domingo, 8 de agosto de 2010

Capitulo #26 PRIMERA PARTE

*Bueno chicas, antes que nada les digo... esto es lo mas largo que he escrito (Soy Rose xD) y esta es la primera vez que le dedico el capi a alguien personalmente, esto es para mi hermana Briizza, ok no se enojen, el próximo y ultimo sera para ustedes, se los juro; Disfruten ya saben criticas, peleas y todo en el chat, yo les responderé y bueno aceptare sus criticas... de antemano les digo que les tengo una sorpresa, ni siquiera Briizza esta enterada así que son las primeras en saberlo xD A poco y no soy la mejor n.n*

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Steph Meyer… (¿Mas que obvio no?) Nosotras solo jugamos un poco con ellos xD
-Letra normal: dialogo. (Obviamente)
-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.
Capitulo #
26 Parte 1

Wolf Beach route, Halloween y Victoria

Bella:

No sé si ya han pasado las horas, tal vez ya han sido días… quizás hasta meses, pero lo que si se es que no me puedo reponer de este maldito dolor que carcome todo mi pecho, es demasiado para mi, no lo puedo soportar.

A veces hay días en los que solamente quiero quedarme acostado en mi cama todo el día, allí acurrucado pensando en lo que no pudo ser. Pensando en lo bonito que fue nuestro amor.

A veces simplemente pienso que tu… si tu… que tú fuiste solo un sueño, un lindo, un hermoso, un angelical sueño. Si… tú eras mi ángel, mi ángel personal hubiera dado mi vida por ti, lo hubiera dado todo sin dudar un maldito segundo.

Bella… tu nombre me produce dolor, aparento ser fuerte cuando Charlie viene a mi habitación y se sienta en el borde de mi cama, mirándome, diciéndome palabras de ánimo… jaja… si supiera que eso no sirve.

No hay consuelo para mi, cuando tú te fuiste te llevaste todo contigo, alma y corazón incluidos. Ya no soy más aquel Edward. Ya no sé quién soy.

Quizás ya se la razón por la que me dejaste, ahora lo entiendo. Yo soy tan poca cosa… soy tan estúpido, tan inútil… tan… tan humano. Tú te mereces a alguien mejor, alguien que te complete.

A veces pienso que solo fuiste un sueño… pero el dolor en el hueco en donde antes estaba mi corazón me indica que fuiste real.

Ya no tengo nada que ofrecer, no tengo corazón ni alma que entregar… mi destino será este; vivir sumergido en la agonía, ser el poeta que escribe versos de amor solo para ti, ser el poeta que vivirá cada día de su insulsa vida pensando en ti… en ti y en tu partida. Duele… Bella ¿por qué?

¿Habrán pasado días? ¿Semanas? ¿Meses? Estoy cayendo en un agujero, en un círculo vicioso… ya nada importa.

Creí que el amor no dolía… bueno el estúpido Edward de antes creía eso, el creía en los cuentos de hadas, en el que si él era bueno se quedaría con la damisela en apuros. Vaya idiota.

Sabes algo Bella… Lee vino ayer, si, tal y como todos los días. Vino a rogarme que abriera esa puerta, que ya no me sintiera mal. No me siento mal… no puedo hacerlo por que ya no siento nada.

Bella… ¿Por qué?

Por qué jugaste conmigo…

Si eso fui para ti… una mascota. Alguien a quien usaste, disfrutaste y luego tiraste. Deseo odiarte Bella, deseo no amarte tanto…

Te odio Bella, te odio tanto como te amo. Se que no tienes la culpa… la culpa la tengo yo. Yo me enamore de ti. Yo fui el imbécil.

Creo que de algo yo y el Edward del pasado estamos aun de acurdo, tú me amaste… tal vez por un corto tiempo pero lo hiciste.

Me amaste.

Por lo menos eso sentí en aquella Isla donde tú me entregaste tu cuerpo virgen y te entregue el mio. Aquellos recuerdos me torturan aun más.

Bella, tengo que despedirme... tal vez deje de escribirte por algún tiempo.

Reneé está viniendo de “visita”… pronto no tendré tiempo, y todas esas tonterías, prometo hacer lo posible para poder escribirte a diario.

Dicen que estoy enloqueciendo Bella, quizás es cierto. Hace días que no voy a clase… jaja, me voy caminando hasta tu casa y simplemente me acurruco a un lado de tu puerta. Sé que Leah me sigue, se que ella manda a sus amigos licántropos a seguirme también, ¿Por qué es tan paranoica? ¿Cree que me voy a suicidar o algo por el estilo?

Además ¿Qué es la muerte? La muerte es pasible… simple, rápida… sencilla. La vida es más difícil.

Alguien está tocando mi puerta… solo espero que no sea Charlie… ya te conté la anterior ves que odio cuando me quiere obligar a abrirla.

Adiós…

Bella… te extraño y sobre todo te amo.

