jueves, 10 de junio de 2010

2° parte del capitulo 23

Extraños Visitantes parte 2


Al ingresar fueron tres cosas las que más me sorprendieron. Una; no sabía por qué razón todos los miembros del aquelarre Cullen estaban tan malhumorados, hasta Carlisle lucia mal… extraño pues. Dos; tres inmensas maletas estaban justo cerca de la puerta, cerca de ellas encima de la mesita de la repisa estaban lo que parecían ser dos boletos de avión. Tres; por qué demonios Rosalie, la mujer que mas me odiaba en la faz de la tierra me miraba con ¿pena? ¿Lastima?
— ¿Qué pasa? —fui el primero en hablar. Nadie me respondió, todos miraban hacia el suelo o hacia diferentes lugares, a excepción de Rosalie.
—Edward—Dijo finalmente Carlisle—Siéntate… lo que te vamos a pedir a ti y a Bella naturalmente, es algo difícil. Sé que me escuchas, se que tu lo entenderás pero no sé cómo reacciones mi hija, a veces es algo… tú ya sabes, sulfúrica e inestable. Confórtala pero sobre todo… comprende
Asentí, Bella nos miro confundida, toda la familia se dirigió hacia la elegante sala de estar, tomaron sus respectivos asientos.
—Ahora, habla Carlisle—dije impaciente.
—Tendremos visitas, según Alice llegaran en algunas horas, no lo sabemos con exactitud. Alice no los ve claramente solo los vio venir.
— Necesitamos protegerlos a ambos, tanto a ti como a Bella, los tendremos que enviar a lugares distintos. Así no los podrán encontrar—Hablo Jasper desde un rincón de la sala.
— ¿Qué? — la respiración de Bella se torno irregular, parecía que estaba sufriendo—No me puedes alejar de él… Carlisle, no puedes, Esme dile que no puede.
—Pero Bella, son James y Victoria los que nos visitan—contesto Esme, lucia seria. — Tú los conoces, sabes que cuando James sepa que tu y Edward estan comprometidos lo buscara hasta matarlo.
Un sonrisa se me escapo, todos me miraron horrorizados.
— ¿Qué? ¿Crees que es gracioso? —Rosalie hablo, aun sin dejar de mirarme—No sabes quienes son James y Victoria, no te rías de tu destino, no lo hagas nunca. Nunca en mis ciento setenta y dos años de vida había visto a un humano más… estúpido.
Reí nuevamente.
—Yo… yo lo siento, pero como tú dices no se quienes son ellos ni sé que son, no sé nada… ¿Por qué querrían matarme?
—Por el solo hecho de ser el novio de Bella—murmuro Emmett, acariciando el cabello de Rosalie. —James y Victoria son la dupla más sanguinaria que hemos conocido, todo es muerte a su paso… son, tú podrías llamarles “vampiros comunes” para nosotros son nómadas, vagabundos, vampiros que no tienen ley ni obedecen ninguna.
—Vampiros de verdad—murmure. —Vampiros que toman sangre humana y todo eso? ¿Cómo en las películas?
Carlisle asintió.
—Es por eso que queremos alejarte de aquí, el seguirá tu olor, querrá ir tras de ti… veras James tienen una especie de don, es letal.
—Si ustedes quieren y ven que eso es lo mejor… pero… tendré que inventarle algo a Charlie, no me dejara así nada más.
—No…—murmuro Bella con lágrimas en los ojos. –No lo alejaran de mí, yo iré con él, yo lo protegeré es mi deber, ustedes solo quieren alejarlo de mi.
—Tu escudo no alcanza ni siquiera para protegerte a ti—Gruño Jasper enfadado repentinamente. —Se racional Isabella, si tanto le amas tienes que hacerlo por el bien de Edward.
—No, no y no
Todos comenzaron a discutir, todos hablando sobre mi vida, sobre lo que debía hacer o no, sobre lo correcto e incorrecto, si debía marcharme si debía ocultarme por allí, etc.… ¿Por qué nadie me preguntaba a mí lo que quería hacer? Después de todo era mi vida ¿o no?
Alice me miro, triste y cansada… había un discúlpame en su mirada y en sus pensamientos. Asentí, y sonreí de lado. Alice era la única que lograba comprender como me sentía, con buena razón era mi mejor amiga, mi hermana.
—Vámonos Edward—Bella me jalo del brazo e hizo que me levantara del asiento de un salto.
