lunes, 16 de agosto de 2010

Trailer de Solsticio


Bueno, aquí esta el vídeo que me llevo horas, y horas y un buen jalón de orejas T.T espero que les guste, cuando tenga una cuente en YouTube lo subiré en mejor calidad! Las quiero esto va dedicado a Briizza, si hoy fue su primer día de prepa! Briizza TKM!!!!

Comenten y díganme, hay una sorpresa en los créditos!

domingo, 8 de agosto de 2010

How to Disappear Completly MI MUSA!


Realmente Hermosa, cuando la escuche, OH DIOS! Los sentimientos que según yo Edward estaba teniendo vinieron a mi mente, y el de verdad se siente así de triste, ya que como saben Bella fue su primer TODO, primera novia, primer beso, primer... bueno TODO, y pues el como en la mente de Briiza y mía es un chico tierno, dulce, amoroso, HERMOSO, y todo eso, pues es como que mas difícil lidiar con esto.
No quería hacer muy emo, o mejor dicho Gay al escribirlo, si lo hice, lo siento... soy muy rara cuando escribo me sumerjo y ya, mi hermana Briizza es la que me da un alto y ella le pone humor y cordura a las cosas emo que escribo, lo siento xD


Y esta me encanta, simplemente... WOW, estaba escuchándola cuando escribí lo que Victoria y Edward... algo medio raro no? Pero espero y os haya gustado, en especial a mi hermanita Briizza!
Y eso es todo.... ahhh aqui les dejo un Spoiler del próximo capi esta canción estará presente cuando lo terminemos de escribir.


La letra de la cancion:

close your eyes
let me touch you now
let me give you something
that is real
close the door
leave your fears behind
let me give you
what you're giving me
you are the only thing
that makes me want to live at all
when i am with you
there's no reason to pretend that
when i am with you
i feel flames again
just put me inside you
i would never ever leave
just put me inside you
i would never ever leave you

Si saben Ingles pues... ya se darán cuenta ¿no?
Aquí la traducción hecha por mi, allá en la red no hay una traducción decente ¬¬:

Cierra tus ojos
déjame tocarte ahora
déjame darte algo
que sea real
Cierra la puerta
deja tus miedos atrás
Déjame darte
lo que tu me estas dando
Tu eres la única cosa
que me hace querer vivir
Cuando estoy contigo
no hay razones para pretender
que cuando estoy contigo
siento las llamas de nuevo
solo ponme dentro de ti
Yo jamas me iría
Solo ponme dentro de ti
Nunca jamas te dejaría

¿A quien creen que le va mejor la canción? A Leah? o a Bella? Piensen la que acierte se lleva la primicia de la sorpresa que les tengo preparada!
Atte: Rose

Capitulo #26 SEGUNDA PARTE

Antes de leer, en la 1 parte no puse mi lista de canciones recomendadas, lo siento, la lista es esta:

-How To Disappear Completely - Radiohead
-Sure as Hell - This Providence
-Return to Me - Sparklehorse
*Para la 2 parte es esta:
-Pills - The Perishers
-True Love waits - Radiohead
-Let myself Fall - Rosie Thomas
-Flames - VAST

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Steph Meyer… (¿Mas que obvio no?) Nosotras solo jugamos un poco con ellos xD
-Letra normal: dialogo. (Obviamente)
-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.

Capitulo #
26 Parte 2

Wolf Beach route, Halloween y Victoria


-Más alto, por favor-reía ella mientras sus ricitos danzaban con el viento.

-Amor, no puedo ir mas alto ¿sabes me haría tu madre si me viera? Se enojaría demasiado con nosotros

-Awwww-la pequeña de rizos cobrizos hizo un puchero. Aquellos que me quitaban la respiración, una respiración que no me era necesaria ahora.

-Anda, mejor jugamos a las escondidas ¿te parece?-la guie hacia el hermoso prado soleado, miles de lucecillas danzaban a nuestro alrededor.

-Tu piel es tan bonita, desearía brillar así, eres mi estrellita ¿Verdad? Tu y mami…

-Sí que lo soy, te amo mucho princesita.

Desperté nuevamente agitado y sudoroso, el cuarto oscuro me indicaba que aun no había amanecido pero el reloj se negaba a hacerle caso, eran las 8:45. Sería uno de esos días nublados, en si… el otoño estaba dándole paso al invierno después de todo.

-Mierda… de nuevo aquel maldito sueño-murmure restregándome los ojos. Como siempre aquel estúpido e insulso sueño… siempre era con aquella niña.

-Mi amor, estas despierto- la alegre y efusiva vos de mi madre lleno mi habitación, abrió mi puerta inesperadamente y yo me cubrí con mis sabanas.

-Rayos mamá, podrías siquiera tocar la puerta- grite enfadado y avergonzado.

-Anda hijo, yo te he cambiado los pañales, no tienes por qué tener vergüenza conmigo. Hay este niño deja las cosas tiradas por todas partes, en Arizona él no era así… Charlie, tendremos una charla… algunas cosas tendrán que cambiar por aquí.

Rodé los ojos… mi madre y su paranoia.

-Bien… lo sé pero aun así… me da vergüenza.

-Ve a bañarte, el desayuno ya está listo, te deje tu ropa limpia en el planchador; ah una de tus amigas te hablo temprano quieres que vayas a su casa para coordinar sobre sus trajes de esta noche, me parece gentil aquella muchacha al menos su vos lo era.

-Es la hija de Sue Clearwater ¿te acuerdas de ella?

-Ah Sue! Si claro, iré a verla ¿vamos juntos a La Push? Sue era siempre tan gentil conmigo…

-Claro mamá, te dejo allí y de paso iré a ver que se trae Lee entre manos.

Cuando me hube bañado, cambiado y tomado el desayuno yo y mi madre emprendimos rumbo a La Push.

En cuanto mi madre vio a Sue se lanzo a sus brazos, ambas parecían estar felices de haberse vuelto a ver. Platicaron y platicaron y me tenían en una encrucijada hasta que Leah vino de nuevo a mi rescate. No sin que mi madre alabara la Belleza y sencillez de Leah.

-Hey… nunca había visto a mi madre tan feliz-rio Leah mientras caminábamos por los alrededores de la reserva.

-Bueno, mi madre es muy efusiva con todo el mundo… ya la conocerás… se quedara aquí por un buen tiempo al menos dice que hasta que yo engorde unos cuantos quilos ¿Qué acaso estoy tan delgado?

-Hey, estas más que eso… ¿Eres Esqueletoward o algo así?

-No me causa gracia Leah-le dedique una mirada molesta… qué onda con lo de “Emoward” “Zombieward” y ahora con “Esqueletoward” era como poner el cherry en el helado.

-Anda tu sabes que ha sido gracioso-rio ella mientras tomaba mi mano, mano que yo aleje enseguida. Ella me miro sorprendida, pero luego asintió.

-Muy pronto aun?

-Esto… si…

-Ok, soy paciente… pero ojala y la loca de Stanley no se me adelante ni me quiera quitar el puesto de mejor amiga por que si no, ya verá.

-Eres todo un caso Lee.

Caminamos y caminamos hasta que llegamos a una especia de cabaña roja casi en medio de toda la reserva.

-Hey Jake!-grito Leah tirando una piedrecilla en la ventana lateral de la casa.

-Leah, que gusto tenerte de vuela y lo mismo digo por ti Edward, se te extrañaba correteando por aquí-la amigable voz de Billy Black me trajo varios recuerdos, recuerdos que debía hacer a un lado.

-Hola Billy-sonreí tímidamente.

-Pasen, vengan a tomar algo, esta helado allí afuera.

-No Billy solo vine a pedirle a Jake algo de grasa de máquina, ya sabes te comente lo de los disfraces anoche. Que no me haga revelar mi plan…

-Ah sí, anda esta atrás en la “guarida” Donde más estaría aquel flojo…

-Ok, Edward me esperas aquí? Iré a buscar a Jake.

-Anda ve, no te preocupes-asentí mientras veía a Leah correr hacia atrás de la casa.

-Y Edward, como te has sentido?-Billy comenzó a hablar, me sentí de repente incomodo.

-Amm… Bien…

-Sí, tu energía me dice que estas débil, los espíritus no mienten Edward, necesitas olvidar para estar completo, necesitas dejar de pensar y serás feliz nuevamente.

-Ahhh Ok…-me sentía de verdad incomodo al escuchar aquello de espíritus y de todas esas tonterías Nativas.

-Es de verdad Edward, tu aura tiene dos caminos, uno te llevara a la felicidad y el otro a la destrucción, solo hay fuego, los espíritus muestran que te consumes en un gran fuego… sería un gran precio el que tendrías que pagar si escoges el mal camino, si te equivocas de nuevo esta vez ya no habrá vuelta atrás…

-Anda papá no asustes al bebé con tus cosas ancestrales-la vos de Jacob Black me saco de aquel trance.

-Lo siento si te asuste Edward-se disculpo Billy moviendo las ruedas de su silla.

-Ya tengo todo lo que necesito Edward, ven vámonos-sonrió Leah jalando de mi mano, oi el leve gruñido de Jacob y le mire.

