sábado, 22 de agosto de 2009

Capitulo #10 "Interrogatorios"

Capitulo # 10

“Interrogatorios”


Me desperté al otro día muy temprano, estaba algo confundido no sabía si lo que había pasado la noche anterior era cierto o era fruto de mi imaginación, era extraño todo lo que me había pasado pero no podía ser cierto, Me aferraba a los recuerdos mas verdaderos como por ejemplo el olor de el aliento de Bella cuando se acerco demasiado a mi, la anterior noche, era un olor realmente asombroso, eso no podía ser parte de mi imaginación. Afuera estaba lleno de nubes grises y lloviznaba un poco no había salido el sol y por primera vez desde que llegue a Forks me alegre de aquello.
Bella no tenia excusas para no faltar hoy a la escuela, rápidamente me arregle y baje a desayunar , pero cuando me fije en la hora ya era demasiado tarde no iba a llegar a la escuela ni siquiera si conducía lo mas rápido en mi monovolumen… mi viejo auto no era nada rápido, tome una barra de cereal que había en una caja arriba del refrigerador y tome leche desde la botella no podía hacer tiempo sirviéndola en un vaso, rápidamente tome mi impermeable me lo puse , tome las llaves de mi auto y me dirigí hacia el a toda prisa sin siquiera tener cuidado en ver por donde pisaba, además con toda la neblina que había no me había dado cuenta de que justo enfrente de mi casa había un flamante Mercedes Benz, eso me hizo sonreír como estúpido… era impresionante todo lo que esta chica me hacia sentir , no la había visto era como si hubiera salido de la nada y de repente estaba enfrente de mi con la puerta abierta.
— Quieres dar una vuelta con migo?— pregunto, con una sonrisa en los labios al ver mi reacción ante su aparición.
— Si por supuesto— le respondí con cuidado de que en mi voz no se oyera lo sorprendido que estaba, aunque esto no tuvo mucho éxito, ya que se rió por lo bajo.
Me dirigí hacia el auto aun sin poder creerlo, le di gracias al cielo que Bella no pudiera oír ni sentir las voces de mi cabeza…de solo pensar en eso la cara se me ponía roja de la vergüenza, finalmente llegue hacia donde estaba ella.
—Vamos, sube…no muerdo—me dijo sonriente. Así que accedí y subí dentro de aquel precioso coche. Se me hacia raro todo esto… ¿Qué acaso no son los chicos los que llevan a las chicas a la escuela? Bueno luego pensaría en todo eso.
Dentro del auto estaba tibio y en el aire estaba impregnado el olor de Bella era realmente sorprendente estar ahí dentro.
— Buenos días— dijo con una sonrisa.
Me di cuenta de que hablaba muy despacio, se podría de decir que con cautela. Me di cuenta de que llevaba una blusa color Rosa que la hacia ver encantadora, se formaba bien su figura, llevaba unos jeans de mezclilla entubados y unas botas negras que llegaban hasta sus rodillas se veía muy, pero muy guapa su pelo lo llevaba suelto y sobre su hombro izquierdo.
— Buenos días — le conteste con otra sonrisa. ¿Se abría dado cuenta de cómo la mire?...que vergüenza.
Prendió el auto y condujo a la escuela estando ahí dentro no me importaba nada ni siquiera el tiempo o que fuéramos a llegar tarde a la escuela. Ella volteo a verme y sonrió. Dios su sonrisa siempre me derretía…tenia una mezcla de inocencia pero al a vez de seducción, simplemente perfecta.
— ¿Y bien? ¿No tienes unas cien preguntas para mí? —dijo serenamente.
— ¿No te gustan mis preguntas? — le conteste con otra pregunta, me sentía avergonzado que tal si no le gustaban mis preguntas y si estaba enfadada. Sentí mis mejillas muy calientes. Diablos seguro y estaba sonrojado.
— No me molestan, más bien son tus reacciones— contestó. No parecía estar mintiendo ni mucho menos molesta, así que le pregunte:
— Tan mal reaccioné— le dije mirándola a los ojos.