-Edward? Puedo pasar?

No se para que pregunta… si de todas formas entrara. Cerré mi libreta y la escondí bajo mi regazo.

-Si claro

Me concentre en mirar como los tenues rayos del sol entraban por mi ventana. Oí el sonido de la perilla de la puerta, supuse qué Charlie ya estaría dentro de mi habitación.

-Vaya que está sucio por aquí- le oí decir mientras movía algunos muebles.-Tendremos que limpiar, tu madre nos comerá vivos si ve este desastre. Por donde empiezo… por los platos sucios o por la ropa?

-Dejalo allí… yo lo arreglare.

-Vale ¿ya hiciste la tarea?

-Si… acabe hace rato…

-Ah Ok. Iré al supermercado ¿te traigo algo?

-Veneno para ratas si no es mucha molestia-murmure muy bajito, el rostro de Charlie se crispo de dolor. Me había escuchado.

-Creí que ya habías superado esta etapa Edward… no quiero que hables así ni siquiera que te atrevas a pensar en eso por Dios santo.

Se sentó en el borde de mi cama, lo vi de reojo y luego volví mi vista hacia la ventana. No respondí… no quería un pelear en este momento.

-Vendrás conmigo a recibir a tu madre? Necesita distraerse, cambiar de ambiente… ¿y si lo mando a Jacksonville? Quizás el clima… o la cercanía de sus otros amigos le ayuden a superar esto…

-No te atrevas siquiera a mandarme a Jacksonville… yo no me iré a ninguna lado-susurre cerrando mis puños con fuerza. ¿Jacksonville? No… no… yo no me podía marchar de Forks. Qué pasaría si ella volvía a Forks… si ella volvía a quererme de nuevo y yo no estaba aquí.

-¿Dónde oíste? Bueno… no importa…No lo hare… de donde sacas esa idea, anda estate tranquilo ¿ya le hablaste a Leah? Ella se quejo conmigo Edward, no la ignores más en la escuela… eso es muy descortés de tu parte. Pobre muchacha, ella también está sufriendo esto… ojala y todo vuelva a la normalidad pronto.

¿Todo volverá la normalidad? No, eso no lo creo… ya nada será lo mismo, yo… yo jamás seré el mismo.

-Bueno… Mmm bueno te dejo- se acerco a mí y me revolvió los cabellos, tal y como cuando yo era pequeño, solo que esta vez no hubo risas ni un “papá, ya basta” esta vez no había ninguna emoción ni sentimiento en mi.

-Vale

-Vale, cuídate- Esta muy desmejorado ¿Cuándo se puso tan delgado y pálido? Dios, ojala y los malditos Cullen no vuelvan jamás.

Charlie salió, y lo próximo que escuche fue el ruido de su coche al arrancar. Estaba de nuevo solo.

Me levante de la silla, di unas vueltas, observando el obvio desorden de mi habitación ¿por dónde empezar? ¿Por la ropa sucia? ¿O por la pila de cuadernos tendida en el suelo?

Baje a la cocina, observe que había una gran pila de platos sucios, de días se podría decir… rayos…

Busque entre el desorden y agarre una bolsa negra, subí corriendo las escaleras y me encerré en mi habitación de nuevo. Hice la ropa sucia a un lado, y apile los cuadernos en otro, mientras recogía una sudadera del suelo me di cuenta de mi celular había estado todo el tiempo debajo de esta. Lo había estado buscando las últimas dos semanas pasadas.

Lo tome y trate de prenderlo… rayos “batería baja”… tendría que buscar el cargador luego. Seguí con mis zapatos, rayos todos estaban sucios. Los apile en otro lado.

Entonces, capte algo… o más bien me di cuenta de algo. Cuatro, si cuatro eran los meses que habían pasado desde que ella se había ido. Cuatro malditos meses que yo sentía como si hubieran sido años.

Cuatro eran los meses en los que Edward Anthony Masen Dwyer había desaparecido para dejar el camino libre al “Zombieward” o al “Emoward”. Si cuatro meses…

Ya no… ya no me quería sentir así. Ya no quería más este dolor… desearía poder desaparecer, desearía poder morir ahora mismo. Bella lo siento, no soy fuerte… lo siento.

De nuevo el característico dolor se apodero de mi, dolía… quemaba… me deje caer en el suelo frio y sucio. Me acomode, posición fetal le dicen, parecía un niño… ridículo pero cierto, en esto me había convertido, en esto ella me había convertido ¿Por qué bella? Bella haz que deje de doler… debiste llevarte mi vida contigo también.

-Mira las alitas de la mariposa! Son azules y rosas- las alas agiles de la mariposa la transportaban alrededor de aquel bello paraje, repleto de violetas que bailaban con el ritmo del viento.

