domingo, 8 de agosto de 2010

Capitulo #26 SEGUNDA PARTE

Antes de leer, en la 1 parte no puse mi lista de canciones recomendadas, lo siento, la lista es esta:

-How To Disappear Completely - Radiohead
-Sure as Hell - This Providence
-Return to Me - Sparklehorse
*Para la 2 parte es esta:
-Pills - The Perishers
-True Love waits - Radiohead
-Let myself Fall - Rosie Thomas
-Flames - VAST

Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Steph Meyer… (¿Mas que obvio no?) Nosotras solo jugamos un poco con ellos xD
-Letra normal: dialogo. (Obviamente)
-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.

Capitulo #
26 Parte 2

Wolf Beach route, Halloween y Victoria


-Más alto, por favor-reía ella mientras sus ricitos danzaban con el viento.

-Amor, no puedo ir mas alto ¿sabes me haría tu madre si me viera? Se enojaría demasiado con nosotros

-Awwww-la pequeña de rizos cobrizos hizo un puchero. Aquellos que me quitaban la respiración, una respiración que no me era necesaria ahora.

-Anda, mejor jugamos a las escondidas ¿te parece?-la guie hacia el hermoso prado soleado, miles de lucecillas danzaban a nuestro alrededor.

-Tu piel es tan bonita, desearía brillar así, eres mi estrellita ¿Verdad? Tu y mami…

-Sí que lo soy, te amo mucho princesita.

Desperté nuevamente agitado y sudoroso, el cuarto oscuro me indicaba que aun no había amanecido pero el reloj se negaba a hacerle caso, eran las 8:45. Sería uno de esos días nublados, en si… el otoño estaba dándole paso al invierno después de todo.

-Mierda… de nuevo aquel maldito sueño-murmure restregándome los ojos. Como siempre aquel estúpido e insulso sueño… siempre era con aquella niña.

-Mi amor, estas despierto- la alegre y efusiva vos de mi madre lleno mi habitación, abrió mi puerta inesperadamente y yo me cubrí con mis sabanas.

-Rayos mamá, podrías siquiera tocar la puerta- grite enfadado y avergonzado.

-Anda hijo, yo te he cambiado los pañales, no tienes por qué tener vergüenza conmigo. Hay este niño deja las cosas tiradas por todas partes, en Arizona él no era así… Charlie, tendremos una charla… algunas cosas tendrán que cambiar por aquí.

Rodé los ojos… mi madre y su paranoia.

-Bien… lo sé pero aun así… me da vergüenza.

-Ve a bañarte, el desayuno ya está listo, te deje tu ropa limpia en el planchador; ah una de tus amigas te hablo temprano quieres que vayas a su casa para coordinar sobre sus trajes de esta noche, me parece gentil aquella muchacha al menos su vos lo era.

-Es la hija de Sue Clearwater ¿te acuerdas de ella?

-Ah Sue! Si claro, iré a verla ¿vamos juntos a La Push? Sue era siempre tan gentil conmigo…

-Claro mamá, te dejo allí y de paso iré a ver que se trae Lee entre manos.

Cuando me hube bañado, cambiado y tomado el desayuno yo y mi madre emprendimos rumbo a La Push.

En cuanto mi madre vio a Sue se lanzo a sus brazos, ambas parecían estar felices de haberse vuelto a ver. Platicaron y platicaron y me tenían en una encrucijada hasta que Leah vino de nuevo a mi rescate. No sin que mi madre alabara la Belleza y sencillez de Leah.

-Hey… nunca había visto a mi madre tan feliz-rio Leah mientras caminábamos por los alrededores de la reserva.

-Bueno, mi madre es muy efusiva con todo el mundo… ya la conocerás… se quedara aquí por un buen tiempo al menos dice que hasta que yo engorde unos cuantos quilos ¿Qué acaso estoy tan delgado?

-Hey, estas más que eso… ¿Eres Esqueletoward o algo así?

-No me causa gracia Leah-le dedique una mirada molesta… qué onda con lo de “Emoward” “Zombieward” y ahora con “Esqueletoward” era como poner el cherry en el helado.