— No ese es el problema. Pensé que ibas a estar en shock incluso hasta ahora lo sigo esperando. No es normal eso hace que me pregunte que es lo que estas pensando—dijo ella. No seguro y no desearía saber lo que yo estaba pensando en estos momentos.
— Bueno en realidad siempre te digo lo que pienso no te escondo nada— le conteste un poco avergonzado.
— Bueno si pero lo censuras— me contesto a la defensiva.
— No mucho— le dije esbozando una de mis típicas sonrisas deformes.
— Bueno tal vez no sea mucho pero si es lo suficiente para que yo me vuelva loca—contestó
— No quieres oírlo—dije muy bajito para que ella no lo notara pero creo que si lo hizo por que se quedo callada, no quería que estuviera enfadada así que le di un giro a la conversación y aborde otro tema.
— Donde están tus hermanos— le pregunté fingiendo indiferencia.
— Han ido en el auto de Rosalie— contesto mientras se estacionaba junto al auto deportivo rojo.
— ¿Es algo llamativo verdad?-dijo con una sonrisa.
— Wow... — fue lo único que pude decir— Si ella tiene eso no me explico por que viene con tigo…Sin ofender a tu coche. — dije con los ojos totalmente abiertos mirando al hermoso auto rojo descapotable.
— Bueno intentamos no llamar mucho la atención— dijo abriendo la puerta del auto para bajarse, yo la imite y me baje del coche.
— Pues no lo logran- dije riéndome, habíamos llegado a la escuela con 5 minutos de anticipación supuse que Bella condujo algo rápido pero estaba muy entretenido mirándola que ni cuenta me di, en realidad siempre estaba muy cómodo con ella no escuchaba esas molestas voces en mi cabeza, me sentía bien a su lado.
— Y bueno si no quieren llamar la atención por que condujo hoy Rosalie— Le pregunte aun admirando el auto.
— Es que no te has dado cuenta de que estoy rompiendo todas las reglas— me dijo poniéndose a mi lado mientras caminábamos hacia la escuela. Justo frente a la puerta estaba Mike, seguro y quería continuar la charla ayer en la noche.
— Que tal mike— lo salude a unos 4 pasos antes de llegar a el. Mike se quedo boquiabierto al ver con quien había llegado.
“No lo puedo creer…Edward anda con Isabella Cullen, no lo puedo creer de seguro ayer en la noche se cito con ella por eso, se fue solo según a la biblioteca, pero esto no se queda así, tengo que saber que es lo que paso y cuando y como sucedió“.
Esas voces de nuevo no podía soportarlas… en verdad estaba escuchando lo que mike estaba pensando y era estresante.
“Al rato… en clase… le preguntare, ¿Ya la abra besado?, que tal se sentirá besar a Isabella Cullen… a la rara Isabella”
Eso me molesto por que en su mente comenzaron a pasar imágenes besando a Bella… la primera era yo y Bella, pero la segunda yo había sido sustituido por Mike y eso no me gusto nada.
— Bueno Mike nos vemos en clase — le dije con tono un poco furioso.
— Hasta luego Mike — le dijo Bella.
Eso lo hizo quedar en shock y que aumentaran las imágenes, no podía resistir mas y me fui, Bella salio tras de mi.
— Mike parecía sorprendido, yo no se leer mentes pero por lo que vi supongo que te va a hacer preguntas y muchas en clase. — me dijo con una sonrisa dibujada en su rostro.
— Si… muchas, muchas preguntas- le conteste pensando en cual iban a hacer mis respuestas todas las preguntas que se habían formado en su cabeza.
— Bien… quisiera saber que preguntas son así que estaré al tanto, para averiguarlo. — Me dijo con una risa burlona.
— Claro— conteste que se suponía que iba a decirle “No”…no escuches por que no quiero que te enteres de que estoy enamorado de ti, claro que no, pero… bueno supongo que ya era hora de que lo supiera.
Bella me dejo frente al salón. La situación se me hacia cada vez mas y mas rara…yo era quien debería acompañarla a su salón…pero bueno en realidad los dos no éramos nada normales así que deje que el asunto pasara de largo.