-Y de que se va a disfrazar ¿De sanguijuela? al igual que la familia de su amante, la mestiza chupasangre-se rio malévolamente. Algo en mi rugió con furia… no iba a permitir que nadie insultase mi recuerdo.

-Cállate imbécil-rugí acercándome al estúpido hijo de Billy.

-Shhh, anda vámonos Edward… no llamemos la atención de los otros-Leah lucia preocupada-Y tu Jacob compórtate como Alfa y no le des toda la responsabilidad a Sam si no querías ser Alfa debiste decirlo antes.

Jacob dejo escapar otro gruñido y su cuerpo comenzó a estremecerse, iba a entrar en fase. Billy se acerco a su hijo y por un momento sentí pánico ¿Qué pasaría si lastimaba a Billy?

-Anda váyanse, yo detendré a este hormonal idiota-Billy miro a Jacob mientras le jalaba de sus ropas, Jacob miro a su padre y se tranquilizo.

Leah me jalo prácticamente hasta su casa, en todo el camino venia torturándose por lo estúpida e inconsciente que había sido, claro que aquellas palabras jamás salieron de su boca.

-¿Qué paso?-Sue y mi madre exclamaron al unisonó mientras venían a nuestro encuentro. Leah y yo nos miramos y negamos con nuestras cabezas.

-No mientas Edward Anthony, tienes la cara roja ¿se han peleado?

-No, madre… no me digas Anthony… lo odio

-Lo siento bebé- dijo mi madre dándome un abrazo, por lo menos hizo a Leah reír.

Leah me invito a pasar a su sala, era tal y como la recordaba, sencilla pero acogedoramente perfecta, Seth estaba sentado jugando videojuegos con Embry. Tocaron el tema de nuestra “discusión” son Jacob pero aquello pareció divertirles en vez de enfadarles.

Leah me dijo que nos disfrazaríamos de zombies, pero no de aquellos zombies asquerosos… si no de Zombies bien vestidos, algo ojerosos, y pálidos. Aquello me pareció más la descripción de un vampiro…

Acordamos reunirnos a las 6:30 en el Instituto, Leah manifestó que Seth la llevaría que no necesitaba preocuparme tanto por ella.

Mi madre estaba entusiasmada hasta perder la razón por la idea, cuando la hora del almuerzo llego ella le conto a Charlie todo, exactamente todo efusivamente y además dijo lo mucho que le había gustado Leah, que si era una muchachita encantadora que si era muy buena estudiantes… blah, blah…

Charlie le escuchaba atento, y sonriente… se le veía ¿enamorado? Me pregunte si podría haber una posibilidad para ellos… tal vez algún día ellos podrían estar juntos, quien sabe… a veces el destino nos juega bromas inesperadas, como yo… se suponía que me casaría, que sería feliz con Bella, que me convertiría en vampiro… que tendríamos la eternidad… pero no.

Al llegar las 5 mi madre me mando a la ducha, al salir ella me mando a cambiar, me puse unas ropas algo rasgadas y un poco cubiertas de fango… se veían bien, no lucían tan asquerosas. Despeino mi cabello y me puso una especie de crema blanquecina en el rostro, algo de la grasa que Leah me había dado y listo. Me sentí niño otra vez… tal y como mi madre hacia en Arizona cuando era Halloween y Steve, Nicholas y yo salíamos a pedir dulces.

Partí hacia el instituto a las 6, quería llegar temprano por si necesitaban mi ayuda por allí, ni siquiera me atreví a mirarme al espejo… antes de irme vi que la casa tenía dos calabazas al frente y recordé que en la mesa de la sala había un tazón lleno de caramelos. Rayos mi madre era biónica ¿o qué?

-Hola Eric ¿y que se supone que eres?-dije mirándolo de arriba para abajo cuando baje de mi coche.

-No es obvio que soy Tarzán?-dijo el tiritando de frio. Rayos me congelo, me congelo… pero ojala que esto conquiste a Angela!

-Ok… con eso seguro y que conquistas a Angela-bromee, Eric y yo caminamos juntos hacia el gimnasio, lucia podríamos decir que bien, adornados con murciélagos de plásticos y telarañas de lana.

-Edward viniste-grito Jessica arrojándose a mis brazos, vestía un traje ajustado negro que hacía alusión a CatWoman, se veía muy linda.-Te ves genial, Ummm vampiro SEXY-

-NO SOY UN MALDITO VAMPIRO.- grite, todos voltearon a verme sorprendidos.-Lo siento… no se que me paso-me disculpe.

-Ok, calma, calma-exclamo Mike, dándome golpecitos en el hombro. Mike lucia completamente ridículo, imitando a Tom Cruise en la película Risky Bussines. En serio solo traía puesta una camisa y calzoncillos? Todos se rieron de él, y con eso los ánimos volvieron a calmarse.

Casi a las 6:59 llego Leah quien se veía hermosa en su traje de zombie, su cabello había crecido un poco, y sus ojeras falsas la hacían lucir muy bonita.

-Llegas tarde Clearwater-le reclame, jalándole levemente de una oreja.

-Lo siento, Seth me trajo en la moto de Jake… esa máquina es mortal solo te digo eso. Dios Eddie luce completamente sexy, se ve estupendo.

Me sonroje.

La noche paso rápidamente, recogíamos los vasos que los demás dejaban caer al piso, limpiábamos los platos sucios… y platicábamos otro rato. Todos parecían divertirse. Leah y yo nos fuimos a sentar cerca de las graderías, bebiendo algo de ponche negro… Angela lo había preparado gracias a Dios.

-Hey Lauren, has visto a la horrenda chica nativa ¿qué es lo que trae puesto?-rio Claire una muchacha de 3 año. La mire enfadado ya que hacia sus comentarios en voz alta como para que Leah y yo los escuchásemos. Leah me miro y sonrió meneando la cabeza.

-Sí, que desubicada… pobrecilla y ahora viste que no se desprende de Masen, que convenenciera… en si aquella mugrosa pobretona jamás lograra conquistar a Edward, ese idiota sigue pensando en la rarita. Vaya ridícula, que horrible traje, además huele tan feo como ella.

Esto ya no me gustaba… no iba a permitirle a aquellas horribles lechuzas hablar mal sobre mi mejor amiga.

-Hey tu nariz operada-le grite a Lauren, ella me miro ofendida.-No te atrevas a hablar mal sobre Leah ¿entendiste?

-Yo? Y a ti que te importa Masen, o que… le vas a decir a tu papi o mejor dicho a Isabella Cullen, upsss ella ya no está, te dejo-ambas se rieron a carcajadas. Leah se levanto y se zafo de mi agarre con facilidad.

-Tú y tu maldita, no le hablen a si a Edward o si no les juro que las dejare mas desfiguradas de lo que ya estan.

-Cállate morenita, no nos digas que hacer aquí tú no eres nadie, por que no te vas a tu reserva con tus amigos los indios, a hacer flechas y cazar animales salvajes.

Note a Leah temblar, y me horroricé, si ella entraba en fase aquí todo el secreto Quileute quedaría al descubierto.

-Leah ven vámonos-la jale del brazo. Las matare, las matare…

-No, yo no voy a huir de estas malditas-grito ella, de repente todo el mundo nos estaba observando, sabía que todo sería un desastre. Rayos.

-Déjenla en paz-grite mientras intentaba alejar a Leah, Jessica, Angela y Eric vinieron en mi ayuda.

-Anda Clearwater, vámonos no peles con estas brujas-Jesica miro enfadada a Lauren.

-No, esto es por honor ahora.

-Anda Leah deja tu honor de lado, vas a cometer una locura.

-Tu si quieres vete, eres tan cobarde, nunca defiendes nada de lo que quieres con razón aquella sanguijuela te dejo-grito Leah de repente se llevo sus dos manos a la boca, en sus ojos había arrepentimiento, pero el daño ya estaba hecho.

-Genial-dije soltándola.

Me escabullí entre la multitud, triste, decepcionado… herido por la única persona que ahora podía lastimarme.

Sentí mis ojos picar pero negué las lagrimas salir, desde aquella vez que llore ridículamente en mi habitación me había jurado no llorar de nuevo.

Fui directamente hacia el estacionamiento y encontré una nota en el limpiaparabrisas. Leah no era tan rápida, y además ella no me hubiera dejado una nota.

La abrí y el hueco en mi pecho empezó a doler.

Edward, te amo... lo siento tanto, fue un error dejarte, esto me está matando te quiero devuelta en mi vida. Te esperare en la ruta de la muerte, escapémonos juntos, seamos felices, vivamos nuestra eternidad juntos, solos tu y yo.

A tte: Tu Bella.

Sentí la alegría apoderarse de mi pecho, bese la carta, rayos ella me quería de vuelta. De nuevo me sentía vivo. ¡Ella me amaba, me amaba de nuevo!

No supe en que instante me había montado en el coche, y menos aun en que instante me encontraba en camino a la única ruta de la muerte que yo concia en todo Forks.

Wolf Beach Route.

Mire mi reloj, eran las 23:00, sentí mi celular vibrar continuamente en mi bolsillo. Eso no importaba ahora. Nada era mi importante que mi Bella.