-Anda tu sabes que ha sido gracioso-rio ella mientras tomaba mi mano, mano que yo aleje enseguida. Ella me miro sorprendida, pero luego asintió.

-Muy pronto aun?

-Esto… si…

-Ok, soy paciente… pero ojala y la loca de Stanley no se me adelante ni me quiera quitar el puesto de mejor amiga por que si no, ya verá.

-Eres todo un caso Lee.

Caminamos y caminamos hasta que llegamos a una especia de cabaña roja casi en medio de toda la reserva.

-Hey Jake!-grito Leah tirando una piedrecilla en la ventana lateral de la casa.

-Leah, que gusto tenerte de vuela y lo mismo digo por ti Edward, se te extrañaba correteando por aquí-la amigable voz de Billy Black me trajo varios recuerdos, recuerdos que debía hacer a un lado.

-Hola Billy-sonreí tímidamente.

-Pasen, vengan a tomar algo, esta helado allí afuera.

-No Billy solo vine a pedirle a Jake algo de grasa de máquina, ya sabes te comente lo de los disfraces anoche. Que no me haga revelar mi plan…

-Ah sí, anda esta atrás en la “guarida” Donde más estaría aquel flojo…

-Ok, Edward me esperas aquí? Iré a buscar a Jake.

-Anda ve, no te preocupes-asentí mientras veía a Leah correr hacia atrás de la casa.

-Y Edward, como te has sentido?-Billy comenzó a hablar, me sentí de repente incomodo.

-Amm… Bien…

-Sí, tu energía me dice que estas débil, los espíritus no mienten Edward, necesitas olvidar para estar completo, necesitas dejar de pensar y serás feliz nuevamente.

-Ahhh Ok…-me sentía de verdad incomodo al escuchar aquello de espíritus y de todas esas tonterías Nativas.

-Es de verdad Edward, tu aura tiene dos caminos, uno te llevara a la felicidad y el otro a la destrucción, solo hay fuego, los espíritus muestran que te consumes en un gran fuego… sería un gran precio el que tendrías que pagar si escoges el mal camino, si te equivocas de nuevo esta vez ya no habrá vuelta atrás…

-Anda papá no asustes al bebé con tus cosas ancestrales-la vos de Jacob Black me saco de aquel trance.

-Lo siento si te asuste Edward-se disculpo Billy moviendo las ruedas de su silla.

-Ya tengo todo lo que necesito Edward, ven vámonos-sonrió Leah jalando de mi mano, oi el leve gruñido de Jacob y le mire.

-Y de que se va a disfrazar ¿De sanguijuela? al igual que la familia de su amante, la mestiza chupasangre-se rio malévolamente. Algo en mi rugió con furia… no iba a permitir que nadie insultase mi recuerdo.

-Cállate imbécil-rugí acercándome al estúpido hijo de Billy.

-Shhh, anda vámonos Edward… no llamemos la atención de los otros-Leah lucia preocupada-Y tu Jacob compórtate como Alfa y no le des toda la responsabilidad a Sam si no querías ser Alfa debiste decirlo antes.

Jacob dejo escapar otro gruñido y su cuerpo comenzó a estremecerse, iba a entrar en fase. Billy se acerco a su hijo y por un momento sentí pánico ¿Qué pasaría si lastimaba a Billy?

-Anda váyanse, yo detendré a este hormonal idiota-Billy miro a Jacob mientras le jalaba de sus ropas, Jacob miro a su padre y se tranquilizo.

Leah me jalo prácticamente hasta su casa, en todo el camino venia torturándose por lo estúpida e inconsciente que había sido, claro que aquellas palabras jamás salieron de su boca.

-¿Qué paso?-Sue y mi madre exclamaron al unisonó mientras venían a nuestro encuentro. Leah y yo nos miramos y negamos con nuestras cabezas.

-No mientas Edward Anthony, tienes la cara roja ¿se han peleado?

-No, madre… no me digas Anthony… lo odio

-Lo siento bebé- dijo mi madre dándome un abrazo, por lo menos hizo a Leah reír.

