sábado, 3 de julio de 2010

capitulo # 24

Capitulo#24
¿ADIOS?—Anda contesta…
“Estas llamando al número de Bella Cullen… si obviamente si no te contesto es porque estoy ocupada o bueno olvide mi celular… que es lo más seguro, deja tu mensaje después del bip… si eres Edward, te amo.”
—Mierda—masculle por lo bajo, era la decima vez que intentaba llamar a Bella en el día pero no contestaba y pues como se suponía que “estaba castigado” Charlie no me daría permiso de ir a buscar a Bella a su casa. Maldición… esto de estar castigado era estúpido, yo no tuve la culpa de romperme el brazo, la tuvo aquel maldito vampiro nómada.
—Intentare llamarla una vez más…—susurre marcando con rapidez el número de Bella en mi celular.
“Estas llamando al número de Bella Cullen… si obviamente si no te contesto es porque estoy ocupada o bueno olvide mi celular… que es lo más seguro, deja tu mensaje después del bip… si eres Edward, te amo.”
—Arghhhhh—gruñi estrellando el aparato plateado contra mi pared. Maldición, maldición, y otra vez maldición. Esto ya me estaba preocupando.
—Edward que rayos fue eso ¿Todo bien por allí? —dijo Charlie desde afuera de mi habitación
—Nada.
— ¿Estás bien? ¿Seguro?
—Si…
Charlie abrió la puerta, me miro algo avergonzado. El sabía muy bien que yo estaba molesto, ¿Quién rayos está de buen humor cuando está castigado?
—Sigues enojado conmigo?
—Nooo- murmure sarcásticamente.
—Entiende hijo, hasta que no me des una explicación racional sobre cómo te hiciste lo que te hiciste en el brazo estarás castigado. Si claro… “Emmett me golpeo con el bate de beisbol” anda a decirle eso a tu abuela…
—Para que quieres que te explique si no me vas a creer… papá ¿no me puedes castigar otro día? Tengo que ir a hablar con Bella de verdad.
Le mire de la misma manera en la que lo hacía cuando quería algo que me era negado.
—No me mires así Eddy… Rayos pone la misma triste mirada que ponía Reneé cuando quería algo, maldición hasta eso le heredo a su madre.
—Anda papá de verdad, de verdad necesito ir a casa de Bella, no me ha contestado el celular en toda la mañana… anoche se sentía algo mal, estoy preocupado.
-los siento Edward pero n, estas castigado y he dicho no.- dijo Charlie saliendo de mi habitación
Arrggggg… tenía que hacer algo pronto si no moriría de desesperación, de pronto algo paso por mi cabeza, estaba desesperado así que no tuve otro opción.
—Edward Masen regresa aquí en este instante— el grito de mi padre inundo todas y cada una de las partes de la casa, poco me importo que estuviera “demasiado enfadado” o “a punto de darle un ataque” esto ya era demasiado… mi padre, Charlie Masen el jefe de policía de Forks me había tenido prácticamente 7 días, 2 horas y 4 minutos encerrado en mi habitación. Según el… por mentiroso, ya claro el seguro quería que le diga “Papá, un vampiro nómada, si papá…de esos que salen en las películas, me ha roto el brazo solo por que he defendido a mi prometida… no te enojes” Oh, claro, claro Charlie me habría entendido.
Salí corriendo por la puerta de atrás, que daba al verde bosque, si Leah, mi mejor amiga me estaba esperando allí, con la puerta del coche abierta y con el motor de aquel viejo Ford encendido. Le había llamado antes apara que me recogiera ya que yo solo no iba a poder.
—Edward, aun sigo pensando que esto le hará mucho daño a Charlie— susurro Leah, arrancando velozmente, di un solo vistazo hacia atrás, la figura de Charlie, parado en medio de la carretera me hizo estremecer. Tonta Leah… eres una tonta… esto es una mala idea, pobre Charlie
—Ya me canse de estar “castigado”… además Leah, tú me dijiste que esto era una buena idea.
No me iba a sentir culpable… no, no podía, no debía. No en estos momentos.
—Sí, te lo dije… pero no era para que corras a ver a tu chupasangre.
—Lee…
—Ya lo sé… “tengo que aceptar tu relación con ella” —dijo tratando de imitar mi voz—Es que tienes que darme tiempo Ed, no pretendas que me convierta en la BFF de tu mestiza… eso si que no, primero muerta.