Llegue a las 23:45 estacione en el mismo lugar que la anterior vez. Impaciente, ansioso, y ridículamente enamorado.

-Bella ya estoy aquí! Amor sal te lo ruego!-grite eufórico. Más nadie contesto.

-¿Bella? ¿Amor?-me estaba comenzando a preocupar… ¿y si esto era una broma? No… no… ella había vuelto por mí, ella me amaba, ella me quería de vuelta en su vida.

-¡Bella!-grite sin fuerza mientras me dirigía a un costado de la carretera, escalando algunas rocas para adentrarme al bosque, escuche una risilla, era ella, era ella mi Bella.

-Bella, eres tú? No te escondas-escale con más velocidad y al fin estuve en la cima de la colina, el precipicio lucia aun mas terrorífico desde aquí, me di cuenta de por qué le decían Wolf Beach, tenía la montaña tenia la forma de un lobo.

-Edward, estoy aquí-murmuro alguien detrás de mí. Me tense. Aquella no era la voz de mi Bella.

-¿Quién eres?-grite mirando hacia todos lados, el viento comenzaba a soplar con mas ferocidad.- ¡Sal de donde estés!

-Edward, estoy aquí-sentí a alguien jalarme de mi ropas rasgadas.-No mejor por aquí. Anda, no eres bueno jugando a las escondidas Il Mio Cantante.

-Victoria-murmure con la garganta seca.

-Aja-respondió ella agarrándome mis cabellos y escondiéndose nuevamente en la oscuridad de la noche. Sentí pánico, miedo.-Hay Mio Cantante, hueles tan bien.

-No me toques-grite cayendo en el suelo húmedo.

-Ashh, te estás ensuciando amor, ven deja que te levanto-ronroneo en mi oído. Tan caliente, tan sensual, mi marca de heroína.

-No me toques maldita-sisee temblando. Mientras gateaba en el suelo, sentí unas gélidas manos agarrarme la mandíbula fuertemente hasta producirme dolor.

-Ahhggg me duele-gemí de dolor, sentía como si me fuera a romper la mandíbula.

-Desearía que tus gemidos fueran de placer, no de dolor mí amado cantante.-su gélido y empalagoso aliento baño mi rostro. Sentí asco.

-Suéltame, déjame ir

-Dejarte ir? He buscando tu sangre por más de 167 años, no te dejare ir tan fácilmente, ah no primero vamos a jugar al gato y al ratón ¿te parece? Oh claro que si te parece, por supuesto que estás de acuerdo-ronroneo de nuevo ¿rayos que podría hacer? La muerte que tanto anhelaba estaba aquí, yo había venido directo hacia ella.

-Corre Edward, corre lo más rápido que puedas-ordeno ella. Y así lo hice, corrí y corrí a través del bosque rocoso, me caí varias veces y oía la risa de Victoria romper el silencio nocturno.

-Listo o no allá voy-sentí a la nómada vampiresa empujarme contra una árbol, no sé qué dolió mas el golpe o la sensación de oír una de mis costillas romperse.

-Que debilucho te has puesto, creí que eras mas fuerte- sus labios tocaron mi garganta, el dolor punzante de mis costillas era insoportable. Todo se volvió oscuro.

Desperté y si la luz brillante del sol, jadee e intente moverme hacia mucho frio, demasiado. El dolor punzante seguía allí pero ahora era más leve. Mire hacia todos lados, no había nadie. Estaba solo, solo en algún lugar que desconocía completamente.

Quizás… solo quizás Victoria se habría apiadado de mi, o quizás ya estaría muerto. Me levante y no lo pensé dos veces, corrí, tan fuerte como mis adoloridas piernas pudieron. Mierda, como pude caer en la trampa de aquella loca, como pude ser tan estúpido.

Me tropecé con una roca y caí de bruce, sentí dolor en mi frente, mis ropas estaban sucias y rasgadas. Me pregunte como las cosas habían tomado este rumbo, de ser una simple fiesta de Halloween, llego a ser una noche de verdad terrorífica.

-Edward?-una dulce voz, me trajo de nuevo mis recuerdos.-Edward… ¿Dónde estás?

-De verdad soy tu princesita? Dime que si!

-Si, mi princesa.

-Déjame en paz-grite jalándome los cabellos, sentí algo frio chorrear por mi frente, una herida. Estaba sangrando, ahora ella me encontraría más fácilmente.

Mire hacia el frente, y la vi allí, arriba del árbol sonriendo con los ojos negros. Tenía sed.

-Por favor, déjame en paz, solo vete-rogué mientras corría esta vez más lento, las fuerzas se me habían agotado de nuevo.

Las cosas habían tomado otro rumbo, un rumbo que aun me asustaba… la respiración agitada me delataba, el miedo era palpable aun en el aire frio casi congelado. Intente zafarme y correr mas no pude, la felina mujer me sujeto y me empujó contra un enorme abeto, sentí mas de mis costillas romperse y mis pulmones colapsar.

-No, no, no… Eres un chico muy malo-sonrió la mujer de cabellos color rojos intensos, tan rojos como la sangre mientras se acercaba nuevamente a mí. –Mmm hueles demasiado bien… Mi Cantante

Con las pocas fuerzas que tenia me limpie la sangre de mis labios, jadee en busca de aire… ¿Cómo es que había llegado aquí? De todos los millares de personas en este mundo esto tenía que ocurrirme a mi… no maldecía el día que la conocía a ella, jamás haría eso, yo la amaría eternamente, hasta que mi corazón dejara de latir, hasta que la dulce muerte me acogiera entre sus brazos, y me recibiera con un beso duce y frio.

-Te odio Victoria-murmure mientras el rostro fiera de la mujer estaba a milímetros del mio, sentí su mirada endurecerse.

-Yo te deseo, anoche no terminaste el juego humano te dormiste-rugió ella apretándome aun contra el abeto. Por que siempre ella, por que siempre Bella… primero James ahora este? Que le ven a esa estúpida.

-Bella es mejor que tú en todos los sentidos

-No lo sabes, aun no me has probado. A los hombres les gustan las mujeres rudas.

-Me das asco-gruñí empujándola un poco

-A James le gustaba Bella… pero aun así me tenía a mí como su consuelo.-dijo ella separándose un poco, aproveche eso y corrí, voltee tontamente hacia atrás, ella seguía estática.

La lluvia fría caía sobre mi piel, la sensación de frio mitigaba el dolor punzante que recorría mi torso. Un único gemido lastimero salió de mis labios, me dolía mas la sensación de estar sin ella, me dolía la sensación de no saber qué había pasado con ella. ¿Dónde estás mi Bella? ¿Dónde estás? ¿Estarás bien? ¿No te habrá pasado algo? Sin querer una lagrima cayo por mi rostro y se fundió con las gotas de lluvia.

-Que paso muchacho? Ya no quieres jugar más? Que aburrido eres… bueno terminemos con este juego de una vez por todas, ya me aburriste.

Victoria me tomo por el cuello de mi chaqueta y se acerco a mi cuello lentamente, cerré los ojos y pensé en ella… había cumplido mi promesa, pensar en ella hasta mi último segundo de vida…

-Bella te quiero-murmure

Un aullido se oyó a lo lejos, sonreí mas no abrí los ojos… yo sabía quién era.

No sé que mas abra pasado, no recuerdo más de aquel horrible día. Lo único que lleno mi mente fue el momento en el que abrí los ojos y me encontré con los orbes azules de mi madre, llenos de lágrimas.

-Amor, chiquito despertaste-me abrazo con delicadeza y me dio un beso en la frente.

-Mamá… d-donde estoy? –gemí cuando sentí el dolor apoderarse de mi cuerpo.

-En el hospital, pero Shhh amor, todo estará bien-dijo ella dulcemente-Llamare a una enfermera.

-Vale-murmuré mirando hacia el techo, el dolor se hacía cada vez más latente. Pero no era el dolor físico, el dolor del alma, del corazón, todo este tiempo me la pase diciendo que mi alma se había marchado con ella, que mi corazón se lo había llevado ella. Pero en realidad no… estos estaban conmigo, estos siempre estarían conmigo. La imagen que yo tenía de Bella en mi cabeza era una imagen falsa, las malditas cartas que escribía cada noche jamás llegarían a su mano, ella jamás sabría cuanto daño y cuanta falta me hacía. A ella no le importaba. Entonces esto se acabo… ¿había terminado? Aquí en este cuarto de Hospital, yo Masen había por así decirlo… aceptado que jamás volvería a verla, que aquella carta del estacionamiento la escribió Victoria no ella, a ella yo no le interesaba.

-Hey, Aplastadoward, como te sientes?-murmuro Leah entrando por la puerta, sus ojos lucían rojos. Había estado llorando por supuesto.

-Algo mejor-gemí

-Debí llegar más a tiempo, debí haberte encontrado más rápido… todo esto es mi culpa, todo es mi maldita culpa.-lloro ella a los pies de la camilla.

-No, no lo es Lee

-Sí, si lo es… si yo no te hubiera dicho aquellas cosas tan feas, tu estarías bien… ahora mírate! Tienes 6 costillas rotas, un pulmón lastimado, una pierna rota y una herida en la cabeza…

-No importa… de verdad no importa Leah…

-Pero

-Leah quiero estar solo, te lo ruego… no solo me duele el cuerpo, si no el alma, acabo de romper oficialmente mi relación con Bella y esta mierda duele más que cualquier herida del cuerpo… hazme un favor, ¿puedes?