Leah me invito a pasar a su sala, era tal y como la recordaba, sencilla pero acogedoramente perfecta, Seth estaba sentado jugando videojuegos con Embry. Tocaron el tema de nuestra “discusión” son Jacob pero aquello pareció divertirles en vez de enfadarles.

Leah me dijo que nos disfrazaríamos de zombies, pero no de aquellos zombies asquerosos… si no de Zombies bien vestidos, algo ojerosos, y pálidos. Aquello me pareció más la descripción de un vampiro…

Acordamos reunirnos a las 6:30 en el Instituto, Leah manifestó que Seth la llevaría que no necesitaba preocuparme tanto por ella.

Mi madre estaba entusiasmada hasta perder la razón por la idea, cuando la hora del almuerzo llego ella le conto a Charlie todo, exactamente todo efusivamente y además dijo lo mucho que le había gustado Leah, que si era una muchachita encantadora que si era muy buena estudiantes… blah, blah…

Charlie le escuchaba atento, y sonriente… se le veía ¿enamorado? Me pregunte si podría haber una posibilidad para ellos… tal vez algún día ellos podrían estar juntos, quien sabe… a veces el destino nos juega bromas inesperadas, como yo… se suponía que me casaría, que sería feliz con Bella, que me convertiría en vampiro… que tendríamos la eternidad… pero no.

Al llegar las 5 mi madre me mando a la ducha, al salir ella me mando a cambiar, me puse unas ropas algo rasgadas y un poco cubiertas de fango… se veían bien, no lucían tan asquerosas. Despeino mi cabello y me puso una especie de crema blanquecina en el rostro, algo de la grasa que Leah me había dado y listo. Me sentí niño otra vez… tal y como mi madre hacia en Arizona cuando era Halloween y Steve, Nicholas y yo salíamos a pedir dulces.

Partí hacia el instituto a las 6, quería llegar temprano por si necesitaban mi ayuda por allí, ni siquiera me atreví a mirarme al espejo… antes de irme vi que la casa tenía dos calabazas al frente y recordé que en la mesa de la sala había un tazón lleno de caramelos. Rayos mi madre era biónica ¿o qué?

-Hola Eric ¿y que se supone que eres?-dije mirándolo de arriba para abajo cuando baje de mi coche.

-No es obvio que soy Tarzán?-dijo el tiritando de frio. Rayos me congelo, me congelo… pero ojala que esto conquiste a Angela!

-Ok… con eso seguro y que conquistas a Angela-bromee, Eric y yo caminamos juntos hacia el gimnasio, lucia podríamos decir que bien, adornados con murciélagos de plásticos y telarañas de lana.

-Edward viniste-grito Jessica arrojándose a mis brazos, vestía un traje ajustado negro que hacía alusión a CatWoman, se veía muy linda.-Te ves genial, Ummm vampiro SEXY-

-NO SOY UN MALDITO VAMPIRO.- grite, todos voltearon a verme sorprendidos.-Lo siento… no se que me paso-me disculpe.

-Ok, calma, calma-exclamo Mike, dándome golpecitos en el hombro. Mike lucia completamente ridículo, imitando a Tom Cruise en la película Risky Bussines. En serio solo traía puesta una camisa y calzoncillos? Todos se rieron de él, y con eso los ánimos volvieron a calmarse.

Casi a las 6:59 llego Leah quien se veía hermosa en su traje de zombie, su cabello había crecido un poco, y sus ojeras falsas la hacían lucir muy bonita.

-Llegas tarde Clearwater-le reclame, jalándole levemente de una oreja.

-Lo siento, Seth me trajo en la moto de Jake… esa máquina es mortal solo te digo eso. Dios Eddie luce completamente sexy, se ve estupendo.

Me sonroje.

La noche paso rápidamente, recogíamos los vasos que los demás dejaban caer al piso, limpiábamos los platos sucios… y platicábamos otro rato. Todos parecían divertirse. Leah y yo nos fuimos a sentar cerca de las graderías, bebiendo algo de ponche negro… Angela lo había preparado gracias a Dios.