-Sí, que lindas-respondí besando los rizos de la pequeña sentada en mis piernas, la sentí jadear y tensarse ante mis palabras ¿dije algo malo? El solo pensar que había hecho o dicho algo malo para molestar a la pequeña niña me partía el corazón.

¿Linda? Ahora creo que odio a la mariposa… tonta-respondió ella enfadada mientras me abrazaba posesivamente. Note que sus hermosos rizos tenían exactamente el mismo color de mis cabellos, aun no le vi el rostro, de seguro también era hermoso.

Pero, amor… ¿Por qué lo odias?-reí, mientras acariciaba la longitud de sus cabellos cobrizos.

Por qué dijiste que era linda… yo soy la única persona linda para ti ¿verdad? ¿Verdad que soy tu única princesa?- sentí las lagrimas calientes mojar mi pecho, rayos… la había hecho llorar, jamás me lo perdonaría.

Claro que si mi vida, eres mi princesa-respondí solemnemente, mientras oía el ritmo acelerado de su corazoncito sobre el mio. La pequeña alzo la vista para encontrarse con la mía, sus hermosos y grandes ojos verdes me dejaron en estado de shock. Aquel era mi rostro… eran mis mismos ojos, mis mejillas…mis cabellos solo que había un toque que hacia la diferencia… ella también se parecía a alguien, a alguien a quien yo recordaba a cada maldito instante.

¡Te quiero mucho, soy tu princesa!

Jadee y abrí los ojos completamente asustado ¿Qué rayos había sido eso?

Desde hace no sé cuantas semanas el mismo sueño raro me había venido persiguiendo… a veces era algo diferente, pero la única que no cambiaba era la niña pequeña que se parecía mucho a mi. Aunque a veces esos raros sueños daban pasos a pesadillas horribles, donde hombres con capuchas rojas venían y destrozaban todo lo que yo más amaba… mi papá… mi madre… Leah

Un toqueteo en la puerta me alejo de mis pensamientos, mire a mi alrededor y me di cuenta de que yo ya no estaba más en el piso si no en mi cama. Me senté en el borde aun pensativo por aquel extraño sueño ¿Qué significaba aquella niña? ¿Por qué su rostro, sus facciones… sus ojos eran idénticos a los míos? Que mierda significaba todo esto, Dios… ya perdí la cabeza. Rayos… Edward deja ya de pensar eso, esto era peor que “leer las mentes” tal vez tu maldito sueño o más bien pesadilla significa que te estás volviendo una niñita. Me maldecí por eso… yo no era una niñita…

-Hijo ¿todo bien por allí?-la voz de Charlie resonó a través de mi habitación.

Me aclare la garganta y le respondí. –Si Papá… esto… solo tuve una pesadilla

-Vale, descansa… esto… Mmm… el vuelo de tu madre se retraso, llegara de recién mañana, esto… Leah te manda saludos me la encontré en el supermercado.

-Ah… ok…-dije con voz casi estrangulada. Rayos… ojala Charlie no se haya dado cuenta de todo al oír el sonido de mi voz.

-Buenas Noches-dijo el atreves de la puerta. Gracias a Dios… no se dio cuenta. Era muy duro para mi ver la cara entristecida de Charlie, sintiendo pena y fingiendo una sonrisa que no le llegaba ni siquiera a los ojos, este era mi padre. Un hombre que había tenido más tristezas que alegrías en su vida. Nunca me había sentido tan identificado con él, es mas muchas veces llegue a creer que yo no era su hijo, es que él y yo eremos tan distintos… que equivocado estaba.

Las únicas personas que en verdad se compadecían de mi dolor, las únicas personas que soportaban mis ganas de no seguir adelante, eran solo tres… Mi madre, mi padre y Leah. Las únicas personas que de verdad me amaban.

Entonces me sentí solo de nuevo… mire a mi alrededor, mis paredes vacías, sucias al igual que el suelo. A este extremo había llegado. Mi habitación tanto como mi interior necesitaba una limpieza. Como lo dije una vez, hace una año atrás, este era yo… Edward el que prefería callarse, el que prefería ver a los demás ser felices, el que siempre daba y no esperaba ni quería recibir nada a cambio.

Quizá por esta actitud tan “pasiva” que tenia Bella me dejo… quizás ella quería a alguien más atrevido, vivaz…no emo… que se yo. Quizás… eso no lo sabría.

Me estire un poco y abrí el cajón de mi cómoda, allí estaba… mi cargador. Me levante, fui hasta la montaña de ropa tirada en el piso y levante mi teléfono, volví a mi cama, me senté… que mas iba a ser sino, conecte mi teléfono en el cargador y luego lo conecte a un enchufe detrás de mi cama. Bueno… por lo menos iba a tener algo de comunicación, aunque sea con alguien que no fuera yo mismo. Hace demasiado tiempo no platicaba con Erick Yorkie… ni Angela, menos aun Jess, claro todos ellos me miraban raro en el Instituto ¿sería por como luzco ahora? ¿O por que mi dolor es palpable? Recuerdo que una vez Mike Newton intento hacerme platica en gimnasia… pobrecillo… lo único que recibió de mi fue mi silencio, desde ese entonces empezaron a circular los rumores de que yo me drogaba, y miles de cosas más sin sentido alguno.