-Claro, lo que sea… por ti daría mi vida

-Ve a mi casa, en mi habitación tengo un libro… una especia de cuaderno, eso ya no importa

-¿Qué quieres que haga con el cuaderno?

-Quémalo, tíralo al mar, haz lo que tú quieras con eso, pero si en algo respetas mi privacidad, no lo leas te lo ruego.-las lagrimas que tanto había intentado retener estaban cayendo finalmente por mi rostro, lagrimas de dolor, lagrimas de furia, ira contra ella… todo eso jamás habría pasado si ella no hubiera jugado conmigo. Pero luego venia mi maldito y enfermo corazón a decirme que la perdone, que ella solo había sido sincera.

-Lo haré, vuelvo enseguida te lo prometo.- asentí y vi a Leah alejarse de la habitación blanda lentamente.

De nuevo estaba solo.

Luego de una semana salí del hospital, tenía la pierna enyesada, un vendaje en la cabeza y una especie de faja/vendaje en las costillas. Todos mis compañeros habían ido a visitarme aquella semana, hasta Jacob Black, el menos pensado.

Todos ellos intentaban hacerme sentir mejor, aunque Jacob solo me trajo la noticia de que mi monovolumen había muerto… ellos necesitaron sacrificarlo para inventar una historia creíble a los ojos de los demás. Tontamente llore por aquel auto, había sido un fiel compañero, yo lo quería tal y como se quiere a un perro o alguna otra mascota. Leah casi mata a Jacob por habérmelo dicho.

Las cosas iban mejorando, aunque en esa semana Leah no me dijo que era lo que había pasado con Victoria. Y no es que me interesara saber después de todo.

Cuando llegue a mi casa y con la ayuda de mi padre subí a mi habitación me halle la sorpresa de que todo estaba diferente allí, Leah, Jessica, Angela, Eric y algunos mienbros de la manada lo habían remodelado. Ya no era aquella vieja habitación de mi infancia, ya no era aquel dulce lugar en donde Bella y yo nos acurrucábamos hasta quedar dormidos, ya no era aquel amargo lugar en donde mi melancolía impregno todas las paredes, ya no era la habitación del poeta del dolor…

Ya no había más Poeta del dolor, ya no… el sí que se había marchado a buscar a su musa enamorada.

-Esto es… rayos no quiero llorar-dije mirando las paredes, cada una de ellas tenía algo especial que me recordaba a mis amigos. Jessica había pintado algunas mascaras recodándome así el baile de primavera, Angela había puesto una panel de fotografías, en algunas estaban ellos, en otras Leah y los de manada, y en una de ellas estaba yo con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Recordé el primer día de clases, los flases en mi rostro. Eric simplemente puso carteles de grupos de música que me gustaban, Death cab for cutie, Grizzly Bear, Band of Horses, Take that, entre otros. Sonreí mas no pude recordar nada con aquello. Leah pinto un lobo inmenso justo al lado de mi cama, se notaba que la chica tenía arte para estas cosas, y había un cuadro cerca de mi puerta que decía: Espero que esto te haga sonreí, si es así…amare a este nuevo Edward.

Tenía a las mejores personas del mundo a mi lado, eran mis amigos. Había una sorpresa mas, Steve y Nicholas habían venido a visitarme, claro que no me saludaron hasta después que Leah les dijo que si me lastimaban alguna parte de mi cuerpo estarían muertos.

Al llegar la noche todos se fueron, mi madre se quedo a despedir a Steve y a Nicholas, ellos tenían que marcharse… en todo Arizona los institutos estaban en exámenes finales antes de las vacaciones de Navidad.

Solo quedamos yo y Charlie, este se sentó en un sillón que el mismo Billy Black había tallado. Yo me acosté en mi cama, pensativo.

-No pienses tanto Edward, quedaras sin cabellos-dijo Charlie mientras me miraba.

-¿Qué?-sonreí confundido.

-Nada, nada… un chiste sin sentido de tu viejo padre…Esto Edward, me alegra que estés bien. Ojala y la pesadilla haya acabado, ojala y mi hijo sea feliz de nuevo.

-Soy feliz con esto que tengo-respondí-Soy feliz contigo y con mamá, con Leah y los demás… antes no tenía nada, ahora tengo demasiado.

-Eso es muy profundo… sabes cuando yo y tu madre nos separamos y ella te alejo de mi yo solo pensaba en hacer cosas estúpidas, no había noche ni día en los cuales yo no pensara en ustedes… los amaba demasiado, fui un tonto por no haberlos perseguido hasta Arizona… ese fue mi error Eddie, tengo pegarlo ahora. Veras cuando me dijiste que tu y Bella ya habían tenido relaciones me asuste ya que mi niño ya había crecido… sabia que esto pasaría pero todo paso tan rápido; luego ustedes dijeron que se casarían, ahí sentí que iba a morir… pero ya sabes, los hijos algún día dejaran el hogar… luego cuando te encontré en aquel bar, me rompiste el corazón, verte así… fue terrible, y la culpe a ella, y aun lo sigo haciendo si tu no la hubieras conocido nada de esto hubiera pasado Eddie pero único bueno es que esto te ha servido de experiencia, hijo.

-Gracias por tus palabras papá… perdón por todo, yo no quería hacerte daño…

-Recuerdo cuando tenías 7 años, habías venido de vacaciones, una vez viniste corriendo a mi habitación por que te asustaban los truenos, ese día jure que siempre te protegería Eddie, que siempre estaría allí cuando me necesitases.

-Y te doy gracias por ello

-Hijo no soy partidario del “Un clavo saca a otro clavo” yo lo intente alguna vez pero no sirvo como Don Juan, pero veo que tienes a alguien que de verdad te ama, Leah te ama, y a veces es mejor fijarse en quien te quiere más a quien tu quieres mas. Estas cansado Eddie, buenas noches

Charlie se levanto vino hacia mí y como lo hacía cuando yo era pequeño me despeino los cabellos y me dijo.

-Buenas noches campeón.

-Buenas noches papá

Me quede solo, pero esta vez sabia que cuando despertara a la mañana siguiente tendría a personas que me amaban, personas que no me dejarían, personas que no jugarían conmigo. Me levante silenciosamente de mi cama, a pesar de que el doctor y mi madre habían dicho que no me moviese de allí. Me dirigí hacia la venta y murmure:

-Buenas noches Bella, siempre estarás en mi corazón pero es hora de dejar de pensar en mi… te amo, eso lo sabes… te tengo que dejar ir.

Y era como si algo o alguien viniera y me dijera dulcemente en el oído.

Se feliz.


N.T Pues he aquí la 2 parte, chicas ya les dejare las bio de los demás! Nadie se queda sin Biografías y la sorpresa viene pronto!!!!Ah y bueno, ojala y hayan escuchado este capi junto con las canciones que les recomendé, es que así es mas dramático xD

El ultimo capi viene pronto, ahh y ya saben todo puede pasar si Brrizza y yo así lo decidimos *risa malévola*

Who Loves The Sun- The Velvet Underground




Este es la cancion que les dije, la que Edward y Leah escuchan en la camioneta, ¿linda no? me recuerda a los Beatles xD
Espero y les guste, ahh la segunda parte la posteo dentro de un rato ¿ok?

Atte: Rose

Capitulo #26 PRIMERA PARTE

*Bueno chicas, antes que nada les digo... esto es lo mas largo que he escrito (Soy Rose xD) y esta es la primera vez que le dedico el capi a alguien personalmente, esto es para mi hermana Briizza, ok no se enojen, el próximo y ultimo sera para ustedes, se los juro; Disfruten ya saben criticas, peleas y todo en el chat, yo les responderé y bueno aceptare sus criticas... de antemano les digo que les tengo una sorpresa, ni siquiera Briizza esta enterada así que son las primeras en saberlo xD A poco y no soy la mejor n.n*

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Steph Meyer… (¿Mas que obvio no?) Nosotras solo jugamos un poco con ellos xD
-Letra normal: dialogo. (Obviamente)
-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.
Capitulo #
26 Parte 1

Wolf Beach route, Halloween y Victoria

Bella:

No sé si ya han pasado las horas, tal vez ya han sido días… quizás hasta meses, pero lo que si se es que no me puedo reponer de este maldito dolor que carcome todo mi pecho, es demasiado para mi, no lo puedo soportar.

A veces hay días en los que solamente quiero quedarme acostado en mi cama todo el día, allí acurrucado pensando en lo que no pudo ser. Pensando en lo bonito que fue nuestro amor.

A veces simplemente pienso que tu… si tu… que tú fuiste solo un sueño, un lindo, un hermoso, un angelical sueño. Si… tú eras mi ángel, mi ángel personal hubiera dado mi vida por ti, lo hubiera dado todo sin dudar un maldito segundo.

Bella… tu nombre me produce dolor, aparento ser fuerte cuando Charlie viene a mi habitación y se sienta en el borde de mi cama, mirándome, diciéndome palabras de ánimo… jaja… si supiera que eso no sirve.