-Hey Lauren, has visto a la horrenda chica nativa ¿qué es lo que trae puesto?-rio Claire una muchacha de 3 año. La mire enfadado ya que hacia sus comentarios en voz alta como para que Leah y yo los escuchásemos. Leah me miro y sonrió meneando la cabeza.

-Sí, que desubicada… pobrecilla y ahora viste que no se desprende de Masen, que convenenciera… en si aquella mugrosa pobretona jamás lograra conquistar a Edward, ese idiota sigue pensando en la rarita. Vaya ridícula, que horrible traje, además huele tan feo como ella.

Esto ya no me gustaba… no iba a permitirle a aquellas horribles lechuzas hablar mal sobre mi mejor amiga.

-Hey tu nariz operada-le grite a Lauren, ella me miro ofendida.-No te atrevas a hablar mal sobre Leah ¿entendiste?

-Yo? Y a ti que te importa Masen, o que… le vas a decir a tu papi o mejor dicho a Isabella Cullen, upsss ella ya no está, te dejo-ambas se rieron a carcajadas. Leah se levanto y se zafo de mi agarre con facilidad.

-Tú y tu maldita, no le hablen a si a Edward o si no les juro que las dejare mas desfiguradas de lo que ya estan.

-Cállate morenita, no nos digas que hacer aquí tú no eres nadie, por que no te vas a tu reserva con tus amigos los indios, a hacer flechas y cazar animales salvajes.

Note a Leah temblar, y me horroricé, si ella entraba en fase aquí todo el secreto Quileute quedaría al descubierto.

-Leah ven vámonos-la jale del brazo. Las matare, las matare…

-No, yo no voy a huir de estas malditas-grito ella, de repente todo el mundo nos estaba observando, sabía que todo sería un desastre. Rayos.

-Déjenla en paz-grite mientras intentaba alejar a Leah, Jessica, Angela y Eric vinieron en mi ayuda.

-Anda Clearwater, vámonos no peles con estas brujas-Jesica miro enfadada a Lauren.

-No, esto es por honor ahora.

-Anda Leah deja tu honor de lado, vas a cometer una locura.

-Tu si quieres vete, eres tan cobarde, nunca defiendes nada de lo que quieres con razón aquella sanguijuela te dejo-grito Leah de repente se llevo sus dos manos a la boca, en sus ojos había arrepentimiento, pero el daño ya estaba hecho.

-Genial-dije soltándola.

Me escabullí entre la multitud, triste, decepcionado… herido por la única persona que ahora podía lastimarme.

Sentí mis ojos picar pero negué las lagrimas salir, desde aquella vez que llore ridículamente en mi habitación me había jurado no llorar de nuevo.

Fui directamente hacia el estacionamiento y encontré una nota en el limpiaparabrisas. Leah no era tan rápida, y además ella no me hubiera dejado una nota.

La abrí y el hueco en mi pecho empezó a doler.

Edward, te amo... lo siento tanto, fue un error dejarte, esto me está matando te quiero devuelta en mi vida. Te esperare en la ruta de la muerte, escapémonos juntos, seamos felices, vivamos nuestra eternidad juntos, solos tu y yo.

A tte: Tu Bella.

Sentí la alegría apoderarse de mi pecho, bese la carta, rayos ella me quería de vuelta. De nuevo me sentía vivo. ¡Ella me amaba, me amaba de nuevo!

No supe en que instante me había montado en el coche, y menos aun en que instante me encontraba en camino a la única ruta de la muerte que yo concia en todo Forks.

Wolf Beach Route.

Mire mi reloj, eran las 23:00, sentí mi celular vibrar continuamente en mi bolsillo. Eso no importaba ahora. Nada era mi importante que mi Bella.

Llegue a las 23:45 estacione en el mismo lugar que la anterior vez. Impaciente, ansioso, y ridículamente enamorado.

-Bella ya estoy aquí! Amor sal te lo ruego!-grite eufórico. Más nadie contesto.

-¿Bella? ¿Amor?-me estaba comenzando a preocupar… ¿y si esto era una broma? No… no… ella había vuelto por mí, ella me amaba, ella me quería de vuelta en su vida.