Di vueltas por todos lados… rayos, ya no quería sentirme así… me sentía sucio, abandonado… vacio. Ya no quería esto. Ya habían pasado cuatro malditos meses, por Dios santo… si ella hubiera querido volver ya lo hubiera hecho ¿no?

Necesitaba cambiar… si… eso era… tal vez eso me ayudaría. Tal vez no me curaría, siendo sincero… estoy seguro que jamás seré el mismo, pero quizás, solo quizás… puede aparentar ser normal. Por el bien de mis padres…

Me acosté nuevamente… mirando hacia el techo.

Bella… lo siento, pero también tengo que pensar en los demás… ellos sufren por mi culpa, Bella… te amo no lo olvides.

Lo siento…

Abrí los ojos nuevamente, otra mañana, otro día. Era increíble como pasaban los días… inclusive para mí.

Me levante de la cama y me estire un poco, sintiéndome muy bien al recibir los brillantes rayos del sol entrar por mi ventana e impactar directamente sobre mi cuerpo. Hoy sería un lindo y soleado día en Forks. Hoy sería un nuevo día.

Mire hacia el reloj de pared, debo añadir que era lo único que había sobrevivido a mis ataques de furia, bueno eso y mi poster de Los Beatles, volviendo a lo del reloj… eran las 5:45, temprano, que bien.

Levante la montaña de ropas y me dirigí al cuarto de baño. Tumbe la ropa en el piso frio y encendí la lavadora metí toda la ropa mugrosamente sucia dentro, agregue detergente y listo. La maquina haría su “magia”. Olí mi sudadera… olía mal, así que me la quite y la puse junto con la demás ropa, luego le siguen mis shorts y mis bóxers. Rayos… me había vuelto un chico sucio. Me metí en la regadera y deje que el agua caliente relajara todos mis músculos, no me permití pensar en ningún momento en lo que… rayos… lo estaba haciendo en este instante. Mejor me callo tanto verbal como mentalmente.

Salí de la ducha, agarre una toalla limpia del aparador, la enrosque en mi cintura y la anude. Por primera vez en 4 meses me miraría detenidamente en el espejo, si… al antiguo Edward le valía poco, ya no tenía a quien impresionar así que descuidó su apariencia todos estos 4 meses.

Me acerque y limpie un poco el espejo empañado de vapor, lo que vi allí me asusto. Este no era yo… ¿yo era así? Mis ojos lucían algo hundidos, el verde que los caracterizaba se había apagado, dando lugar así a un verde vulgar y horroroso; mis cabellos lucían algo más largos… aun seguían siendo tan alborotados como siempre ahora lucían oscuros pero eso era truco del agua; mis piel lucia un color casi enfermizo… ahora entiendo por qué Charlie llamo a mi madre… lucia tan pálida, casi idéntica a la de los Cu…, bueno eso ya no importa. Alrededor de mis ojos había oscuras bolsas… horrendas ojeras. Yo siempre he sido delgado… aunque nunca he lucido como luzco ahora. Deje de mirarme… mi autoestima estaba por los suelos.

Salí del cuarto de baño, corrí a mi habitación y rebusque en mi revuelto armario. Encontré solo un par de jeans azules, un par de bóxers limpios y dos camisetas… una verde y la otra roja. Me decidí por la roja ya que era la más limpia, me puse mis ropas, y luego le siguieron mis zapatos, unas zapatillas deportivas negras. Me intente peinar pero fue en vano… mi cabello rebelde jamás seria dominado, se negaba rotundamente a serlo.

Inesperadamente alguien abrió la puerta de mi habitación, mire hacia atrás asustado. Charlie estaba parado en la puerta, con la boca abierta.

-Edward? Eres tú?- dijo el aun sorprendido, enarque una ceja-¿Quién eres y que le has hecho a mi hijo?

La risa de Charlie floto atreves de las paredes, paredes que no habían escuchado aquel sonido musical durante tanto, tanto tiempo.

-No sé realmente de que te ríes… solo me he bañado.- dije recogiendo algunos libros del suelo.

-Pues bueno…Wow, te ves bien hijo ¿Sera que ya lo está superando? Oh vamos Charlie no te hagas falsas ilusiones… aun es demasiado pronto.

-Anda… me sonrojas-rodé los ojos mientras ponía mis libros en mi mochila.

-Vamos tienes que admitir que este lugar se ve un poquito mejor, ya no ropas por todos lados y bueno… eso- sonrió mientras se paseaba por mi habitación. Tendré que comprar algo de pintura para las paredes… le diré a Clarkson que tome mi turno esta tarde.

