Dónde estás mi Bella? ¿Dónde estás? ¿Estarás bien? ¿No te habrá pasado algo? Sin querer una lagrima cayo por mi rostro y se fundió con las gotas de lluvia.

-Que paso muchacho? Ya no quieres jugar más? Que aburrido eres… bueno terminemos con este juego de una vez por todas, ya me aburriste.

Victoria me tomo por el cuello de mi chaqueta y se acerco a mi cuello lentamente, cerré los ojos y pensé en ella… había cumplido mi promesa, pensar en ella hasta mi último segundo de vida…

-Bella te quiero-murmure

Un aullido se oyó a lo lejos, sonreí mas no abrí los ojos… yo sabía quién era.

No sé que mas abra pasado, no recuerdo más de aquel horrible día. Lo único que lleno mi mente fue el momento en el que abrí los ojos y me encontré con los orbes azules de mi madre, llenos de lágrimas.

-Amor, chiquito despertaste-me abrazo con delicadeza y me dio un beso en la frente.

-Mamá… d-donde estoy? –gemí cuando sentí el dolor apoderarse de mi cuerpo.

-En el hospital, pero Shhh amor, todo estará bien-dijo ella dulcemente-Llamare a una enfermera.

-Vale-murmuré mirando hacia el techo, el dolor se hacía cada vez más latente. Pero no era el dolor físico, el dolor del alma, del corazón, todo este tiempo me la pase diciendo que mi alma se había marchado con ella, que mi corazón se lo había llevado ella. Pero en realidad no… estos estaban conmigo, estos siempre estarían conmigo. La imagen que yo tenía de Bella en mi cabeza era una imagen falsa, las malditas cartas que escribía cada noche jamás llegarían a su mano, ella jamás sabría cuanto daño y cuanta falta me hacía. A ella no le importaba. Entonces esto se acabo… ¿había terminado? Aquí en este cuarto de Hospital, yo Masen había por así decirlo… aceptado que jamás volvería a verla, que aquella carta del estacionamiento la escribió Victoria no ella, a ella yo no le interesaba.

-Hey, Aplastadoward, como te sientes?-murmuro Leah entrando por la puerta, sus ojos lucían rojos. Había estado llorando por supuesto.

-Algo mejor-gemí

-Debí llegar más a tiempo, debí haberte encontrado más rápido… todo esto es mi culpa, todo es mi maldita culpa.-lloro ella a los pies de la camilla.

-No, no lo es Lee

-Sí, si lo es… si yo no te hubiera dicho aquellas cosas tan feas, tu estarías bien… ahora mírate! Tienes 6 costillas rotas, un pulmón lastimado, una pierna rota y una herida en la cabeza…

-No importa… de verdad no importa Leah…

-Pero

-Leah quiero estar solo, te lo ruego… no solo me duele el cuerpo, si no el alma, acabo de romper oficialmente mi relación con Bella y esta mierda duele más que cualquier herida del cuerpo… hazme un favor, ¿puedes?

-Claro, lo que sea… por ti daría mi vida

-Ve a mi casa, en mi habitación tengo un libro… una especia de cuaderno, eso ya no importa

-¿Qué quieres que haga con el cuaderno?

-Quémalo, tíralo al mar, haz lo que tú quieras con eso, pero si en algo respetas mi privacidad, no lo leas te lo ruego.-las lagrimas que tanto había intentado retener estaban cayendo finalmente por mi rostro, lagrimas de dolor, lagrimas de furia, ira contra ella… todo eso jamás habría pasado si ella no hubiera jugado conmigo. Pero luego venia mi maldito y enfermo corazón a decirme que la perdone, que ella solo había sido sincera.

-Lo haré, vuelvo enseguida te lo prometo.- asentí y vi a Leah alejarse de la habitación blanda lentamente.

De nuevo estaba solo.

Luego de una semana salí del hospital, tenía la pierna enyesada, un vendaje en la cabeza y una especie de faja/vendaje en las costillas. Todos mis compañeros habían ido a visitarme aquella semana, hasta Jacob Black, el menos pensado.

Todos ellos intentaban hacerme sentir mejor, aunque Jacob solo me trajo la noticia de que mi monovolumen había muerto… ellos necesitaron sacrificarlo para inventar una historia creíble a los ojos de los demás. Tontamente llore por aquel auto, había sido un fiel compañero, yo lo quería tal y como se quiere a un perro o alguna otra mascota. Leah casi mata a Jacob por habérmelo dicho.

Las cosas iban mejorando, aunque en esa semana Leah no me dijo que era lo que había pasado con Victoria. Y no es que me interesara saber después de todo.

Cuando llegue a mi casa y con la ayuda de mi padre subí a mi habitación me halle la sorpresa de que todo estaba diferente allí, Leah, Jessica, Angela, Eric y algunos mienbros de la manada lo habían remodelado. Ya no era aquella vieja habitación de mi infancia, ya no era aquel dulce lugar en donde Bella y yo nos acurrucábamos hasta quedar dormidos, ya no era aquel amargo lugar en donde mi melancolía impregno todas las paredes, ya no era la habitación del poeta del dolor…

Ya no había más Poeta del dolor, ya no… el sí que se había marchado a buscar a su musa enamorada.