-¡Bella!-grite sin fuerza mientras me dirigía a un costado de la carretera, escalando algunas rocas para adentrarme al bosque, escuche una risilla, era ella, era ella mi Bella.

-Bella, eres tú? No te escondas-escale con más velocidad y al fin estuve en la cima de la colina, el precipicio lucia aun mas terrorífico desde aquí, me di cuenta de por qué le decían Wolf Beach, tenía la montaña tenia la forma de un lobo.

-Edward, estoy aquí-murmuro alguien detrás de mí. Me tense. Aquella no era la voz de mi Bella.

-¿Quién eres?-grite mirando hacia todos lados, el viento comenzaba a soplar con mas ferocidad.- ¡Sal de donde estés!

-Edward, estoy aquí-sentí a alguien jalarme de mi ropas rasgadas.-No mejor por aquí. Anda, no eres bueno jugando a las escondidas Il Mio Cantante.

-Victoria-murmure con la garganta seca.

-Aja-respondió ella agarrándome mis cabellos y escondiéndose nuevamente en la oscuridad de la noche. Sentí pánico, miedo.-Hay Mio Cantante, hueles tan bien.

-No me toques-grite cayendo en el suelo húmedo.

-Ashh, te estás ensuciando amor, ven deja que te levanto-ronroneo en mi oído. Tan caliente, tan sensual, mi marca de heroína.

-No me toques maldita-sisee temblando. Mientras gateaba en el suelo, sentí unas gélidas manos agarrarme la mandíbula fuertemente hasta producirme dolor.

-Ahhggg me duele-gemí de dolor, sentía como si me fuera a romper la mandíbula.

-Desearía que tus gemidos fueran de placer, no de dolor mí amado cantante.-su gélido y empalagoso aliento baño mi rostro. Sentí asco.

-Suéltame, déjame ir

-Dejarte ir? He buscando tu sangre por más de 167 años, no te dejare ir tan fácilmente, ah no primero vamos a jugar al gato y al ratón ¿te parece? Oh claro que si te parece, por supuesto que estás de acuerdo-ronroneo de nuevo ¿rayos que podría hacer? La muerte que tanto anhelaba estaba aquí, yo había venido directo hacia ella.

-Corre Edward, corre lo más rápido que puedas-ordeno ella. Y así lo hice, corrí y corrí a través del bosque rocoso, me caí varias veces y oía la risa de Victoria romper el silencio nocturno.

-Listo o no allá voy-sentí a la nómada vampiresa empujarme contra una árbol, no sé qué dolió mas el golpe o la sensación de oír una de mis costillas romperse.

-Que debilucho te has puesto, creí que eras mas fuerte- sus labios tocaron mi garganta, el dolor punzante de mis costillas era insoportable. Todo se volvió oscuro.

Desperté y si la luz brillante del sol, jadee e intente moverme hacia mucho frio, demasiado. El dolor punzante seguía allí pero ahora era más leve. Mire hacia todos lados, no había nadie. Estaba solo, solo en algún lugar que desconocía completamente.

Quizás… solo quizás Victoria se habría apiadado de mi, o quizás ya estaría muerto. Me levante y no lo pensé dos veces, corrí, tan fuerte como mis adoloridas piernas pudieron. Mierda, como pude caer en la trampa de aquella loca, como pude ser tan estúpido.

Me tropecé con una roca y caí de bruce, sentí dolor en mi frente, mis ropas estaban sucias y rasgadas. Me pregunte como las cosas habían tomado este rumbo, de ser una simple fiesta de Halloween, llego a ser una noche de verdad terrorífica.

-Edward?-una dulce voz, me trajo de nuevo mis recuerdos.-Edward… ¿Dónde estás?

-De verdad soy tu princesita? Dime que si!

-Si, mi princesa.

-Déjame en paz-grite jalándome los cabellos, sentí algo frio chorrear por mi frente, una herida. Estaba sangrando, ahora ella me encontraría más fácilmente.

Mire hacia el frente, y la vi allí, arriba del árbol sonriendo con los ojos negros. Tenía sed.