—Hay Lee… no sé que voy a hacer contigo—me reí mientras despeinaba el sedoso cabello de Leah con mi mano sana, la otra obviamente no la iba a poder mover en algunas semanas. —Lee me trajiste… eso que te pedí que recogieras.
—Oh, sí lo recogí ayer por la mañana, no sabes las ganas que he tenido de abrir el jodido paquete… pero bueno. Parecer ser algo pequeño… Los licántropos deberíamos tener visión e rayos X
—Ah, pero lo hubieras abierto, no es nada de otro mundo… le pedí a mi abuela que me lo mandara, aunque fue difícil escabullirme hacia el teléfono, se supone que tampoco debía usar el teléfono.
—Charlie se enojo mucho esta vez no? Es que Edward tu también tienes que entenderle, no siempre vez a tu hijo llegar con un brazo roto a tu casa. Malditos vampiros, todo ha sido su culpa.
—Oye Lee, no ha sido culpa de nadie, solo mía, y yo asumí las consecuencias de mis actos aunque de verdad no esperaba que Charlie me castigara así.
Observe los frondosos pinos que estaban a los lados de la carretera, mire el cielo a través de la ventana, Leah seguía “regañándome” hice como si la escuchara. Ya tenía mucho con Charlie como para aguantar los regaños de mi mejor amiga.
Hoy no era mi día. Todo el mundo parecía estar en mi contra, hasta mi madre me había llamado totalmente enfada por el “gran” asunto de mi brazo. Ni que hubiera sido gran cosa, era solo un simple brazo roto, nada más.
Finalmente llegamos. Leah se tenso al ver a Esme salir de la casa y pararse en el porche de la mansión.
—Quieres que venga mas tarde? —dijo Leah tensa, mirando con rabia a Esme. Aunque no era exactamente a Esme a quien miraba así, era a todos los vampiros en general, Leah odiaba a los vampiros, aun recordaba el día que Leah me había dicho que ellos solo eran simples cuentos, simples historias. Todo había cambiado. Ahora.
—No, le diré a Emm me lleve a casa, Bella no podría se ha estado sintiendo mal estos días, ha tenido demasiados mareos y ha estado vomitando ¿me pregunto que tendrá?
—Los vampiros vomitan? Vaya eso es nuevo—rio Leah acercándose para darme un beso en la mejilla, me aleje discretamente. No quería hacer enfadar a Bella, menos aun cuando mi adoraba inmortal se sentía tan mal.
—Lee… me voy—abrí la puerta del Ford y me bajé con destreza, me despedí de Leah con gesto amistoso, ella meneo la cabeza aun algo aturdida por mi comportamiento. – sabes mejor te dejo el auto puede que lo necesites y los chupasangres no estén disponibles- dijo bajándose
-no lee, no te preocupes además como te irás tu?- pregunte.
-en un momento más le cambiare la guardia a Paul y tendré que convertirme en lobo, no necesitare el auto.-
-Oh, bueno, como quieras- le dije mientras los dos nos bajábamos del auto.
-Bueno me voy Edward- “se enojara si lo abrazo?” pensó
-Somos amigos no, puedes abrazarme- le dije con una sonrisa.
“claro amigos, siempre amigos”
-Adiós lee- moví el brazo que no tenia enyesado para decirle adiós, ella solo movió su cabeza por mi comportamiento.
“adiós Edward “pensó mientras me daba una sonrisa y salía corriendo
Camine directo a la mansión Cullen donde Esme me miraba
—Hey Esme—sonreí cuando hube llegado hacia el porche de la lujosa casa de los vampiros. La tonta sonrisa que tenia grabada en mi rostro desapareció cuando vi la cara triste y preocupada de Esme. Vamos Edward se supone que puedes oír las tontas voces, anda óyelas. Me dije a mí mismo.
—Ed, cariño… no te veía como desde hace una semana.
Anda, Esme has algo para calmarte, ah ya se…Mexicanos al grito de Guerra; el acero, aprestad y el bridón.
— ¿Qué? Mex-xi ¿Qué? —pregunte confundido.
—Nada… no dije nada. Dios Esme eres tan obvia. Ciña ¡Oh patria tus sienes de oliva!
De la paz el arcángel divino
—Esme deja de hacer eso…—dije tocándome las sienes. Esme me miro asustada y confusa a la vez. —Vengo a ver a Bella.