— Estaré al pendiente de las preguntas y de las respuestas— me dijo curvando una sonrisa muy linda en su cara, y después se marcho.
— Te veo en el almuerzo— grito después de haber caminado unos diez pasos. Las personas que iban en medio se detuvieron a mirarme y soltaron unas risitas bastantes molestas.
Bella Cullen anda con Edward Masen que raro”
“Maldita Isabella… ella fue la que ganó… se llevo a Edward”
“Seguro es uno de sus juguetes, pobre Edward no sabe con quien se mete”.

Eso hizo que me enojara y me metí dentro del salón. Al entrar me encontré a Jess sentada en mi mesa.
— Buenos días Edward. — Me saludo con una gran sonrisa.
— Buenos días Jess — la salude aun un poco enojado.
“órale… hoy Edward se ve muy guapo”…volvieron las voces. En realidad nunca se iban “no Jessica, tu ya tienes novio, edward ya no te puede gustar mas” dijo una vocecilla bastante familiar…la voz de Angela. Eso me tomo por sorpresa Jess ya tenia novio claro Mike como no se me ocurrió. Mike.
— Cómo les fue en Port Angeles?- pregunto Jessica en lo que el maestro todavía no llegaba.
— Bien gracias, estuvo muy genial. — le respondí recordando todo lo que había sucedido la noche anterior.- de hecho Mike consiguió un traje estupendo- le dije.
— Ah y no menciono nada de la noche del lunes— me pregunto, me sorprendí por lo rápido que había cambiado la conversación.
— Si dijo que se la había pasado muy bien— le conteste dirigiéndole una sonrisa.
— De verdad?— dijo con una sonrisa. “Wow, de verdad Mike se la paso bien eso es genial.”
— Si Jess, es genial-le dije con otra gran sonrisa, al fin me iba a librar de Jess.
Ella me miro con sorpresa. Genial lo que había escuchado era su mente. Si esto iba a seguir así tendría que acostumbrarme y no contestar a los pensamientos si no dirían que estoy loco o bueno más de lo que ya piensan.
En eso el profesor entro a la clase y llamo la atención. Jess se fue a sentar a su lugar y yo al mió, la clase se me hizo infinita pensé que nunca llegaría la hora de salir, el problema era que todavía faltaban dos clases mas para el receso y yo ya estaba ansioso de volver a ver a Bella.
Al entrar al otro salón ya me esperaba Mike sentado en su banca, al verme se levanto y me indico que me sentara con el. Estaba algo nervioso sabia que los vampiros tenían sentidos muy desarrollados y uno de esos sentidos era el oído Bella estaba sentada precisamente a dos mesas de distancia de nosotros, algo mucho peor por que lo se le haría mas fácil escuchar toda mi platica con Mike.
Y demonios…las malditas voces ya estaban comenzando a llegar a mi cabeza.
— Cuéntame todo, con lujo de detalle. — me exigió Mike al momento en que me sentaba.
— ¿Qué es lo que quieres saber? — Le pregunte con indiferencia.
— ¿Qué fue lo que ocurrió noche? — me dijo con impaciencia.
— Fuimos a cenar y de ahí nos fuimos a casa, eso es todo… nada de importancia si te das cuenta.
“Oh… por favor Masen eso no fue todo dime mas” Pensó mike
— Pero se quedaron de ver ahí? — me pregunto, queriendo sacar mas información
— No, nos encontramos ahí cuando fui por el libro, me sorprendió verla. — le conteste, y bueno eso si que era cierto.
“Claro piensas que crea eso, tu tienes algo con Isabella.”
— Y hoy en la mañana has llegado con ella—dijo inquisidoramente.
“Haber con que me sales ahora Edward”
— Bueno en realidad también fue algo inesperado, solo salí de mi casa y ahí estaba ella— le contesté.