-Por favor, déjame en paz, solo vete-rogué mientras corría esta vez más lento, las fuerzas se me habían agotado de nuevo.

Las cosas habían tomado otro rumbo, un rumbo que aun me asustaba… la respiración agitada me delataba, el miedo era palpable aun en el aire frio casi congelado. Intente zafarme y correr mas no pude, la felina mujer me sujeto y me empujó contra un enorme abeto, sentí mas de mis costillas romperse y mis pulmones colapsar.

-No, no, no… Eres un chico muy malo-sonrió la mujer de cabellos color rojos intensos, tan rojos como la sangre mientras se acercaba nuevamente a mí. –Mmm hueles demasiado bien… Mi Cantante

Con las pocas fuerzas que tenia me limpie la sangre de mis labios, jadee en busca de aire… ¿Cómo es que había llegado aquí? De todos los millares de personas en este mundo esto tenía que ocurrirme a mi… no maldecía el día que la conocía a ella, jamás haría eso, yo la amaría eternamente, hasta que mi corazón dejara de latir, hasta que la dulce muerte me acogiera entre sus brazos, y me recibiera con un beso duce y frio.

-Te odio Victoria-murmure mientras el rostro fiera de la mujer estaba a milímetros del mio, sentí su mirada endurecerse.

-Yo te deseo, anoche no terminaste el juego humano te dormiste-rugió ella apretándome aun contra el abeto. Por que siempre ella, por que siempre Bella… primero James ahora este? Que le ven a esa estúpida.

-Bella es mejor que tú en todos los sentidos

-No lo sabes, aun no me has probado. A los hombres les gustan las mujeres rudas.

-Me das asco-gruñí empujándola un poco

-A James le gustaba Bella… pero aun así me tenía a mí como su consuelo.-dijo ella separándose un poco, aproveche eso y corrí, voltee tontamente hacia atrás, ella seguía estática.

La lluvia fría caía sobre mi piel, la sensación de frio mitigaba el dolor punzante que recorría mi torso. Un único gemido lastimero salió de mis labios, me dolía mas la sensación de estar sin ella, me dolía la sensación de no saber qué había pasado con ella. ¿Dónde estás mi Bella? ¿Dónde estás? ¿Estarás bien? ¿No te habrá pasado algo? Sin querer una lagrima cayo por mi rostro y se fundió con las gotas de lluvia.

-Que paso muchacho? Ya no quieres jugar más? Que aburrido eres… bueno terminemos con este juego de una vez por todas, ya me aburriste.

Victoria me tomo por el cuello de mi chaqueta y se acerco a mi cuello lentamente, cerré los ojos y pensé en ella… había cumplido mi promesa, pensar en ella hasta mi último segundo de vida…

-Bella te quiero-murmure

Un aullido se oyó a lo lejos, sonreí mas no abrí los ojos… yo sabía quién era.

No sé que mas abra pasado, no recuerdo más de aquel horrible día. Lo único que lleno mi mente fue el momento en el que abrí los ojos y me encontré con los orbes azules de mi madre, llenos de lágrimas.

-Amor, chiquito despertaste-me abrazo con delicadeza y me dio un beso en la frente.

-Mamá… d-donde estoy? –gemí cuando sentí el dolor apoderarse de mi cuerpo.

-En el hospital, pero Shhh amor, todo estará bien-dijo ella dulcemente-Llamare a una enfermera.

-Vale-murmuré mirando hacia el techo, el dolor se hacía cada vez más latente. Pero no era el dolor físico, el dolor del alma, del corazón, todo este tiempo me la pase diciendo que mi alma se había marchado con ella, que mi corazón se lo había llevado ella. Pero en realidad no… estos estaban conmigo, estos siempre estarían conmigo. La imagen que yo tenía de Bella en mi cabeza era una imagen falsa, las malditas cartas que escribía cada noche jamás llegarían a su mano, ella jamás sabría cuanto daño y cuanta falta me hacía. A ella no le importaba. Entonces esto se acabo… ¿había terminado? Aquí en este cuarto de Hospital, yo Masen había por así decirlo… aceptado que jamás volvería a verla, que aquella carta del estacionamiento la escribió Victoria no ella, a ella yo no le interesaba.