¿Le habría dicho Carlisle a Esme sobre mi particular habilidad? No, rayos no. Se suponía que yo se los diría cuando me convirtiera.
—Ed, cariño no creo que este sea el mejor momento Bella nose ha sentido bien. Ella necesita reposo.
—Bella sigue sintiéndose mal—casi grite aterrorizado. Rayos. ¿Por qué Alice no me había dicho, o Emm o Jazz?
—Puedo verla? Te lo ruego Esme—rogué mirando a Esme, ella sonríe y asintió. Aunque la verdad es que no se por qué aun seguía cantando aquella canción.
—Gracias Esme, eres la mejor—le di un abrazo y entre corriendo a la casa, subí las lujosas escaleras de dos en dos hasta llegar a la puerta de la habitación de Bella. Toque la puerta dos veces. Oí un sollozo ahogado, abrí la puerta con o sin el permiso de Bella, entonces la vi… estaba llorando tendida en su cama.
—Amor estas bien? —casi grite completamente asustado ¿estaría lastimada? ¿Le dolería algo? ¿James habría vuelto? ¿La habría lastimado?
—Esto…—sollozo ella limpiándose las lagrimas mientras se levantaba de la cama—Nada, Edward ¿qué haces aquí? Creí que Charlie te había dicho que no saldrías de tu casa por mentiroso.
—Ah y eso que importa ahora ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? ¿Carlisle ya te diagnostico?
—Aja…
— ¿Y? con un “aja” no me calmare Isabella
—Dijo que estoy bien ¿ok? No sé porque siempre te comportas como un chiquillo, madura ya Edward
Deje pasar aquel comentario, aunque dolió.
—Ah ya… no te desquites conmigo si estas malhumorada.
—Entonces para que vienes… no te necesitaba si lo hubiera hecho te hubiera llamado ¿no crees?
Bien… yo vine aquí, escapándome de mi casa, por que mi padre no me ha quitado el castigo y ella me dice que no me necesitaba… genial
—Ah, ya…
—Deja de decir “ya” cuanto te odio cuando dices eso…
—Ya… hay lo siento lo dije de nuevo… es que no lo puedo evitar, me siento nervioso, tu sabes que me intimida aquella actitud tan… rara que tienen tú y tu familia ahora, hablando de eso ¿Dónde estan todos? No los he visto.
—Se han ido
—A donde
—Eres tan inocente… eres solo un niño
Aquella palabra me hizo recordar a Rosalie. Yo no era un niño, ya no lo seria nunca mas ¿nadie lo entendía? Yo no soy un jodido niño… maldición un niño no tiene sexo con su novia y un niño no se va a casar dentro de cómo seis meses. Rayos.
—No me digas niño Bella, sabes que lo odio, si estas de tan mal humor lo mejor será que me vaya, mejor estaba castigado.
—No, espera
— ¿Qué? A que sigas peleando conmigo… no gracias
—Tenemos que hablar… pero no aquí, ¿trajiste tu coche?
—Sip..- Bueno se supone que por hoy seria mío, Leah me lo había prestado
—Bueno, tenemos que irnos, te tengo que decir algo.
—Hay no dímelo aquí, afuera hace mucho frio—rezongue, ella me miro inexpresivamente. Mire hacia el suelo ¿Qué le pasaba a Bella?
—Vamos
Caminamos hacia la puerta, yo detrás de ella, la quise abrazar mas ella quito mis manos de sus brazos…esto ya me estaba asustando… bajamos las escaleras de la misma forma, mire hacia mi alrededor en silencio, ¿Por qué los muebles de la casa traían aquella manta blanca encima? Una gota de sudor frio cayó por mi espalda.
—Esto ¿A dónde vamos Bella?
—No puedes solo estar en silencio, de verdad Edward a veces me irritas demasiado.
Suspire y seguí caminando en silencio, salimos de su casa, no sin antes recordarme mentalmente la desaparición de Esme. Ya no estaba, no había salido a despedirme de la misma dulce forma que lo hacía siempre.
—Disculpa pero ¿Dónde está Emmett? ¿Y Alice y Jasper? ¿Rosalie?
—Ya te dije, se han ido
—Sí, lo sé pero… ¿A dónde?
—Eres tan inocente—murmuro ella.
Le abrí la puerta como lo había hecho siempre, se acomodo en el asiento en silencio. Mientras me dirigía a la puerta del piloto, no te atreves del cristal del coche como una gruesa lágrima rodaba su pálida mejilla. Me acomode yo también, puse las llaves en el contacto y me dispuse a arrancar.