— Bueno entonces, van a volver a salir — pregunto Mike “Ojala que no, si Bella se esta comenzando a socializar con otros... podría ser que yo me acerque un poco a ella” Eso me molesto mucho mas de lo que imagine… ¿que le pasaba a ese tipo y además se estaba olvidando de Jessica?, si Mike no dejaba de pensar de esa manera en realidad lo iba a odiar.
— Bueno, en realidad quedamos en ir a Seattle el próximo sábado. — le conteste serio, ya que no me gustaba lo que pensaba.
— Wow, que genial— dijo un poco desanimado. “Supongo que ya están saliendo, Genial Masen” pensó por como se oyó pareció que estaba algo enojado, y eso me encanto.
— Si— asentí con una gran sonrisa, en verdad yo iba a salir con Bella Cullen, era muy genial.
— Oye y ya la besaste— En la mente de Mike aparecí besando a Bella pero después, como en el estacionamiento el aparecía en mi lugar, vaya supongo que el y Jessica están hechos el uno para el otro, pensaban casi igual.
— No Mike, yo no soy de esos, y ella tampoco. — le dije con algo de arrogancia.
— Bueno crees que el sábado la vayas a besar— Preguntó el con algo de mas entusiasmo.
“Vamos Masen no creo que Bella no te guste. Es tuya mientras yo no te la gane.”
Este Mike si que me irritaba.
— En realidad lo dudo— No supe ocultar el descontento de mi voz.
— Bueno, y de que hablaron— pregunto “Veamos que mas le sacamos a Masen.”
— Bueno, en realidad no de muchas cosas, solo del trabajo de Literatura. — En realidad no hablamos mucho del trabajo, pero quería cortarle hasta ahí.
— Anda Edward dame algunos detalles— casi me suplico.
— Bueno, hubieras visto a la mesera coqueteándome, era muy guapa, y Bella creo que se puso celosa. — le dije algo sonrojado.
“Vaya ahora resulta que a Bella le gusta Masen”
— Bien eso significa que le gustas— dijo con una sonrisa algo fingida.
— Eso creo es algo difícil de saber, a veces es muy críptica a veces. — suspire en beneficio de Bella.
— No se como puedes estar con ella, yo me quedaría atónito solo con tenerla enfrente. — comento Mike.
En la mente de Mike aparecieron una imágenes de esta mañana cunado Bella lo saludo y el no supo que decir.
— ¿De que hablas? — le pregunte.
— Intimida un poco— me contesto un poco avergonzado.
— Bueno en realidad me vuelvo algo incoherente cuando estoy con ella. — le explique.
— Bueno es muy guapa— explico.
— Es mucho más que eso — le conteste. La vampiro o bueno mas o menos eso… que no quería matar gente, que no quería ser un monstruo.
— ¿A si? ¿Y como que?
— Bueno no te lo puedo explicar ahorita pero, es mucho mas que un rostro perfecto—le dije en un susurro.
— Entonces te gusta— me pregunto, esa era la pregunta que estaba temiendo que hiciera, Bella si no se había enterado aun ahora lo haría.
— Si — respondí de forma muy cortante.
— Me refiero a que si en verdad te gusta— me apremio.
— Si — dije de nuevo algo avergonzado.
“Maldito Masen, te has ganado a Bella Cullen la que por tantos años yo quise conquistar.”
— ¿Cuánto te gusta? — volvió a preguntar
— Mucho, me gusta mucho—le respondí. — Mas de lo que yo le gusto a ella pero no veo la forma de evitarlo.
Después de eso el maestro le pregunto a Mike algo que no contesto bien, yo hice como que ponía atención a la clase pero en realidad estaba pensando en ella.
— En la clase anterior Jess me pregunto si habías dicho algo sobre la noche del lunes— le dije para que ya no siguiera con las preguntas sobre Bella.
— De verdad que le dijiste— “Masen mas vale que no hayas dicho nada malo
— Bueno le dije que habías dicho que te la habías pasado muy bien.
Mientras Mike recogía sus cosas me pregunto:
— ¿Hoy no te vas a sentar con nosotros cierto? — dijo mirando a Bella que estaba recargada sobre el marco de la puerta del salón. Dios…se veía muy linda…totalmente hermosa.