-Hey, Aplastadoward, como te sientes?-murmuro Leah entrando por la puerta, sus ojos lucían rojos. Había estado llorando por supuesto.

-Algo mejor-gemí

-Debí llegar más a tiempo, debí haberte encontrado más rápido… todo esto es mi culpa, todo es mi maldita culpa.-lloro ella a los pies de la camilla.

-No, no lo es Lee

-Sí, si lo es… si yo no te hubiera dicho aquellas cosas tan feas, tu estarías bien… ahora mírate! Tienes 6 costillas rotas, un pulmón lastimado, una pierna rota y una herida en la cabeza…

-No importa… de verdad no importa Leah…

-Pero

-Leah quiero estar solo, te lo ruego… no solo me duele el cuerpo, si no el alma, acabo de romper oficialmente mi relación con Bella y esta mierda duele más que cualquier herida del cuerpo… hazme un favor, ¿puedes?

-Claro, lo que sea… por ti daría mi vida

-Ve a mi casa, en mi habitación tengo un libro… una especia de cuaderno, eso ya no importa

-¿Qué quieres que haga con el cuaderno?

-Quémalo, tíralo al mar, haz lo que tú quieras con eso, pero si en algo respetas mi privacidad, no lo leas te lo ruego.-las lagrimas que tanto había intentado retener estaban cayendo finalmente por mi rostro, lagrimas de dolor, lagrimas de furia, ira contra ella… todo eso jamás habría pasado si ella no hubiera jugado conmigo. Pero luego venia mi maldito y enfermo corazón a decirme que la perdone, que ella solo había sido sincera.

-Lo haré, vuelvo enseguida te lo prometo.- asentí y vi a Leah alejarse de la habitación blanda lentamente.

De nuevo estaba solo.

Luego de una semana salí del hospital, tenía la pierna enyesada, un vendaje en la cabeza y una especie de faja/vendaje en las costillas. Todos mis compañeros habían ido a visitarme aquella semana, hasta Jacob Black, el menos pensado.

Todos ellos intentaban hacerme sentir mejor, aunque Jacob solo me trajo la noticia de que mi monovolumen había muerto… ellos necesitaron sacrificarlo para inventar una historia creíble a los ojos de los demás. Tontamente llore por aquel auto, había sido un fiel compañero, yo lo quería tal y como se quiere a un perro o alguna otra mascota. Leah casi mata a Jacob por habérmelo dicho.

Las cosas iban mejorando, aunque en esa semana Leah no me dijo que era lo que había pasado con Victoria. Y no es que me interesara saber después de todo.

Cuando llegue a mi casa y con la ayuda de mi padre subí a mi habitación me halle la sorpresa de que todo estaba diferente allí, Leah, Jessica, Angela, Eric y algunos mienbros de la manada lo habían remodelado. Ya no era aquella vieja habitación de mi infancia, ya no era aquel dulce lugar en donde Bella y yo nos acurrucábamos hasta quedar dormidos, ya no era aquel amargo lugar en donde mi melancolía impregno todas las paredes, ya no era la habitación del poeta del dolor…

Ya no había más Poeta del dolor, ya no… el sí que se había marchado a buscar a su musa enamorada.

-Esto es… rayos no quiero llorar-dije mirando las paredes, cada una de ellas tenía algo especial que me recordaba a mis amigos. Jessica había pintado algunas mascaras recodándome así el baile de primavera, Angela había puesto una panel de fotografías, en algunas estaban ellos, en otras Leah y los de manada, y en una de ellas estaba yo con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Recordé el primer día de clases, los flases en mi rostro. Eric simplemente puso carteles de grupos de música que me gustaban, Death cab for cutie, Grizzly Bear, Band of Horses, Take that, entre otros. Sonreí mas no pude recordar nada con aquello. Leah pinto un lobo inmenso justo al lado de mi cama, se notaba que la chica tenía arte para estas cosas, y había un cuadro cerca de mi puerta que decía: Espero que esto te haga sonreí, si es así…amare a este nuevo Edward.