Se me hizo raro que no mencionara nada sobre el auto, ni del olor que según ella aborrecía de Leah, así que arranque el auto mas nervioso de lo que ya estaba antes.
Conduje atrás de una carretera diferente, ella dijo que este era un “atajo” hacia el prado de la otra vez. Estaba lloviendo, hacia un frio de los mil demonios y ella quería ir a el prado, ok…
Estacione el coche al lado de un frondoso árbol de pino. Me apresure a ir a abrirle la puerta del coche, pero ella ya se había bajado.
Esto en verdad me asustaba.
-vamos Edward apúrate-dijo bella.
-caminamos durante 5 minutos los cuales se me hicieron eternos. Gracias a que estos venían acompañados de un silencio que hacía que me pusiera aun más nervioso.
Al llegar al prado aun seguía el silencio, yo no quería romperlo pero cada segundo que pasaba era como una bala atravesando mi corazón.
-que hacemos aquí bella?- pregunte pasaron otros minutos más que parecieron horas al esperar su respuesta. En ese momento quería poder leerle la mente y saber que estaba pasando por su cabeza que le ocurría.
Después de unos segundos más hablo.
-nos vamos Edward- al fin dijo.
-nos vamos a donde? Pregunte sin entender nada.
-nos vamos, los Cullen- agrego. Y en ese momento comprendí los Cullen se iban, yo no. Yo no era un culle. Pero bella si, bella se iba.
Algo hizo clip en mi cabeza.
-los Cullen.- susurre.
-si Edward nos vamos- dijo mirando un punto fijo detrás de mí.
-cuando regresan?- pregunte-
-hay Edward eres tan inocente.- susurro.- no volveremos- agrego.
-pero entonces donde nos casaremos? Y cuando?- pregunte.
-Edward no entiendes- grito- no nos casaremos, me voy, me largo de aquí, no nos vamos a casar, no te amo me equivoque y lo siento mucho pero esto se acabo perdóname.-saco todo de golpe como si alguien le hubiera pegado en el estomago y esta hubiera dicho todo con su último aliento. Yo aun no comprendía las cosas.
-Perdón Edward se que te ilusione demasiado, yo también pensé que eras el amor de mi vida pero me equivoque perdón, no era mi intensión lastimarte.- suspiro- Te prometo que jamás sabrás de mi de nuevo, nunca he existido en tu vida, será como si regresara el tiempo como si nada hubiera pasado, en verdad es lo mejor.
Vi como una lagrima derramaba de su mejilla o tal vez la imagine. Mis ojos me picaban quería llorar, pero no lo aria seria fuerte.
-Perdóname en verdad perdóname- susurro.
-solo contéstame una cosa, alguna vez en verdad me amaste.?- pregunte con todas las fuerzas que tuve para poder hablar.
-claro, que te ame, pero el amor no es eterno, no sabes cuento lamento que todo esto llegara tan lejos perdóname Edward, nunca quise lastimarte.
-te suplico que no pidas perdón y que no lamentes todo esto, yo no lo hago y no quiero que tu lo hagas, si piensas así es porque crees que todo fue un error desde el principio y para mí no lo es- le dije entre susurros tratando de que la voz no se me quebrara a causa del nudo que estaba formándose en mi garganta con cada palabra que ronunciaba.
-te prometo nunca más volverme a involucrarme en tu vida, nunca más me volverás a ver te lo juro, pero solo te pido que me perdones por este gran dolor que te dejo.- Bella se acerco me dio un beso en la mejilla- espero algún día puedas perdóname y olvidarme- susurro. Y después se marcho.
Me quede mirando hacia su dirección. Podría alcanzarla pedirle perdón, decirle que si había hecho algo mal que me perdonara, que si quería que no nos casaríamos que no me importaba eso, pero que solo quería que ella estuviera a mi lado. Pero ya era demasiado tarde ella ya había desaparecido entre las sombras negras del bosque.
Lo único que me importaba era que ella estuviera conmigo siempre, pero eso ya no seria posible, ella se había ido, ella no me amaba y yo me había quedado solo, sin su presencia sin su olor, sin su sonrisa.