— Creo que no—dije aun contemplándola de lejos.
Mike salio del salón, despidiéndose de Bella. Tal vez tendría que desconectar el teléfono de casa en la tarde. Mike era peor que una vieja chismosa. Pensar en mike de esa manera me hizo reír.
— Hola — mesaludo Bella, ella también tenia una sonrisa en su cara pero en sus ojos se veía que me esperaba algo y no muy bueno.
— Hola— le conteste. El camino a la cafetería fue en silencio lo mas seguro es que estaba guardando todo para cuando estuviéramos sentados.
Al llegar a la cafetería me di cuenta de que se parecía mucho al primer día de mi llegada, todos me miraban.
Encabezó el camino hacia la cola, aún sin despegar los labios, a pesar de que sus ojos me miraban cada pocos segundos con expresión especulativa. Me parecía que la irritación iba venciendo a la diversión como emoción predominante en su rostro. Inquieta, jugueteé con la cremallera de la cazadora negra que llevaba puesto ese día.
— ¿Qué haces? — le pregunte al ver todo lo que estaba poniendo en la charola; una pizza, una manzana, un botella de limonada, un bolsa de galletas dulces, unos nachos… era bastante yo no me acabaría todo eso.
— ¿No vas a llevarte todo eso? —
— La mitad es para mí— me contesto con una pequeña sonrisa. Claro estaba hablando enserio.
Me condujo al mismo lugar en el que nos habíamos sentado la vez anterior. En el extremo opuesto de la larga mesa, un grupo de chicos del último curso nos miraron anonadados cuando nos sentamos uno frente a otro.
— Bien toma lo que quieras— me dijo empujando la charola de comida hacia mi.
— Tengo curiosidad— le dije mientras tomaba una manzana roja que se veía muy rica
— ¿Qué harías si alguien te desafiara a comer?
Ella me miro, tomo un pedazo de pizza se lo metió a la boca y comenzó a comer, la mire con los ojos bien abiertos.
— Bueno si a ti te desafiaran a comer tierra lo harías no es cierto — me pregunto con sarcástica.
— Bueno una vez lo hice… perdí una apuesta, con mis amigos- al recordar eso hice una mueca, ella comenzó a reír.
“Se ríe con el, lo mira como si se lo quisiera comer, eso significa que en verdad le gusta”
Me eché a reír, ese era Mike reconstruyendo todo lo que Bella hacia y después me lo diría, me eché a reír de nuevo.
— ¿Qué pasa? — me pregunto ella algo confusa.
— Bueno en realidad Mike esta viendo todo lo que haces y después lo reconstruirá para mi— volví a reír. Ella dejo la pizza en la charola y la empujo hacia mí. Yo la tome y le di una mordida justo donde el la había mordido también.
— ¿Ósea que me puse celosa, con la camarera? — me dijo con una sonrisa, comenzamos con lo que estaba temiendo desde que entramos a la cafetería.
— O por favor me vas a decir que no. — le dije con otra sonrisa ocultando mi temor por lo que se venia.
— En realidad ni caso le hice, tenia muchas cosas en la cabeza como para ponerme celosa de una mesera.- y ahí estaba Bella la de las negaciones…parecía un abogado que le aconseja a su cliente…”Negar…Negar y negar”
— Ah, ok— le conteste, claro que se había puesto celosa aunque no la admitiera.
— Algo de lo que le dijiste a Mike me molesta y me tomo por sorpresa— comento.
— Bueno enralidad, no me sorprende, es lo que les pasa siempre a las personas chismosas y entrometidas— le comente.
— Te dije que iba a estar escuchando — me reto.
— Y yo te dije que no querrías saber lo que yo pensaba— le conteste mirándola fijamente a los ojos.
— No, si quiero saber que es lo que piensas aunque me estresen algunas cosas que piensas. — me dijo devolviéndome la mirada.