-Ya es tarde… me tengo que ir…

-Sí, anda ya verás que cuando llegues tu madre ya estará en casa-sonrió Charlie. Aunque aún no sé donde dormirá… tendré que dormir aquí con Edward, no hay ni una remota posibilidad de que yo y Reneé estamos solos… que incomodo pero y si…, Hay Charlie eres un tonto, ella tiene a Phil si ese idiota..

Rodé los ojos y deje a mi padre con su pequeña divagación mental. Baje de dos en dos las escaleras, fui a la cocina y me hice un sándwich. Me fije la hora, 7 de la mañana. Temprano.

Una idea se me cruzo por la mente... Wow, después de tanto tiempo al fin mi mente estaba funcionando o tratando de funcionar correctamente.

-Nos vemos papá-grite desde abajo mientras tomaba mi impermeable del perchero. Oí el sonido de unas cajas cayendo… ¿Charlie haciendo limpieza? Eso tenía que documentarlo.

-Vale, cuídate y buena suerte en la escuela. Desde cuando hay tanta ropa sucia.. rayos, Reneé se molestara si ve este desastre.

Fui al perchero y agarre mi impermeable, podría ser un lindo día soleado pero… en el impredecible Forks nunca se sabía. Busque las llaves de mi coche en la mesita de la sala, las guarde en mi bolsillo y me dispuse a salir de la casa.

Un vez afuera contemple el cielo, una interminable masa azulada con leves tonos grisáceos, por primera vez en 4 meses esbocé una leve sonrisa. Me subí al coche y conduje, simplemente eso. No recordaba claramente cuanto tiempo llevaba en carretera, solo sentía, se sentía tan bien, la cálida briza otoñal me regalaba sus olores, madera, canela, y flores marchitas. La sensación era indescriptible. Me di cuanta que había llegado a una estrecha carretera curvada, en el lado izquierdo daba justo a el acantilado de Wolf Beach, y al extremo derecho a las montañas empinadas de la reserva un momento… ¿la reserva? ¿Cómo era que había llegado hasta aquí?

Estacione el coche a un lado, y baje caminando cuidadosamente las múltiples rocas hecha casi polvo en el suelo me indicaba que había deslizamiento de tierra en las montañas. Tendría que tener cuidado, o si no yo y mi monovolumen quedaríamos hecho trizas.

Me acerque al borde izquierdo, lo suficientemente cerca para ver el majestuosos acantilado, era impresionante, la caída podría tener aproximadamente unos 35 o 40 metros. Un resbalón y yo sería más que puré al llegar a las profundidades de este.

La briza salada del mar me hacia picar el rostro, era un sensación se podría decir que linda… desde hacía 4 meses el único lugar en donde me había auto enclaustrado era mi habitación o bueno a veces me daba el lujo de salir un momento a el jardín del patio trasero. Seguí el paso peatonal que a un lado daba a la carretera al otro a la nada. Camine y camine, sintiendo todo lo que había a mi alrededor, cuando el paso peatonal termino una especie de montaña, perfecta para practicar Cliff Jump.

Me fui acercando cada vez más y más hacia aquel lugar… quería verle de más cerca además no lucia muy peligroso, no entiendo cómo era que habían mandado a cerrar esta vía, según Charlie muchos turistas habían sufridos percances en las curvas. Llegue hasta el final, podía ver de lejos la costa y el empiezo de First Beach, la playa de la Reserva, o sea que la reserva Quileute estaba tan lejos… ¿y si iba a recoger a Leah para irnos juntos al instituto? Por lo menos así no me sentiría tan solo…

-No te muevas!-escuche el grito de alguien a lo lejos, voltee la cabeza rápidamente y me encontré que Leah venia corriendo apresuradamente, con el rostro pálido y con lagrimas en los ojos.

La vi correr velozmente hacia mí, enarque una ceja completamente confundido, ¿Qué rayos le pasaba para correr hacia mí con aquella cara de loca? Quise moverme y llegar hacia ella.

-Quédate donde estas Edward, no des un solo paso-grito ella llegando finalmente a donde yo me encontraba, tiro su mochila a un lado respirando agitadamente.

Como rayos… el… como pudo…si no llegaba a tiempo…rayos…mierda…maldición

-Hey Lee ¿te encuentras bien?- dije preocupado, mientras ponía una mano en el hombro caliente de Leah. Ella alzo la vista y luego hizo algo que no esperaba, unos de sus puños se levanto velozmente de sus muslos y vino a chocar directamente con mi mejilla derecha.

-Ouch!!!-grite de dolor. Rayos la chica pegaba fuerte.

-Eso es por haberme asustado, eres un idiota Masen ¿no pensaste en Charlie? No te digo que en mi por que ya ni siquiera me quieres hablar ni nada, y eso que estamos en el mismo instituto… pero… no puedo creer que hayas intentado matarte por culpa de aquella maldita y sucia sanguijuela, te odio Masen te odio.- se detuvo unos momentos para tomar un bocanada de aire, la mire aun no creyendo esto. Con el dorso de mi mano me frote de mi adolorida mejilla.