Tenía a las mejores personas del mundo a mi lado, eran mis amigos. Había una sorpresa mas, Steve y Nicholas habían venido a visitarme, claro que no me saludaron hasta después que Leah les dijo que si me lastimaban alguna parte de mi cuerpo estarían muertos.

Al llegar la noche todos se fueron, mi madre se quedo a despedir a Steve y a Nicholas, ellos tenían que marcharse… en todo Arizona los institutos estaban en exámenes finales antes de las vacaciones de Navidad.

Solo quedamos yo y Charlie, este se sentó en un sillón que el mismo Billy Black había tallado. Yo me acosté en mi cama, pensativo.

-No pienses tanto Edward, quedaras sin cabellos-dijo Charlie mientras me miraba.

-¿Qué?-sonreí confundido.

-Nada, nada… un chiste sin sentido de tu viejo padre…Esto Edward, me alegra que estés bien. Ojala y la pesadilla haya acabado, ojala y mi hijo sea feliz de nuevo.

-Soy feliz con esto que tengo-respondí-Soy feliz contigo y con mamá, con Leah y los demás… antes no tenía nada, ahora tengo demasiado.

-Eso es muy profundo… sabes cuando yo y tu madre nos separamos y ella te alejo de mi yo solo pensaba en hacer cosas estúpidas, no había noche ni día en los cuales yo no pensara en ustedes… los amaba demasiado, fui un tonto por no haberlos perseguido hasta Arizona… ese fue mi error Eddie, tengo pegarlo ahora. Veras cuando me dijiste que tu y Bella ya habían tenido relaciones me asuste ya que mi niño ya había crecido… sabia que esto pasaría pero todo paso tan rápido; luego ustedes dijeron que se casarían, ahí sentí que iba a morir… pero ya sabes, los hijos algún día dejaran el hogar… luego cuando te encontré en aquel bar, me rompiste el corazón, verte así… fue terrible, y la culpe a ella, y aun lo sigo haciendo si tu no la hubieras conocido nada de esto hubiera pasado Eddie pero único bueno es que esto te ha servido de experiencia, hijo.

-Gracias por tus palabras papá… perdón por todo, yo no quería hacerte daño…

-Recuerdo cuando tenías 7 años, habías venido de vacaciones, una vez viniste corriendo a mi habitación por que te asustaban los truenos, ese día jure que siempre te protegería Eddie, que siempre estaría allí cuando me necesitases.

-Y te doy gracias por ello

-Hijo no soy partidario del “Un clavo saca a otro clavo” yo lo intente alguna vez pero no sirvo como Don Juan, pero veo que tienes a alguien que de verdad te ama, Leah te ama, y a veces es mejor fijarse en quien te quiere más a quien tu quieres mas. Estas cansado Eddie, buenas noches

Charlie se levanto vino hacia mí y como lo hacía cuando yo era pequeño me despeino los cabellos y me dijo.

-Buenas noches campeón.

-Buenas noches papá

Me quede solo, pero esta vez sabia que cuando despertara a la mañana siguiente tendría a personas que me amaban, personas que no me dejarían, personas que no jugarían conmigo. Me levante silenciosamente de mi cama, a pesar de que el doctor y mi madre habían dicho que no me moviese de allí. Me dirigí hacia la venta y murmure:

-Buenas noches Bella, siempre estarás en mi corazón pero es hora de dejar de pensar en mi… te amo, eso lo sabes… te tengo que dejar ir.

Y era como si algo o alguien viniera y me dijera dulcemente en el oído.

Se feliz.


N.T Pues he aquí la 2 parte, chicas ya les dejare las bio de los demás! Nadie se queda sin Biografías y la sorpresa viene pronto!!!!Ah y bueno, ojala y hayan escuchado este capi junto con las canciones que les recomendé, es que así es mas dramático xD

El ultimo capi viene pronto, ahh y ya saben todo puede pasar si Brrizza y yo así lo decidimos *risa malévola*

No hay comentarios:

Publicar un comentario