En ese momento, nos inclinábamos el uno hacia el otro sobre la mesa. Su barbilla descansaba sobre sus pequeñas manos blancas; me incliné hacia delante apoyado en el hueco de mi mano. Tuve que recordarme a mí mismo que estábamos en un comedor abarrotado, probablemente con muchos ojos curiosos fijos en nosotros. Resultaba demasiado fácil dejarse envolver por nuestra propia burbuja privada, pequeña y tensa.
—En verdad crees que te interesas más por mí que yo por ti— me pregunto mirándome fijamente a los ojos. Escuchaba varias voces en mi cabeza, unas hablaban de nosotros y otras de sus propias cosas.
Ella se inclino mas mientras hablaba traspasando sus ojos color chocolate con los míos, la mire detenidamente.
—Volviste a hacerlo— dijo moviendo su cabeza de una lado a otro.
—El que— le dije.
—El deslumbrarme. — comento.
—Ah, eso— le dije frunciendo el ceño.
—Esta bien, no es tu culpa. Pero no me vas a contestar— volvió a preguntar.
—Si —le dije.
—si que?, si me vas a contestar o si lo piensas.- pregunto todavía aturdida por mi mirada.
—si lo creo. — le respondí con toda sinceridad.
Bella se quedo callada, yo miraba la mesa con la tapa de la limonada que había abierto luchaba para no voltear a verla y ver que su expresión era de enojo paso un minuto que se me hizo eterno.
—Te equivocas—dijo al fin con voz muy suave, al fin alcé la mirada y me di cuenta de que sus ojos me miraban con ternura.
—Bueno ese no lo puedes saber—le dije moviendo la cabeza en señal de negación.
— ¿Por qué piensas eso? — volvió a preguntar. Sus ojos eran increíblemente bellos, trate de aclarar mi mente para poder explicarme con claridad y que ella me entendiera.
—Déjame pensar— le pedí
Su rostro se suavizo supongo por el hecho de que yo al fin pensaba mis respuestas.
—Bueno dejando a un lado lo obvio— por fin hable cuando pasaron unos segundos. —Bueno yo no puedo leerte a ti la mente—Diablos Edward…no le digas que puedes leer la mente de las personas, me yo interior tenia mucha razona si que hallé algo con que escabullirme— Bueno a ti ni a nadie, pero a veces parece que estas diciendo adiós cunado dices otras cosas.
No pude explicar mejor como me sentía.
—Muy perceptivo—y mi angustia revivió cuando confirmo lo que yo había dicho. —Aunque en eso te equivocas. —comenzó a explicar, pero se detuvo. —a que te refieres con <>?
—Bueno mírame— le dije algo que ya estaba haciendo así que no fue necesario.-Soy alguien normal, bueno claro quitando los casos en los que la muerte me ha pasado rozando pero de ahí en adelante soy un chico normal,…soy de lo mas normal que te puedas imaginar, soy orgulloso, egoísta, loco, algo estupido, arrogante y etc., etc.
Hice un gesto con la mano, lo que hizo que Bella frunciera el seño para después relajarse y seguir tranquila.
—Bueno nadie se ve así mismo con claridad—comento— bueno no puedo negar que has acertado con los defectos, pero tu no haz escuchado lo que las personas dijeron el día de tu llegada—dijo aunque se equivocaba claro que lo había escuchado; todos tenían es sus cabezas mi cara y como seria si me trataban.
—Bueno eso tampoco puedes saberlo. — le rete.
—No en verdad, tú no eres nada normal, eres todo lo opuesto.
Mi vergüenza fue mucho más intensa que el placer ante la mirada procedente de sus ojos mientras pronunciaba esas palabras. Le recordé mi argumento original rápidamente:
—Bueno pero yo no digo adiós- le recordé.
—Pues ahí esta no lo vez eso demuestra que yo soy la que mas se preocupa por ti—me dijo con tono no muy suave.
—Sufriré para que tú no resultes herido, para mantenerte a salvo. —movió la cabeza como si quisiera desaparecer esa idea.
—Piensas que yo no haria lo mismo por ti— le pregunte con muy poco animo.
—Tu jamás vas a tener que a hacer esa elección...ya te lo he dicho- pero de pronto su estado de animo cambio y sonrió.