-Me pegaste solo por que no te hablo en el instituto-exclame perplejo. A veces Leah si que parecía lunática. Ouch la mejilla me ardía

-Mira hacia abajo-gruño ella molesta. Lo hice mire hacia abajo y solo vi el precipicio y al final unas mortales rocas empinadas que eran azotadas por las fuertes olas del mar.

-Hay un precipicio ¿y qué?

-¿Y qué? Rayos… de verdad Jacob y los demás tienen razón, quizás de verdad estés loco…-rio ella con rabia mientras caminaba de un lugar hacia otro. Y qué? En serio dijo eso? Maldición… ya me imagino al pobre Charlie… rayos, esta maldita chupasangre algún día me las pagara.

-No te entiendo-mire hacia otra dirección-Mira ya se está haciendo tarde, tenemos que ir al instituto… tengo que entregar un estúpido reporte…

Observe como la boca de Leah se abría levemente para protestar pero luego pareció arrepentirse, sus mejillas se apoderaron de un rojo casi doloroso.

-Bien…

-Te llevo?-dije caminando lentamente hacia mi coche. Leah parecía entre horrorizada y sorprendida, tenía la boca aun levemente abierta y una ceja enarcada ¿qué le sorprendería tanto?

Fui hasta la otra puerta del coche y la abrí, Leah se subió a un callada, pero rayos, era difícil concentrarse estando a su lado, sus pensamientos solían ser algo incoherentes y en si… me confundían.

-¿Qué me ves?-objeto ella cuando me quede sentado aun observándola.

-Es que aun no comprendo por qué me pegaste-mentí dejando de mirarla para poner en marcha el monovolumen, se nos haría tarde. -Además no entiendo como supiste que estaba aquí, la reserva esta cerca de aquí pero… no tan cerca…

-Ahhh… ya sabes cosas lupinas-dijo ella estremeciéndose un poco en su asiento. Sonreí… ella y sus cosas de lobos, me di cuenta de lo mucho que había extrañado a Leah.

-Ok…

Conduje en silencio, no me volví a atrever a mirar a Leah de nuevo pero si sentía la penetrante mirada de ella en mí, me hacía sentir raro… en todos estos meses me había sentido muerto, vacio solo… creo que ella aunque estuvieras así… en silencio, llenaba mis espacios vacios.

-Arggg- gruño ella dándole un fuerte golpe a su mochila.

-Rayos Leah… ¿estás loca?-dije tranquilamente mientras trataba de formular una sonrisa, difícilmente me acordaba como hacerlo, había pasado tanto tiempo…

-No… este silencio… me incomoda…-inesperadamente ella llevo una de sus manos hasta la radio. Me tense en mi asiento, ¿música? Hacia 4 meses que había escapado de ella, cada vez que escuchaba una nota siquiera me hacia recordar a Bella.

-Leah no creo que eso…-intente detenerla, pero bueno, nunca se puede detener a un Clearwater, tal y como ella me lo había dicho una vez.

Una canción de The Velvet Underground inundo el coche con su particular sonido contagiante, me sorprendí que esta vez la música no tuvo el mismo efecto sobre mi… me resultaba incomodo estar rodeado de la alegría contagiarte de la canción, que se suponía que hablaba sobre el amor, la calidez y la alegría… nada de lo que yo sentía.

-Ahora que te pasa a ti? Tu pareces el loco…-dijo ella un poco molesta, la mire y negué con la cabeza. Ya estábamos por llegar al instituto.

-No me pasa nada… es solo que no me… no me… no me gusta la música ¿ok? Contenta, además este grupo apesta- dije fingiendo vergüenza.

-Y eso por qué? Este grupo realmente es bueno, viejos… cierto pero buenos, además Who Loves the Sun es mi canción favorita… ¿hay otra razón por la que no te guste la música Edward? Es por… ¿ella?

-No quiero hablar sobre eso-dije ásperamente, Leah asintió.-Oye, como esta mi mejilla? Debe verse espantosa.

-No, no mucho-rio ella-Ya no lloriquees ni te pegue tan fuerte, solo fue un leve golpecito, te hubiera matado si te hubiera golpeado con toda mi fuerza.

-Si, no lo dudo

-Oye te lo mereces por querer suicidarte. Calma Leah… ya no te vuelvas a poner histérico por eso… calma…

-No me quería suicidar… solo quería ver el acantilado de cerca, solo eso…

-Vaya… eres una maraña de sorpresas Edward ¿Quién eres y que has hecho con mi Eddie? A mi Eddie no le gustaba nada de eso, el era muy centrado-dijo ella con tristeza, tristeza que le llego a los ojos. Sonríe, si sonreí… luego de tanto tiempo sonríe y esta vez fue de verdad.