Me senté en el suelo pensando en que a lo mejor todo esto podría ser un sueño o una pesadilla, que despertaría, estaría en mi recamara de Phoenix y que jamás había pasado nada, que ella solo había sido un producto de mi imaginación, algo que no existía, y que jamás existiría. Cerré los ojos muy fuerte pues si esto era un sueña ya quería despertar, ya no soportaba mas el dolor de su ausencia.
Rápidamente antes de que comenzara a derramar esas gotas de agua salada, que bañan tu rostro cada vez que te sentías muy triste, me levante del suelo, y camine de nuevo directo a mi auto. Y conduje a ningún lugar en especial solo quería escapar del dolor, huir, quería que me dejara en paz.
De repente un recuerdo se vino a mi memoria algo que ya no recordaba y que había sucedido algo a lo que jamás le di importancia, una conversación con Nick.
Flash Back
Estábamos en su casa, su hermana había hecho una fiesta para celebrar que el equipo de futbol del instituto había ganado el campeonato por quinta vez consecutiva.
Nick no estaba bien, no tenia ánimos de bajar a la fiesta, estaba muy deprimido, así que como buen amigo subí hasta su habitación a convencerlo de que bajara.
Toc toc
-Lárguense, sea quien sea no quiero ver a nadie- recibí como respuesta al toque de la puerta
-Nick amigo soy yo Edward puedo pasar.
-Edward vete, no quiero hablar con nadie.- no entienden que quiero estar solo?
Para ese momento yo ya había abierto la puerta y me encontraba dentro de la habitación de Nick.
-para que pides permiso si de todas maneras entraras- dijo con arrogancia.
-perdón pero es que por qué no quieres bajar?- pregunte
-No quiero no estoy de ánimo, no lo entiendes?- casi grito.
-OK tranquilízate, pero Fanny esta haya abajo, amigo no la iras a ver?- pregunte con la esperanza de que con la mención del nombre de su novia él quisiera bajar.
-Edward Fanny y yo terminamos ayer, por eso estoy así- joder por que tenía que mencionarla.
Oh joder la cague. Pensé yo.
-bueno Nick no lo sabia perdón, por que no nos lo habías dicho?- pregunte.
-porque no he estado de humor para platicar con nadie- dijo mientras se sentaba en el sillón de la esquina derecha de su habitación.
-Lo siento, pero no estés así, Nick, hay mas chavas, debes de ir a divertirte, míralo del lado bueno hoy puedes coquetearle a cualquier chica haya abajo y nadie se enojara ahora estas soltero. Sal a divertirte.- le dije mientras le daba un puñetazo amistoso en el hombro.
-claro Edward tienes razón, iré a divertirme, iremos a divertirnos y conoceremos muchas mujeres hermosas- dijo mientras se ponía de pie- es mas dicen que el alcohol ahoga las penas, bueno vamos a probarlo, veremos si el alcohol lo cura todo.- dijo mientras caminábamos directo al piso de abajo a divertirnos.
FIN de Flash back
De repente una frase estaba en mi cabeza, el alcohol lo cura todo.
Después de recordar eso me encontraba manejando hacia un lugar desconocido pero que a la vez n estaba muy lejos de mi casa, mi casa me esperaba Charlie para cenar y al contrario de todo eso a mí no me importaba nada, ni siquiera me importaba si mi castigo por llegar tarde a mi casa era de por vida, no me importaba nada solo quería llegar a algún lugar donde me olvidara de todo, donde curaran mi heridas. cuando llegue al lugar indicado estaciones mi auto enfrente del edificio, desde afuera se escuchaba ya la música, pero yo no venía a eso.
Bienvenidos a TOO BAR
Me baje del auto y me adentre a aquel lugar, donde las luces eran muy pocas y las que habían eran de un color fosforescente, adentro hacia demasiado calor
Me senté en una silla que se encontraba junto a la barra, atendiendo se encontraba una hermosa muchacha de pelo negro tez blanca ojos color miel, no muy alta, ella se dio cuenta de que la estaba mirando y se acerco, me sonrió.
-Hola, te ofrezco algo de tomar?- pregunto con un tono de voz que a mi parecer fue un poco chillón. Y molesto fue ahí donde todo lo hermoso desapareció.
-quiero un wisky- dije
-claro guapo- contesto la chica tratando de sonar sexi.
“para ser un mocoso pequeño esta guapo”
-Gracias- le dije después de que me dio la copa
-de nada- me guiño el ojo.
Me estremecí.