No hay consuelo para mi, cuando tú te fuiste te llevaste todo contigo, alma y corazón incluidos. Ya no soy más aquel Edward. Ya no sé quién soy.

Quizás ya se la razón por la que me dejaste, ahora lo entiendo. Yo soy tan poca cosa… soy tan estúpido, tan inútil… tan… tan humano. Tú te mereces a alguien mejor, alguien que te complete.

A veces pienso que solo fuiste un sueño… pero el dolor en el hueco en donde antes estaba mi corazón me indica que fuiste real.

Ya no tengo nada que ofrecer, no tengo corazón ni alma que entregar… mi destino será este; vivir sumergido en la agonía, ser el poeta que escribe versos de amor solo para ti, ser el poeta que vivirá cada día de su insulsa vida pensando en ti… en ti y en tu partida. Duele… Bella ¿por qué?

¿Habrán pasado días? ¿Semanas? ¿Meses? Estoy cayendo en un agujero, en un círculo vicioso… ya nada importa.

Creí que el amor no dolía… bueno el estúpido Edward de antes creía eso, el creía en los cuentos de hadas, en el que si él era bueno se quedaría con la damisela en apuros. Vaya idiota.

Sabes algo Bella… Lee vino ayer, si, tal y como todos los días. Vino a rogarme que abriera esa puerta, que ya no me sintiera mal. No me siento mal… no puedo hacerlo por que ya no siento nada.

Bella… ¿Por qué?

Por qué jugaste conmigo…

Si eso fui para ti… una mascota. Alguien a quien usaste, disfrutaste y luego tiraste. Deseo odiarte Bella, deseo no amarte tanto…

Te odio Bella, te odio tanto como te amo. Se que no tienes la culpa… la culpa la tengo yo. Yo me enamore de ti. Yo fui el imbécil.

Creo que de algo yo y el Edward del pasado estamos aun de acurdo, tú me amaste… tal vez por un corto tiempo pero lo hiciste.

Me amaste.

Por lo menos eso sentí en aquella Isla donde tú me entregaste tu cuerpo virgen y te entregue el mio. Aquellos recuerdos me torturan aun más.

Bella, tengo que despedirme... tal vez deje de escribirte por algún tiempo.

Reneé está viniendo de “visita”… pronto no tendré tiempo, y todas esas tonterías, prometo hacer lo posible para poder escribirte a diario.

Dicen que estoy enloqueciendo Bella, quizás es cierto. Hace días que no voy a clase… jaja, me voy caminando hasta tu casa y simplemente me acurruco a un lado de tu puerta. Sé que Leah me sigue, se que ella manda a sus amigos licántropos a seguirme también, ¿Por qué es tan paranoica? ¿Cree que me voy a suicidar o algo por el estilo?

Además ¿Qué es la muerte? La muerte es pasible… simple, rápida… sencilla. La vida es más difícil.

Alguien está tocando mi puerta… solo espero que no sea Charlie… ya te conté la anterior ves que odio cuando me quiere obligar a abrirla.

Adiós…

Bella… te extraño y sobre todo te amo.

-Edward? Puedo pasar?

No se para que pregunta… si de todas formas entrara. Cerré mi libreta y la escondí bajo mi regazo.

-Si claro

Me concentre en mirar como los tenues rayos del sol entraban por mi ventana. Oí el sonido de la perilla de la puerta, supuse qué Charlie ya estaría dentro de mi habitación.

-Vaya que está sucio por aquí- le oí decir mientras movía algunos muebles.-Tendremos que limpiar, tu madre nos comerá vivos si ve este desastre. Por donde empiezo… por los platos sucios o por la ropa?

-Dejalo allí… yo lo arreglare.

-Vale ¿ya hiciste la tarea?

-Si… acabe hace rato…

-Ah Ok. Iré al supermercado ¿te traigo algo?

-Veneno para ratas si no es mucha molestia-murmure muy bajito, el rostro de Charlie se crispo de dolor. Me había escuchado.

-Creí que ya habías superado esta etapa Edward… no quiero que hables así ni siquiera que te atrevas a pensar en eso por Dios santo.

Se sentó en el borde de mi cama, lo vi de reojo y luego volví mi vista hacia la ventana. No respondí… no quería un pelear en este momento.

-Vendrás conmigo a recibir a tu madre? Necesita distraerse, cambiar de ambiente… ¿y si lo mando a Jacksonville? Quizás el clima… o la cercanía de sus otros amigos le ayuden a superar esto…

-No te atrevas siquiera a mandarme a Jacksonville… yo no me iré a ninguna lado-susurre cerrando mis puños con fuerza. ¿Jacksonville? No… no… yo no me podía marchar de Forks. Qué pasaría si ella volvía a Forks… si ella volvía a quererme de nuevo y yo no estaba aquí.

-¿Dónde oíste? Bueno… no importa…No lo hare… de donde sacas esa idea, anda estate tranquilo ¿ya le hablaste a Leah? Ella se quejo conmigo Edward, no la ignores más en la escuela… eso es muy descortés de tu parte. Pobre muchacha, ella también está sufriendo esto… ojala y todo vuelva a la normalidad pronto.

¿Todo volverá la normalidad? No, eso no lo creo… ya nada será lo mismo, yo… yo jamás seré el mismo.

-Bueno… Mmm bueno te dejo- se acerco a mí y me revolvió los cabellos, tal y como cuando yo era pequeño, solo que esta vez no hubo risas ni un “papá, ya basta” esta vez no había ninguna emoción ni sentimiento en mi.

-Vale

-Vale, cuídate- Esta muy desmejorado ¿Cuándo se puso tan delgado y pálido? Dios, ojala y los malditos Cullen no vuelvan jamás.

Charlie salió, y lo próximo que escuche fue el ruido de su coche al arrancar. Estaba de nuevo solo.

Me levante de la silla, di unas vueltas, observando el obvio desorden de mi habitación ¿por dónde empezar? ¿Por la ropa sucia? ¿O por la pila de cuadernos tendida en el suelo?

Baje a la cocina, observe que había una gran pila de platos sucios, de días se podría decir… rayos…

Busque entre el desorden y agarre una bolsa negra, subí corriendo las escaleras y me encerré en mi habitación de nuevo. Hice la ropa sucia a un lado, y apile los cuadernos en otro, mientras recogía una sudadera del suelo me di cuenta de mi celular había estado todo el tiempo debajo de esta. Lo había estado buscando las últimas dos semanas pasadas.

Lo tome y trate de prenderlo… rayos “batería baja”… tendría que buscar el cargador luego. Seguí con mis zapatos, rayos todos estaban sucios. Los apile en otro lado.

Entonces, capte algo… o más bien me di cuenta de algo. Cuatro, si cuatro eran los meses que habían pasado desde que ella se había ido. Cuatro malditos meses que yo sentía como si hubieran sido años.

Cuatro eran los meses en los que Edward Anthony Masen Dwyer había desaparecido para dejar el camino libre al “Zombieward” o al “Emoward”. Si cuatro meses…

Ya no… ya no me quería sentir así. Ya no quería más este dolor… desearía poder desaparecer, desearía poder morir ahora mismo. Bella lo siento, no soy fuerte… lo siento.

De nuevo el característico dolor se apodero de mi, dolía… quemaba… me deje caer en el suelo frio y sucio. Me acomode, posición fetal le dicen, parecía un niño… ridículo pero cierto, en esto me había convertido, en esto ella me había convertido ¿Por qué bella? Bella haz que deje de doler… debiste llevarte mi vida contigo también.

-Mira las alitas de la mariposa! Son azules y rosas- las alas agiles de la mariposa la transportaban alrededor de aquel bello paraje, repleto de violetas que bailaban con el ritmo del viento.

-Sí, que lindas-respondí besando los rizos de la pequeña sentada en mis piernas, la sentí jadear y tensarse ante mis palabras ¿dije algo malo? El solo pensar que había hecho o dicho algo malo para molestar a la pequeña niña me partía el corazón.

¿Linda? Ahora creo que odio a la mariposa… tonta-respondió ella enfadada mientras me abrazaba posesivamente. Note que sus hermosos rizos tenían exactamente el mismo color de mis cabellos, aun no le vi el rostro, de seguro también era hermoso.

Pero, amor… ¿Por qué lo odias?-reí, mientras acariciaba la longitud de sus cabellos cobrizos.

Por qué dijiste que era linda… yo soy la única persona linda para ti ¿verdad? ¿Verdad que soy tu única princesa?- sentí las lagrimas calientes mojar mi pecho, rayos… la había hecho llorar, jamás me lo perdonaría.

Claro que si mi vida, eres mi princesa-respondí solemnemente, mientras oía el ritmo acelerado de su corazoncito sobre el mio. La pequeña alzo la vista para encontrarse con la mía, sus hermosos y grandes ojos verdes me dejaron en estado de shock. Aquel era mi rostro… eran mis mismos ojos, mis mejillas…mis cabellos solo que había un toque que hacia la diferencia… ella también se parecía a alguien, a alguien a quien yo recordaba a cada maldito instante.

¡Te quiero mucho, soy tu princesa!