-Eddie? Pues ese estúpido no existe Leah… ya no existe.

Di la conversación por terminada, al llegar al instituto me encontré con la sorpresa de uqe todo estaba decorado con motivos festivos, típicos del 31 de Octubre. Faltaba un dia para aquello que yo sepa.

-Adelantaron Halloween-susurre mientras intentaba encontrar un sitio para parquear el coche, era tarde y ya habían ocupada mi nuevo espacio en el estacionamiento, claro el lugar donde Los Cullens dejaban sus coches estaba vacío… ni guasa parquearía allí.

-El nuevo Edward no sabe que toda esta semana estuvieron hablando sobre la fiesta de mañana en la noche no? Qué pena-rio Leah mientras me señalaba un espacio vacío. Por cierto me gusta aquel color lindo que le pusieron a los carteles, sabia que el naranja iba mejor que el azul.

-No me interesa-murmure mientras estacionaba. La verdad era esa… no me interesaba nada que tuviera que ver con alegría risas y todas esas estupideces que le gustaban a el antiguo y estúpido Edward.

-Ah ya-dijo Leah bajándose del coche, la seguí en un abrir y cerrar de ojos, voltea la cabeza al sentir cinco pares de ojos mirándome o más bien mirándonos descaramente… era obvio, quienes más iban a ser que los cinco alegres compadres.

Me acerque a ellos con Leah viniendo detrás mio.

-Hola chicos-les saludes, ellos se quedaron anonadados por así decirlo me miraron confundidos y sorprendidos a la misma vez. Me sentí incomodo.

-Esto… uhmm… Hola Edward ¿te sientes mejor…?-Jessica hablo dulcemente mientras me miraba aun en estado de Shock. No está hablando? Esto de verdad está pasando?

-De verdad está pasando-murmure en voz baja.

-Disculpa que has dicho- me pregunto ella enarcando una ceja, abrí mis ojos y me di cuenta de que lo había vuelto a hacer, había respondido sus voces internas… Leah me miro y sonrió.

-Hey Stanley, te quedaron lindos los carteles y las demás decoraciones ¿Cuándo las habéis puesto?- salvado por la campana, o mejor dicho por Leah. Pensé.

-Ahhh…-Jessica parecía confundida-Las acabamos de poner… ¿quedaron geniales a que si? ¿te gusta Edward?

-Mande?

-Las decoraciones… ¿te gustaron? Yo y Ángela la terminamos ayer en la noche. Sé que no es momento para pensar esto pero quizás si Edward ya está hablando de nuevo… yo tal vez…

-Ah sí me encantaron-la corte. Lo último que necesitaba ahora era a Jessica enamorada de mí nuevamente. Leah noto la forma en la que Jessica me miraba y se acerco más a mí, casi posesivamente.

-Quizás ya es hora de entrar- sugirió Angela sonriéndome. Eric también sonrió menos Mike que lucía algo molesto.

El tiempo como todos los anteriores días paso lentamente, una parte de mi cerebro se dio cuenta de algo… el tiempo pasaba, inclusive para mi, lentamente y dolorosamente recordándome a cada seguro todo lo que había perdido. No solo había perdido a la única mujer que amaría en la vida, sino había perdido una hermana, dos hermanos, una padre, una madre… y lo que sea que Rosalie pensara que yo era.

Una bolita de papel estrellándose contra mi mejilla me saco de mis tétricos pensamientos, voltee enojado para ver quien se habría atrevido a molestarme en la “divertida” clase de física nuclear.

Fue Leah quien me saludaba con la mano dos mesas al costado. Asentí con la cabeza, ella me hizo un gesto con la mano, indicando que abriera el papel. Vi un momento al profesor que parecía divertido con su “interesante” clase.

Abrí el papel y leí lo que decía.

Hey Edward… te gustaría acompañarme a la fiesta de Halloween? Vamos, estará divertida. Por favor.

Me sentí incomodo… pero no podía hacer eso, esa noche tenia que escribirle a Bella ya que seguro mi madre ya estaría en estos momentos en la casa y bueno por la noche no me dejaría ni respirar así que no podría escribirle a Bella, tendría que compensárselo mañana… no, no podía, no podía siquiera permitirme dudar en ello.

-Masen?

-Si profesor Cortez?- pregunte asustado mientras fijaba la vista en la enojada cara del maestro de Física. Este negó con la cabeza, pensó que yo era un ignorante y continúo con la clase.

Mire en dirección de Leah y negué con la cabeza, esta hizo un encantador puchero mas yo me seguí negando.

-Ya esta bueno, Clearwater, Masen, a la oficina del director-grito el profesor dándonos una furibunda mirada a Leah y a mí. Me quede perplejo. Genial… lo que necesitaba…

Leah y yo nos marchamos en silencio ante la atenta mirada de nuestros compañeros que ya murmuraban a nuestras espaldas. Que hermosa la secundaria…

-Todo esto es tu culpa-murmure enfadado cuando salimos de la oficina del director. Nos habían castigado.