Después de un par de horas y casi una botella y media de wisky yo seguía pensando en ella pensé que eso de el alcohol ahogaba las penas era verdad como lo había dicho Nick, pero en realidad lo que hace es que recuerdes mas y duela mas la herida me levante de mi lugar un poco mareado lo que me hizo saber que ya estaba ebrio. Sabía que esto iba a pasar de hecho venia para que esto pasara para emborracharme y olvidarla a ella pero era inútil cada cosa que veía me recordaba a ella, y estar ebrio no ayudaba en nada.
Sabía que no podría manejar en mi estado hacia mi casa pero si le llamaba a Charlie se enojaría y se decepcionaría de mi, aunque a estas alturas el castigo de por vida no me importaba mas, ya nada tenía sentido sin ella. Tome mi celular y marque.
-bueno, Charlie, no, no ,no que diga papá, pe perdón- hable torpemente mientras me sostenía de un tubo que se encontraba afuera del bar.
-Edward ya viste la hora que es casi es la una de la mañana me tienes preocupado donde estas?- me regaño Charlie.
-papá, te quiero mucho- le conteste.- en verdad eres el mejor papá del mundo.- abrasé el poste como si este fuera Charlie
-Edward estas bien?-pregunto.
-que si estoy bien, no papá estoy de maravilla.- mentí.
-Edward? o por dios estas tomado, muchacho donde estas- dijo algo alterado.
-estoy am estoy espera papá-
Mire el letrero del bar y le conteste.
-en Too Bar, salud- conteste quitando mi mano del tubo para alzarla lo que provoco que me tambaleara y casi callera al piso pero volví a sostenerme.
-Edward que haces ahí no que ibas a ir a ver a bella?- su nombre me dolió como un puñetazo.-
-papá bella se fue- le conteste.
-Edward quédate donde estas iré por ti- y colgó.
Al cabo de unos minutos, mi padre llego yo estaba botado en la acera enfrente del bar.
-Edward que te ha pasado?- pregunto mi padre más que enojado, preocupado.
Dios mío no he sido un buen padre?, caso eduque mal a mi hijo?
Charlie se echaba toda la culpa de que yo estuviera así cuando en realidad nadie la tenia, ni siquiera ella, ni siquiera Bella tenía la culpa.
-no es tu culpa papá- le dije.
-que ha pasado Edward, porque estas así?-
-ella se fue papá, bella se fue, me dejo.- lo abrase. Charlie me devolvió el abrazo que me sirvió de mucho.
-lo siento Edward pero las cosas del amor así son, a veces se gana a veces se pierde.
-yo la amo papá- le conteste mientras me ayudaba a subir al auto.
-lo sé hijo, lo sé, pero ahora debes aprender a olvidar, eres joven tienes una vida por delante y más mujeres que conocerás.- respondió mientras avanzábamos por el camino que nos dirigía a nuestro hogar.
Pero yo la quería a ella, ella era todo para mi, con ella quería una familia, con ella quería vivir para siempre, y aunque no fuera para siempre quería que fuera ella, la única mujer que había amado y que siempre amaría.
-perdón- susurre. Cuando al fin llegamos a casa, ya se me había pasado un poco lo ebrio.
-te entiendo Edward, no pidas perdón.- contesto.
Entramos, y el dolor se intensifico, bella había venido varias veces a mi casa que cuando me adentre en ella sentí su olor, por toda esta.
-anda Edward sube a tu habitación, mañana será un día muy largo, pero un día nuevo.- dijo Charlie.- sube a tu cuarto y trata de descansar.
Pobre muchacho, me duele verlo así, pero tiene que ser fuerte y superarlo, el es fuerte yo se que podrá
Como pude subí las escaleras agarrándome del barandal para que no me fuera a caer debido al efecto del alcohol. Tome la manija de mi recamara con miedo de que lo único que estuviera ahí fuera su ausencia.
Abrí la puerta y en efecto su olor impacto mas en mi cabeza y el dolor se intensifico.
Cerré la puerta con cuidado tras de mi tome las mantas de la cama y la distendí me senté sobre la cama con mis piernas abrazadas enterré la cabeza sobre estas y por primera vez en el día hice algo que no había hecho por miedo a creer que no podría parar nunca, por miedo a creer que dirían que yo era un cobarde, por miedo a que dijeran que yo era débil , pero en ese momento no me importo, he hice lo que mi corazón pedía a gritos.
LLORE.

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