-Esto es… rayos no quiero llorar-dije mirando las paredes, cada una de ellas tenía algo especial que me recordaba a mis amigos. Jessica había pintado algunas mascaras recodándome así el baile de primavera, Angela había puesto una panel de fotografías, en algunas estaban ellos, en otras Leah y los de manada, y en una de ellas estaba yo con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Recordé el primer día de clases, los flases en mi rostro. Eric simplemente puso carteles de grupos de música que me gustaban, Death cab for cutie, Grizzly Bear, Band of Horses, Take that, entre otros. Sonreí mas no pude recordar nada con aquello. Leah pinto un lobo inmenso justo al lado de mi cama, se notaba que la chica tenía arte para estas cosas, y había un cuadro cerca de mi puerta que decía: Espero que esto te haga sonreí, si es así…amare a este nuevo Edward.

Tenía a las mejores personas del mundo a mi lado, eran mis amigos. Había una sorpresa mas, Steve y Nicholas habían venido a visitarme, claro que no me saludaron hasta después que Leah les dijo que si me lastimaban alguna parte de mi cuerpo estarían muertos.

Al llegar la noche todos se fueron, mi madre se quedo a despedir a Steve y a Nicholas, ellos tenían que marcharse… en todo Arizona los institutos estaban en exámenes finales antes de las vacaciones de Navidad.

Solo quedamos yo y Charlie, este se sentó en un sillón que el mismo Billy Black había tallado. Yo me acosté en mi cama, pensativo.

-No pienses tanto Edward, quedaras sin cabellos-dijo Charlie mientras me miraba.

-¿Qué?-sonreí confundido.

-Nada, nada… un chiste sin sentido de tu viejo padre…Esto Edward, me alegra que estés bien. Ojala y la pesadilla haya acabado, ojala y mi hijo sea feliz de nuevo.

-Soy feliz con esto que tengo-respondí-Soy feliz contigo y con mamá, con Leah y los demás… antes no tenía nada, ahora tengo demasiado.

-Eso es muy profundo… sabes cuando yo y tu madre nos separamos y ella te alejo de mi yo solo pensaba en hacer cosas estúpidas, no había noche ni día en los cuales yo no pensara en ustedes… los amaba demasiado, fui un tonto por no haberlos perseguido hasta Arizona… ese fue mi error Eddie, tengo pegarlo ahora. Veras cuando me dijiste que tu y Bella ya habían tenido relaciones me asuste ya que mi niño ya había crecido… sabia que esto pasaría pero todo paso tan rápido; luego ustedes dijeron que se casarían, ahí sentí que iba a morir… pero ya sabes, los hijos algún día dejaran el hogar… luego cuando te encontré en aquel bar, me rompiste el corazón, verte así… fue terrible, y la culpe a ella, y aun lo sigo haciendo si tu no la hubieras conocido nada de esto hubiera pasado Eddie pero único bueno es que esto te ha servido de experiencia, hijo.

-Gracias por tus palabras papá… perdón por todo, yo no quería hacerte daño…

-Recuerdo cuando tenías 7 años, habías venido de vacaciones, una vez viniste corriendo a mi habitación por que te asustaban los truenos, ese día jure que siempre te protegería Eddie, que siempre estaría allí cuando me necesitases.

-Y te doy gracias por ello

-Hijo no soy partidario del “Un clavo saca a otro clavo” yo lo intente alguna vez pero no sirvo como Don Juan, pero veo que tienes a alguien que de verdad te ama, Leah te ama, y a veces es mejor fijarse en quien te quiere más a quien tu quieres mas. Estas cansado Eddie, buenas noches

Charlie se levanto vino hacia mí y como lo hacía cuando yo era pequeño me despeino los cabellos y me dijo.

-Buenas noches campeón.

-Buenas noches papá

Me quede solo, pero esta vez sabia que cuando despertara a la mañana siguiente tendría a personas que me amaban, personas que no me dejarían, personas que no jugarían conmigo. Me levante silenciosamente de mi cama, a pesar de que el doctor y mi madre habían dicho que no me moviese de allí. Me dirigí hacia la venta y murmure:

-Buenas noches Bella, siempre estarás en mi corazón pero es hora de dejar de pensar en mi… te amo, eso lo sabes… te tengo que dejar ir.

Y era como si algo o alguien viniera y me dijera dulcemente en el oído.

Se feliz.


N.T Pues he aquí la 2 parte, chicas ya les dejare las bio de los demás! Nadie se queda sin Biografías y la sorpresa viene pronto!!!!Ah y bueno, ojala y hayan escuchado este capi junto con las canciones que les recomendé, es que así es mas dramático xD

El ultimo capi viene pronto, ahh y ya saben todo puede pasar si Brrizza y yo así lo decidimos *risa malévola*