Jadee y abrí los ojos completamente asustado ¿Qué rayos había sido eso?

Desde hace no sé cuantas semanas el mismo sueño raro me había venido persiguiendo… a veces era algo diferente, pero la única que no cambiaba era la niña pequeña que se parecía mucho a mi. Aunque a veces esos raros sueños daban pasos a pesadillas horribles, donde hombres con capuchas rojas venían y destrozaban todo lo que yo más amaba… mi papá… mi madre… Leah

Un toqueteo en la puerta me alejo de mis pensamientos, mire a mi alrededor y me di cuenta de que yo ya no estaba más en el piso si no en mi cama. Me senté en el borde aun pensativo por aquel extraño sueño ¿Qué significaba aquella niña? ¿Por qué su rostro, sus facciones… sus ojos eran idénticos a los míos? Que mierda significaba todo esto, Dios… ya perdí la cabeza. Rayos… Edward deja ya de pensar eso, esto era peor que “leer las mentes” tal vez tu maldito sueño o más bien pesadilla significa que te estás volviendo una niñita. Me maldecí por eso… yo no era una niñita…

-Hijo ¿todo bien por allí?-la voz de Charlie resonó a través de mi habitación.

Me aclare la garganta y le respondí. –Si Papá… esto… solo tuve una pesadilla

-Vale, descansa… esto… Mmm… el vuelo de tu madre se retraso, llegara de recién mañana, esto… Leah te manda saludos me la encontré en el supermercado.

-Ah… ok…-dije con voz casi estrangulada. Rayos… ojala Charlie no se haya dado cuenta de todo al oír el sonido de mi voz.

-Buenas Noches-dijo el atreves de la puerta. Gracias a Dios… no se dio cuenta. Era muy duro para mi ver la cara entristecida de Charlie, sintiendo pena y fingiendo una sonrisa que no le llegaba ni siquiera a los ojos, este era mi padre. Un hombre que había tenido más tristezas que alegrías en su vida. Nunca me había sentido tan identificado con él, es mas muchas veces llegue a creer que yo no era su hijo, es que él y yo eremos tan distintos… que equivocado estaba.

Las únicas personas que en verdad se compadecían de mi dolor, las únicas personas que soportaban mis ganas de no seguir adelante, eran solo tres… Mi madre, mi padre y Leah. Las únicas personas que de verdad me amaban.

Entonces me sentí solo de nuevo… mire a mi alrededor, mis paredes vacías, sucias al igual que el suelo. A este extremo había llegado. Mi habitación tanto como mi interior necesitaba una limpieza. Como lo dije una vez, hace una año atrás, este era yo… Edward el que prefería callarse, el que prefería ver a los demás ser felices, el que siempre daba y no esperaba ni quería recibir nada a cambio.

Quizá por esta actitud tan “pasiva” que tenia Bella me dejo… quizás ella quería a alguien más atrevido, vivaz…no emo… que se yo. Quizás… eso no lo sabría.

Me estire un poco y abrí el cajón de mi cómoda, allí estaba… mi cargador. Me levante, fui hasta la montaña de ropa tirada en el piso y levante mi teléfono, volví a mi cama, me senté… que mas iba a ser sino, conecte mi teléfono en el cargador y luego lo conecte a un enchufe detrás de mi cama. Bueno… por lo menos iba a tener algo de comunicación, aunque sea con alguien que no fuera yo mismo. Hace demasiado tiempo no platicaba con Erick Yorkie… ni Angela, menos aun Jess, claro todos ellos me miraban raro en el Instituto ¿sería por como luzco ahora? ¿O por que mi dolor es palpable? Recuerdo que una vez Mike Newton intento hacerme platica en gimnasia… pobrecillo… lo único que recibió de mi fue mi silencio, desde ese entonces empezaron a circular los rumores de que yo me drogaba, y miles de cosas más sin sentido alguno.

Di vueltas por todos lados… rayos, ya no quería sentirme así… me sentía sucio, abandonado… vacio. Ya no quería esto. Ya habían pasado cuatro malditos meses, por Dios santo… si ella hubiera querido volver ya lo hubiera hecho ¿no?

Necesitaba cambiar… si… eso era… tal vez eso me ayudaría. Tal vez no me curaría, siendo sincero… estoy seguro que jamás seré el mismo, pero quizás, solo quizás… puede aparentar ser normal. Por el bien de mis padres…

Me acosté nuevamente… mirando hacia el techo.

Bella… lo siento, pero también tengo que pensar en los demás… ellos sufren por mi culpa, Bella… te amo no lo olvides.

Lo siento…

Abrí los ojos nuevamente, otra mañana, otro día. Era increíble como pasaban los días… inclusive para mí.

Me levante de la cama y me estire un poco, sintiéndome muy bien al recibir los brillantes rayos del sol entrar por mi ventana e impactar directamente sobre mi cuerpo. Hoy sería un lindo y soleado día en Forks. Hoy sería un nuevo día.

Mire hacia el reloj de pared, debo añadir que era lo único que había sobrevivido a mis ataques de furia, bueno eso y mi poster de Los Beatles, volviendo a lo del reloj… eran las 5:45, temprano, que bien.

Levante la montaña de ropas y me dirigí al cuarto de baño. Tumbe la ropa en el piso frio y encendí la lavadora metí toda la ropa mugrosamente sucia dentro, agregue detergente y listo. La maquina haría su “magia”. Olí mi sudadera… olía mal, así que me la quite y la puse junto con la demás ropa, luego le siguen mis shorts y mis bóxers. Rayos… me había vuelto un chico sucio. Me metí en la regadera y deje que el agua caliente relajara todos mis músculos, no me permití pensar en ningún momento en lo que… rayos… lo estaba haciendo en este instante. Mejor me callo tanto verbal como mentalmente.

Salí de la ducha, agarre una toalla limpia del aparador, la enrosque en mi cintura y la anude. Por primera vez en 4 meses me miraría detenidamente en el espejo, si… al antiguo Edward le valía poco, ya no tenía a quien impresionar así que descuidó su apariencia todos estos 4 meses.

Me acerque y limpie un poco el espejo empañado de vapor, lo que vi allí me asusto. Este no era yo… ¿yo era así? Mis ojos lucían algo hundidos, el verde que los caracterizaba se había apagado, dando lugar así a un verde vulgar y horroroso; mis cabellos lucían algo más largos… aun seguían siendo tan alborotados como siempre ahora lucían oscuros pero eso era truco del agua; mis piel lucia un color casi enfermizo… ahora entiendo por qué Charlie llamo a mi madre… lucia tan pálida, casi idéntica a la de los Cu…, bueno eso ya no importa. Alrededor de mis ojos había oscuras bolsas… horrendas ojeras. Yo siempre he sido delgado… aunque nunca he lucido como luzco ahora. Deje de mirarme… mi autoestima estaba por los suelos.

Salí del cuarto de baño, corrí a mi habitación y rebusque en mi revuelto armario. Encontré solo un par de jeans azules, un par de bóxers limpios y dos camisetas… una verde y la otra roja. Me decidí por la roja ya que era la más limpia, me puse mis ropas, y luego le siguieron mis zapatos, unas zapatillas deportivas negras. Me intente peinar pero fue en vano… mi cabello rebelde jamás seria dominado, se negaba rotundamente a serlo.

Inesperadamente alguien abrió la puerta de mi habitación, mire hacia atrás asustado. Charlie estaba parado en la puerta, con la boca abierta.

-Edward? Eres tú?- dijo el aun sorprendido, enarque una ceja-¿Quién eres y que le has hecho a mi hijo?

La risa de Charlie floto atreves de las paredes, paredes que no habían escuchado aquel sonido musical durante tanto, tanto tiempo.

-No sé realmente de que te ríes… solo me he bañado.- dije recogiendo algunos libros del suelo.

-Pues bueno…Wow, te ves bien hijo ¿Sera que ya lo está superando? Oh vamos Charlie no te hagas falsas ilusiones… aun es demasiado pronto.

-Anda… me sonrojas-rodé los ojos mientras ponía mis libros en mi mochila.

-Vamos tienes que admitir que este lugar se ve un poquito mejor, ya no ropas por todos lados y bueno… eso- sonrió mientras se paseaba por mi habitación. Tendré que comprar algo de pintura para las paredes… le diré a Clarkson que tome mi turno esta tarde.

-Ya es tarde… me tengo que ir…

-Sí, anda ya verás que cuando llegues tu madre ya estará en casa-sonrió Charlie. Aunque aún no sé donde dormirá… tendré que dormir aquí con Edward, no hay ni una remota posibilidad de que yo y Reneé estamos solos… que incomodo pero y si…, Hay Charlie eres un tonto, ella tiene a Phil si ese idiota..

Rodé los ojos y deje a mi padre con su pequeña divagación mental. Baje de dos en dos las escaleras, fui a la cocina y me hice un sándwich. Me fije la hora, 7 de la mañana. Temprano.

Una idea se me cruzo por la mente... Wow, después de tanto tiempo al fin mi mente estaba funcionando o tratando de funcionar correctamente.

-Nos vemos papá-grite desde abajo mientras tomaba mi impermeable del perchero. Oí el sonido de unas cajas cayendo… ¿Charlie haciendo limpieza? Eso tenía que documentarlo.