—Es mas cuidarte se esta volviendo un trabajo de tiempo completo. —agradecí por haber abarcado un tema nuevo no estaba seguro de poder volver a hablar de despedidas, no podía imaginar otro día mas sin Bella.
—Bueno nadie ha intentado matarme hoy— le recordé con otra sonrisa.
—Aun—agregó.
—Aun— repetí.
—Bien ahora, tengo otra pregunta para ti— me dijo.
—Bien adelante pregunta. — le respondí.
—En verdad tienes que ir a Seattle o era una excusa para tus admiradoras y así no llevarlas al baile— me dijo con una sonrisa que dejaba ver sus dientes blancos.
—Pues estoy abierto a sugerencias. — le dije abriendo los brazos como si fuéramos a abrazarnos.
—Si yo te hubiera invitado, me hubieras rechazado? — pregunto su sonrisa se hizo mayor.
—No, si hubiera ido contigo. — le respondí con la verdad, y ella se rió.
—De que te ríes? — le pregunte un poco confuso.
—Bueno tal vez si yo te hubiera invitado y tu me hubieras dicho que si, yo lo hubiera cancelado fingiendo que me había roto un tobillo o algo. —me explico pero no lo comprendí muy bien.
—Y eso por qué?— quise saber.
—Supongo que nunca me has visto en gimnasia, pero creía que tú lo entenderías.
—Te refieres a que eres incapaz de caminar en una superficie plana sin que te tropieces o caigas. —le dije riéndome, ningún vampiro podría ser tan o mas torpe que ella.
—Si… obviamente.
—Bueno eso es depende de quien te lleve al bailar, yo por ejemplo se bailar muy bien. — le dije presumiendo un poco. Ella rió varias personas que estaban a nuestro alrededor se voltearon para vernos.
—y bien entonces podríamos ir a otra parte si o no a bueno…otro lugar —dijo impaciente.
—Claro ya te dije estoy abierto a sugerencias—volví a repetir—Pero con una condición. Pedí.
— ¿Cual?
— ¿Puedo conducir?
—Por que?- quiso saber.
—Bueno, sobre todo porque cuando le dije a Charlie que me iba a Seattle, me preguntó concretamente si viajaba solo, como así era en ese momento. Probablemente, no le mentiría si me lo volviera a preguntar, pero dudo que lo haga de nuevo, y dejar el coche enfrente de la casa sólo sacaría el tema a colación de forma innecesaria. Y además, porque tu manera de conducir es horrible.
—Wow eres muy raro- comento mirándome de nuevo a los ojos. — por todas las cosas que te deberían asustar a ti te preocupa mi forma de conducir, perdóname pero si eres muy raro. —se rió, ella era aun mas hermosa cuando se reía.
—Y a donde iremos— pregunte para que la plática no acabara.
—Bueno hará buen tiempo así que estaré fuera de la visión publica y podrás estar conmigo si a si lo quieres- dijo con un tono de voz muy pero muy sexy.
— ¿Y me mostraras a lo que te referías con el sol?- pregunte entusiasmado.
—si—suspiro y se tomo un tiempo. — aunque si no quieres estar con migo preferiría que no fueras a Seattle solo es muy peligroso, ya sabes Seattle es muy grande.- eso me ofendió, yo me sabia cuidar solito.
—Solo en población, Phoenix es más grande en territorio. —le dije.
—Si pero al parecer en Phoenix todavía no te llegaba la hora. —dijo y me dedico una sonrisa para nada alegre.
—Pero yo si quiero estar con tigo. —le dije un poco triste.
—lo se pero deberías decirle a Charlie.- seguía con eso.
—Por que demonios se lo diría- le dije algo irritado.
—Para darme una razón para traerte de regreso— lo dijo suave pero enojada. Me quede callado esperando a que hablara pero no lo hizo, los minutos pasaron pero nada.
—Hablemos de otra cosa —por fin hable.