-No lo es-sonrió ella dándome un empujo leve.

-Ah no? Tú y tu estúpida nota…

-Ah lo siento por preocuparme por ti pero es que tu no sales, no nada Edward… además quieras o no tendrás que venir a la fiesta

Si bueno el director nos había dicho que tendríamos que limpiar los desastres que los demás harían en la fiesta lo que significaba que seriamos los esclavos de todos aquella maldita noche… ¿a si o más horrible?

-Si qué alivio, la verdad Leah tu no entiendes como me siento ahora?-me pare, ahora de verdad estaba enfadado- Piensas que solo por que estoy hablando estoy bien, “Edward ya supero todo” “Edward ahora será el mismo de antes” pues la verdad no Clearwater, ya no seré el mismo nunca más, ya deja de pensar eso me vuelves loco.

Leah me miro atónita.

-No me mires así… ya te dije que no me gustan las fiestas, no me gusta la música no me gusta nada Leah… no quiero nada solo quiero… solo quiero morir y que el dolor se vaya, ya no quiero esto ¿ves en lo que me he convertido? Un ogro malhumorado que hiere a todas las personas a mi alrededor, una persona vacía…

-Shhh-puso unos de sus cálidos dedos en mis labios-No, no digas eso…Edward lo siento pero es que de verdad te extrañaba, extrañaba esto… tu amistad es todo para mí y perderte estos cuatro meses ha sido devastador, es como si no pudiera estar lejos de ti… no sé lo que me pasa contigo, odio a … la odio a ella… por haberte lastimado, la odio por haberte convertido en alguien triste, tu no eras así… te quiero , eres mi mejor amigo…

Era increíble ¿de verdad estábamos hablando sobre esto aquí? ¿En el pasillo?

>> No estés así Edward, anda, te quiero… aunque seamos esclavos en la fiesta pues… nos divertiremos o al menos lo intentaremos ¿vale?

-Ok-resople abrazándola. Al instante que sentí su cálida piel juntarse con la mía miles de emociones llenaron el hoyo profundo que tenía en el pecho… me sentí ¿lleno? Entonces Leah era lo que yo necesitaba para mantenerme o al menos disimular estar con vida…

-Aunque de que nos disfrazaremos?

El día concluyó sin más preámbulos, el almuerzo ocurrió a la misma hora del día… solo que esta vez deje de sentarme solo, mis antiguos amigos me abrieron los brazos nuevamente y me senté en su mesa, no sin antes echar un vistazo a la mesa de ellos… de Los Cullens…

Luego continúe con Geografía, Historia, y Literatura… donde justamente me toco leer una parte de un estúpido libro donde el protagonista el vilmente engañado por una ninfa celestial que le deja solo, vacio y con el corazón roto.

Luego me fui a casa, sorpresivamente a Leah la vinieron a recoger, creí que era Jacob pero no… era el pequeño Seth, a más bien el gigante Seth ¿Cuándo rayos se había hecho tan enorme? El Seth que yo conocía era pequeño con una cara casi divertida, este tenía aun aquel rostro solo que en un cuerpo que parecía haber sido atacado con esteroides.

Finalmente fui a casa… mi madre ya estaba allí y en cuanto me vio me ataco con besos y abrazos, palabras de consuelo, de disculpas y de reproche le siguieron. Bueno… la sorpresa era que ella había terminado con Phil, gracias al cielo, bueno Charlie al menos lucia tan feliz como yo. Aunque luego cuando supo que dormiría en el sofá no estuvo muy feliz que digamos.

La larga, larga… pero larga charla con mi madre duro hasta entrada la medianoche, al otro día no tendríamos clases así que estaba bien que me desvele. Como supuse termine agotado… ni bien mi cuerpo toco mi cama me quede dormido.


N.T :Bueno pues ¿Les gusto? Odienlo o ámenlo, aquí esta el capitulo 26 ¿26? WOW aun recuerdo cuando empeze este proyecto... y luego vino mi querida hermana del alma, que aunque tiene otro apellido para mi siempre, siempre sera mi hermana BRIIZZA! Lo que sigue es algo... bueno ya lo veran no dare mas spoilers, es por eso que no he subido las demás bio... es que chicas no les puedo dar tantos spoilers! Esperense hasta el final... quizas si nos dejan mas de sus comentarios les regalamos un Epilogo *risa maligna*

La cancion de Leah es Who Loves the Sun de The Velvet Undergroun, les dejare el video, esta cancion la amo y cada vez que la escucho pienso que Leah se la dedica a Edward *suspiro*

Leen y comenten! Las quiero y Kat :3 necesitaremos un nuevo banner... tu ya sabes *secreto*

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