-Vale, cuídate y buena suerte en la escuela. Desde cuando hay tanta ropa sucia.. rayos, Reneé se molestara si ve este desastre.

Fui al perchero y agarre mi impermeable, podría ser un lindo día soleado pero… en el impredecible Forks nunca se sabía. Busque las llaves de mi coche en la mesita de la sala, las guarde en mi bolsillo y me dispuse a salir de la casa.

Un vez afuera contemple el cielo, una interminable masa azulada con leves tonos grisáceos, por primera vez en 4 meses esbocé una leve sonrisa. Me subí al coche y conduje, simplemente eso. No recordaba claramente cuanto tiempo llevaba en carretera, solo sentía, se sentía tan bien, la cálida briza otoñal me regalaba sus olores, madera, canela, y flores marchitas. La sensación era indescriptible. Me di cuanta que había llegado a una estrecha carretera curvada, en el lado izquierdo daba justo a el acantilado de Wolf Beach, y al extremo derecho a las montañas empinadas de la reserva un momento… ¿la reserva? ¿Cómo era que había llegado hasta aquí?

Estacione el coche a un lado, y baje caminando cuidadosamente las múltiples rocas hecha casi polvo en el suelo me indicaba que había deslizamiento de tierra en las montañas. Tendría que tener cuidado, o si no yo y mi monovolumen quedaríamos hecho trizas.

Me acerque al borde izquierdo, lo suficientemente cerca para ver el majestuosos acantilado, era impresionante, la caída podría tener aproximadamente unos 35 o 40 metros. Un resbalón y yo sería más que puré al llegar a las profundidades de este.

La briza salada del mar me hacia picar el rostro, era un sensación se podría decir que linda… desde hacía 4 meses el único lugar en donde me había auto enclaustrado era mi habitación o bueno a veces me daba el lujo de salir un momento a el jardín del patio trasero. Seguí el paso peatonal que a un lado daba a la carretera al otro a la nada. Camine y camine, sintiendo todo lo que había a mi alrededor, cuando el paso peatonal termino una especie de montaña, perfecta para practicar Cliff Jump.

Me fui acercando cada vez más y más hacia aquel lugar… quería verle de más cerca además no lucia muy peligroso, no entiendo cómo era que habían mandado a cerrar esta vía, según Charlie muchos turistas habían sufridos percances en las curvas. Llegue hasta el final, podía ver de lejos la costa y el empiezo de First Beach, la playa de la Reserva, o sea que la reserva Quileute estaba tan lejos… ¿y si iba a recoger a Leah para irnos juntos al instituto? Por lo menos así no me sentiría tan solo…

-No te muevas!-escuche el grito de alguien a lo lejos, voltee la cabeza rápidamente y me encontré que Leah venia corriendo apresuradamente, con el rostro pálido y con lagrimas en los ojos.

La vi correr velozmente hacia mí, enarque una ceja completamente confundido, ¿Qué rayos le pasaba para correr hacia mí con aquella cara de loca? Quise moverme y llegar hacia ella.

-Quédate donde estas Edward, no des un solo paso-grito ella llegando finalmente a donde yo me encontraba, tiro su mochila a un lado respirando agitadamente.

Como rayos… el… como pudo…si no llegaba a tiempo…rayos…mierda…maldición

-Hey Lee ¿te encuentras bien?- dije preocupado, mientras ponía una mano en el hombro caliente de Leah. Ella alzo la vista y luego hizo algo que no esperaba, unos de sus puños se levanto velozmente de sus muslos y vino a chocar directamente con mi mejilla derecha.

-Ouch!!!-grite de dolor. Rayos la chica pegaba fuerte.

-Eso es por haberme asustado, eres un idiota Masen ¿no pensaste en Charlie? No te digo que en mi por que ya ni siquiera me quieres hablar ni nada, y eso que estamos en el mismo instituto… pero… no puedo creer que hayas intentado matarte por culpa de aquella maldita y sucia sanguijuela, te odio Masen te odio.- se detuvo unos momentos para tomar un bocanada de aire, la mire aun no creyendo esto. Con el dorso de mi mano me frote de mi adolorida mejilla.

-Me pegaste solo por que no te hablo en el instituto-exclame perplejo. A veces Leah si que parecía lunática. Ouch la mejilla me ardía

-Mira hacia abajo-gruño ella molesta. Lo hice mire hacia abajo y solo vi el precipicio y al final unas mortales rocas empinadas que eran azotadas por las fuertes olas del mar.

-Hay un precipicio ¿y qué?

-¿Y qué? Rayos… de verdad Jacob y los demás tienen razón, quizás de verdad estés loco…-rio ella con rabia mientras caminaba de un lugar hacia otro. Y qué? En serio dijo eso? Maldición… ya me imagino al pobre Charlie… rayos, esta maldita chupasangre algún día me las pagara.

-No te entiendo-mire hacia otra dirección-Mira ya se está haciendo tarde, tenemos que ir al instituto… tengo que entregar un estúpido reporte…

Observe como la boca de Leah se abría levemente para protestar pero luego pareció arrepentirse, sus mejillas se apoderaron de un rojo casi doloroso.

-Bien…

-Te llevo?-dije caminando lentamente hacia mi coche. Leah parecía entre horrorizada y sorprendida, tenía la boca aun levemente abierta y una ceja enarcada ¿qué le sorprendería tanto?

Fui hasta la otra puerta del coche y la abrí, Leah se subió a un callada, pero rayos, era difícil concentrarse estando a su lado, sus pensamientos solían ser algo incoherentes y en si… me confundían.

-¿Qué me ves?-objeto ella cuando me quede sentado aun observándola.

-Es que aun no comprendo por qué me pegaste-mentí dejando de mirarla para poner en marcha el monovolumen, se nos haría tarde. -Además no entiendo como supiste que estaba aquí, la reserva esta cerca de aquí pero… no tan cerca…

-Ahhh… ya sabes cosas lupinas-dijo ella estremeciéndose un poco en su asiento. Sonreí… ella y sus cosas de lobos, me di cuenta de lo mucho que había extrañado a Leah.

-Ok…

Conduje en silencio, no me volví a atrever a mirar a Leah de nuevo pero si sentía la penetrante mirada de ella en mí, me hacía sentir raro… en todos estos meses me había sentido muerto, vacio solo… creo que ella aunque estuvieras así… en silencio, llenaba mis espacios vacios.

-Arggg- gruño ella dándole un fuerte golpe a su mochila.

-Rayos Leah… ¿estás loca?-dije tranquilamente mientras trataba de formular una sonrisa, difícilmente me acordaba como hacerlo, había pasado tanto tiempo…

-No… este silencio… me incomoda…-inesperadamente ella llevo una de sus manos hasta la radio. Me tense en mi asiento, ¿música? Hacia 4 meses que había escapado de ella, cada vez que escuchaba una nota siquiera me hacia recordar a Bella.

-Leah no creo que eso…-intente detenerla, pero bueno, nunca se puede detener a un Clearwater, tal y como ella me lo había dicho una vez.

Una canción de The Velvet Underground inundo el coche con su particular sonido contagiante, me sorprendí que esta vez la música no tuvo el mismo efecto sobre mi… me resultaba incomodo estar rodeado de la alegría contagiarte de la canción, que se suponía que hablaba sobre el amor, la calidez y la alegría… nada de lo que yo sentía.

-Ahora que te pasa a ti? Tu pareces el loco…-dijo ella un poco molesta, la mire y negué con la cabeza. Ya estábamos por llegar al instituto.

-No me pasa nada… es solo que no me… no me… no me gusta la música ¿ok? Contenta, además este grupo apesta- dije fingiendo vergüenza.

-Y eso por qué? Este grupo realmente es bueno, viejos… cierto pero buenos, además Who Loves the Sun es mi canción favorita… ¿hay otra razón por la que no te guste la música Edward? Es por… ¿ella?

-No quiero hablar sobre eso-dije ásperamente, Leah asintió.-Oye, como esta mi mejilla? Debe verse espantosa.

-No, no mucho-rio ella-Ya no lloriquees ni te pegue tan fuerte, solo fue un leve golpecito, te hubiera matado si te hubiera golpeado con toda mi fuerza.

-Si, no lo dudo

-Oye te lo mereces por querer suicidarte. Calma Leah… ya no te vuelvas a poner histérico por eso… calma…

-No me quería suicidar… solo quería ver el acantilado de cerca, solo eso…

-Vaya… eres una maraña de sorpresas Edward ¿Quién eres y que has hecho con mi Eddie? A mi Eddie no le gustaba nada de eso, el era muy centrado-dijo ella con tristeza, tristeza que le llego a los ojos. Sonríe, si sonreí… luego de tanto tiempo sonríe y esta vez fue de verdad.

-Eddie? Pues ese estúpido no existe Leah… ya no existe.

Di la conversación por terminada, al llegar al instituto me encontré con la sorpresa de uqe todo estaba decorado con motivos festivos, típicos del 31 de Octubre. Faltaba un dia para aquello que yo sepa.