—De que?-
Miré a nuestro alrededor para asegurarme de que nadie nos podía oír. Mientras paseaba la mirada por el comedor, observé los ojos de la hermana de Bella, Alice, que me miraba fijamente, mientras que el resto la miraban a ella Desvié la mirada rápidamente, miré a Bella, y le pregunté lo primero que se me pasó por la cabeza.
— ¿Por qué te fuiste a ese lugar, Gota Rocas, el último fin de semana? ¿Para cazar? Charlie dijo que no era un buen lugar para ir de acampada a causa de los osos.
Me miró fijamente, como si estuviera pasando por alto lo evidente.
— ¿osos? — pregunte atónito.
—Si— contesto el con una sonrisa a mi reacción.
—pero no estamos en temporada de osos—le dije para ocultar mi sorpresa.
—si lees bien te darás cuenta de que no se permite casar osos con armas. —me dijo satisfecha de su explicación, aunque no entendí nada.
— ¿osos? —volví a preguntar eso la hizo reír mas.
—si, el favorito de mi hermano Emmett es el oso pardo. —agrego.
Voltee a ver a Emmett ese hombre que en vez de parecer estudiante parecía maestro, y que parecía que todos los días levantaba pesas y tomaba esteroides. Trataba de imaginármelo cazando un oso sin armas.
—Ah, y cual es tu favorito— le pregunte al mirarla de nuevo.
—mi favorito es el puma. —dijo contenta.
—Ah—dije con tono de amable desinterés.
—claro. — imito mi tono. — debemos tener cuidado para no causar un impacto medioambiental desfavorable con una caza imprudente. Intentamos concentrarnos en zonas con superpoblación de depredadores... Y nos alejamos tanto como sea necesario. Aquí siempre hay ciervos y alces —sonrió con socarronería—. Nos servirían, pero ¿qué diversión puede haber en eso?-
—Claro la diversión. —le dije aun asombrado por todo lo que me había cambiado sus palabras.
—Dime que es lo que estas pensando— me dijo después de un minuto de silencio.
—Bueno me trataba de imaginar, a Emmett cazando un oso sin armas. — le conteste con sinceridad, en realidad no podía imaginarme a nadie cazando un oso sin armas.
—Oh claro que tenemos armas— dijo con una sonrisa mostrándome todos esos brillantes y blancos dientes que se veían un poco afilados.
No pude evitar el siguiente escalofrío que bajó por mi espalda. Miré a hurtadillas a Emmett, al otro extremo de la cafetería, agradecido de que no estuviera mirando en mi dirección. De alguna manera, los prominentes músculos que envolvían sus brazos y su torso ahora resultaban más amenazantes.
Bella siguió la dirección de mi mirada y soltó una suave risa.
—Podría algún día yo ver eso— le pregunte con sumo cuidado, para que no lo tomara por sorpresa pero el que me tomo por sorpresa fue ella a mí con su reacción.
— ¡Por supuesto que no! —dijo casi gritando, su mirada era furiosa, se veía muy aterradora me hice hacia atrás, eso en verdad me asusto aunque nunca lo admitiría. Ella hizo lo mismo.
— ¿Demasiado aterrador para mi?- —le pregunte cuando al fin pude hablar ya que del susto me había quedado sin voz.
—si en verdad se tratara de eso, créeme no dudaré en sacarte esta noche, necesitas de verdad algo de miedo, eso me hace pensar con mas exactitud que de verdad no eres nada normal.- dijo aun con tono de voz nada descriptible.
— ¿Entonces por que no? — le pregunte ya más calmado, Bella se quedo callada un rato, después de unos largos segundos hablo:
—Te digo más tarde— dijo levantándose de la mesa. —Vamos a llegar tarde — después de eso voltea a ver a mi alrededor la cafetería estaba casi vacía, rápidamente me levante de un salto.
En realidad siempre que estaba con ella el tiempo se pasaba muy rápido y muy cómodo era genial, estar con ella, yo con ella no oía voces era tranquilo. Bella era muy linda.
—En tal caso más tarde me lo dirás. — le dije mientras nos dirigíamos a clase. Obviamente no lo iba a olvidar.

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