-Adelantaron Halloween-susurre mientras intentaba encontrar un sitio para parquear el coche, era tarde y ya habían ocupada mi nuevo espacio en el estacionamiento, claro el lugar donde Los Cullens dejaban sus coches estaba vacío… ni guasa parquearía allí.

-El nuevo Edward no sabe que toda esta semana estuvieron hablando sobre la fiesta de mañana en la noche no? Qué pena-rio Leah mientras me señalaba un espacio vacío. Por cierto me gusta aquel color lindo que le pusieron a los carteles, sabia que el naranja iba mejor que el azul.

-No me interesa-murmure mientras estacionaba. La verdad era esa… no me interesaba nada que tuviera que ver con alegría risas y todas esas estupideces que le gustaban a el antiguo y estúpido Edward.

-Ah ya-dijo Leah bajándose del coche, la seguí en un abrir y cerrar de ojos, voltea la cabeza al sentir cinco pares de ojos mirándome o más bien mirándonos descaramente… era obvio, quienes más iban a ser que los cinco alegres compadres.

Me acerque a ellos con Leah viniendo detrás mio.

-Hola chicos-les saludes, ellos se quedaron anonadados por así decirlo me miraron confundidos y sorprendidos a la misma vez. Me sentí incomodo.

-Esto… uhmm… Hola Edward ¿te sientes mejor…?-Jessica hablo dulcemente mientras me miraba aun en estado de Shock. No está hablando? Esto de verdad está pasando?

-De verdad está pasando-murmure en voz baja.

-Disculpa que has dicho- me pregunto ella enarcando una ceja, abrí mis ojos y me di cuenta de que lo había vuelto a hacer, había respondido sus voces internas… Leah me miro y sonrió.

-Hey Stanley, te quedaron lindos los carteles y las demás decoraciones ¿Cuándo las habéis puesto?- salvado por la campana, o mejor dicho por Leah. Pensé.

-Ahhh…-Jessica parecía confundida-Las acabamos de poner… ¿quedaron geniales a que si? ¿te gusta Edward?

-Mande?

-Las decoraciones… ¿te gustaron? Yo y Ángela la terminamos ayer en la noche. Sé que no es momento para pensar esto pero quizás si Edward ya está hablando de nuevo… yo tal vez…

-Ah sí me encantaron-la corte. Lo último que necesitaba ahora era a Jessica enamorada de mí nuevamente. Leah noto la forma en la que Jessica me miraba y se acerco más a mí, casi posesivamente.

-Quizás ya es hora de entrar- sugirió Angela sonriéndome. Eric también sonrió menos Mike que lucía algo molesto.

El tiempo como todos los anteriores días paso lentamente, una parte de mi cerebro se dio cuenta de algo… el tiempo pasaba, inclusive para mi, lentamente y dolorosamente recordándome a cada seguro todo lo que había perdido. No solo había perdido a la única mujer que amaría en la vida, sino había perdido una hermana, dos hermanos, una padre, una madre… y lo que sea que Rosalie pensara que yo era.

Una bolita de papel estrellándose contra mi mejilla me saco de mis tétricos pensamientos, voltee enojado para ver quien se habría atrevido a molestarme en la “divertida” clase de física nuclear.

Fue Leah quien me saludaba con la mano dos mesas al costado. Asentí con la cabeza, ella me hizo un gesto con la mano, indicando que abriera el papel. Vi un momento al profesor que parecía divertido con su “interesante” clase.

Abrí el papel y leí lo que decía.

Hey Edward… te gustaría acompañarme a la fiesta de Halloween? Vamos, estará divertida. Por favor.

Me sentí incomodo… pero no podía hacer eso, esa noche tenia que escribirle a Bella ya que seguro mi madre ya estaría en estos momentos en la casa y bueno por la noche no me dejaría ni respirar así que no podría escribirle a Bella, tendría que compensárselo mañana… no, no podía, no podía siquiera permitirme dudar en ello.

-Masen?

-Si profesor Cortez?- pregunte asustado mientras fijaba la vista en la enojada cara del maestro de Física. Este negó con la cabeza, pensó que yo era un ignorante y continúo con la clase.

Mire en dirección de Leah y negué con la cabeza, esta hizo un encantador puchero mas yo me seguí negando.

-Ya esta bueno, Clearwater, Masen, a la oficina del director-grito el profesor dándonos una furibunda mirada a Leah y a mí. Me quede perplejo. Genial… lo que necesitaba…

Leah y yo nos marchamos en silencio ante la atenta mirada de nuestros compañeros que ya murmuraban a nuestras espaldas. Que hermosa la secundaria…

-Todo esto es tu culpa-murmure enfadado cuando salimos de la oficina del director. Nos habían castigado.

-No lo es-sonrió ella dándome un empujo leve.

-Ah no? Tú y tu estúpida nota…

-Ah lo siento por preocuparme por ti pero es que tu no sales, no nada Edward… además quieras o no tendrás que venir a la fiesta

Si bueno el director nos había dicho que tendríamos que limpiar los desastres que los demás harían en la fiesta lo que significaba que seriamos los esclavos de todos aquella maldita noche… ¿a si o más horrible?

-Si qué alivio, la verdad Leah tu no entiendes como me siento ahora?-me pare, ahora de verdad estaba enfadado- Piensas que solo por que estoy hablando estoy bien, “Edward ya supero todo” “Edward ahora será el mismo de antes” pues la verdad no Clearwater, ya no seré el mismo nunca más, ya deja de pensar eso me vuelves loco.

Leah me miro atónita.

-No me mires así… ya te dije que no me gustan las fiestas, no me gusta la música no me gusta nada Leah… no quiero nada solo quiero… solo quiero morir y que el dolor se vaya, ya no quiero esto ¿ves en lo que me he convertido? Un ogro malhumorado que hiere a todas las personas a mi alrededor, una persona vacía…

-Shhh-puso unos de sus cálidos dedos en mis labios-No, no digas eso…Edward lo siento pero es que de verdad te extrañaba, extrañaba esto… tu amistad es todo para mí y perderte estos cuatro meses ha sido devastador, es como si no pudiera estar lejos de ti… no sé lo que me pasa contigo, odio a … la odio a ella… por haberte lastimado, la odio por haberte convertido en alguien triste, tu no eras así… te quiero , eres mi mejor amigo…

Era increíble ¿de verdad estábamos hablando sobre esto aquí? ¿En el pasillo?

>> No estés así Edward, anda, te quiero… aunque seamos esclavos en la fiesta pues… nos divertiremos o al menos lo intentaremos ¿vale?

-Ok-resople abrazándola. Al instante que sentí su cálida piel juntarse con la mía miles de emociones llenaron el hoyo profundo que tenía en el pecho… me sentí ¿lleno? Entonces Leah era lo que yo necesitaba para mantenerme o al menos disimular estar con vida…

-Aunque de que nos disfrazaremos?

El día concluyó sin más preámbulos, el almuerzo ocurrió a la misma hora del día… solo que esta vez deje de sentarme solo, mis antiguos amigos me abrieron los brazos nuevamente y me senté en su mesa, no sin antes echar un vistazo a la mesa de ellos… de Los Cullens…

Luego continúe con Geografía, Historia, y Literatura… donde justamente me toco leer una parte de un estúpido libro donde el protagonista el vilmente engañado por una ninfa celestial que le deja solo, vacio y con el corazón roto.

Luego me fui a casa, sorpresivamente a Leah la vinieron a recoger, creí que era Jacob pero no… era el pequeño Seth, a más bien el gigante Seth ¿Cuándo rayos se había hecho tan enorme? El Seth que yo conocía era pequeño con una cara casi divertida, este tenía aun aquel rostro solo que en un cuerpo que parecía haber sido atacado con esteroides.

Finalmente fui a casa… mi madre ya estaba allí y en cuanto me vio me ataco con besos y abrazos, palabras de consuelo, de disculpas y de reproche le siguieron. Bueno… la sorpresa era que ella había terminado con Phil, gracias al cielo, bueno Charlie al menos lucia tan feliz como yo. Aunque luego cuando supo que dormiría en el sofá no estuvo muy feliz que digamos.

La larga, larga… pero larga charla con mi madre duro hasta entrada la medianoche, al otro día no tendríamos clases así que estaba bien que me desvele. Como supuse termine agotado… ni bien mi cuerpo toco mi cama me quede dormido.


N.T :Bueno pues ¿Les gusto? Odienlo o ámenlo, aquí esta el capitulo 26 ¿26? WOW aun recuerdo cuando empeze este proyecto... y luego vino mi querida hermana del alma, que aunque tiene otro apellido para mi siempre, siempre sera mi hermana BRIIZZA! Lo que sigue es algo... bueno ya lo veran no dare mas spoilers, es por eso que no he subido las demás bio... es que chicas no les puedo dar tantos spoilers! Esperense hasta el final... quizas si nos dejan mas de sus comentarios les regalamos un Epilogo *risa maligna*

La cancion de Leah es Who Loves the Sun de The Velvet Undergroun, les dejare el video, esta cancion la amo y cada vez que la escucho pienso que Leah se la dedica a Edward *suspiro*

Leen y comenten! Las quiero y Kat :3 necesitaremos un nuevo banner... tu ya sabes *secreto*