—Bella espera—me detuve, ella me miro con pánico, estaba alterada, enojada, ansiosa. – ¿A dónde iremos?
—A Vancouver, a Montreal, a Ottawa, yo que sé a dónde sea… James no nos encontrara yo te protegeré, pero no me separaran nunca, nunca de ti.
Bella agarro una de las maletas, y cogió una de las llaves de encima de la mesa del comedor, y las hizo caer al suelo. Me adelante y las tome en mis manos.
—Bueno…Vamos—dije en un susurro ahogado.
Nos dirigimos casi corriendo hacia la cochera, Bella probo la llave en todos los coches, mas ninguno entraba, hasta que al fin entro en el Mercedez de Carlisle.
—Bella hija que haces? No te pongas así, no hay por qué ser tan obstinada.
—Te devolveré tu auto Carlisle, solo… tengo que sacar a Edward antes de que James
Alice jadeo, la mire y muchas imágenes corrieron instantáneamente en su mente, mandando a mi cerebro fuertes ondas de dolor.
— ¿Edward estas bien? —dijo Bella tomándome de la espalda. Emmett y Esme vinieron a mi encuentro.
—Si, ya basta de creer que soy débil— masculle furioso, no compendia ni distinguía bien a nadie en esa sarta de imágenes que me había enseñado Alice.
—No puedes cuidar de el Bella, el tiene que ir a Denali, Emmett y Rosalie le llevaran, el estará bien, ya he hablado con Eleazar. James no sería capaz de ir hasta Alaska sabiendo que Eleazar esta allí, es el lugar mas seguro.
—No, el es mío, yo lo cuido—grito Bella, tomándome de la mano. —Yo lo sacare de EEUU, nos iremos a Canada o hasta el Tíbet no importa.
—No seas testaruda—gruño Rosalie subiendo una maleta a su convertible rojo. —Tenemos que irnos ahora, quieras o no.
—Ya es tarde—mascullo Alice—Estan aquí, no hay tiempo.
Todos giraron sus cabezas hacia el bosque inexpresivamente, Carlisle fue el primero en salir, le siguieron los demás.
—Manténganse tranquilos, esperemos que se vayan pronto-Habló el patriarca de la familia Cullen. No te preocupes, todos te protegeremos tanto a ti como a mi hija.
—Tú vienes con nosotros
Rosalie me separo de Bella bruscamente, me tomo del brazo y me llevo junto a ella y Emmett, Bella la miro con odio, Alice y Esme llevaron a Bella con ellas.
Más confundido no podía estar, ¿Por qué los Cullens les tenían miedo a sus visitas? ¿Por qué uno de ellos querría matarme? ¿Por qué Rosalie se comportaba tan sobreprotectora conmigo? ¿Qué rayos pasaba?
—Pero si es James, ¿qué te trae a Forks?—hablo Carlisle en un tono serio, Esme camino elegantemente hacia él, y le tomo del brazo. Trata de no respirar, Emmett te protegerá, solo quédate muy quieto.
—Carlisle Cullen—hablo alguien de la nada, su tono de voz era siniestro, cruel. —Mi buen amigo Carlisle Cullen, el vegetariano.
—Ah Los Cullens, ya los extrañaba… después de todo cincuenta años es mucho tiempo—una seductora voz de mujer se escucho cerca, finalmente pude verlos. La mujer era alta, delgada, con el cabello color rojo fuego, y ojos color borgoña. El otro, un hombre que inspiraba miedo, de cabellera rubia, vestido de ropas que bien podrían ser de algún indigente, sus ojos al igual que de los de la mujer eran rojos.
—Mantente atrás mío—murmuro Rosalie tan bajito que apenas pude captarla. Alguien volteo a vernos. Escuche maldecir a Emmett.
—Rosalie, querida ¿Quién se mantendrá detrás de ti? Tu “osito” veamos, hay Emmett sigues tan estúpido como siempre o has cambiado un poquitín— dijo la mujer de cabellos color fuego vino caminando sensualmente hacia Rosalie. Esta dejo salir un gruñido de sus labios.
—Victoria
— ¿Quién mas iba a ser? —rio la susodicha.
Observe de reojo a Bella se encontraba inquieta, preocupada no sabía si mirar hacia aquí o seguir mirando al frente.
—Victoria, deja de provocar a la muñequita, no vez que luego se pone de mal humor, además su “osito” se pone como que inteligente. — Emmett siseo, Jasper miraba hacia todos los lados, mandando olas de calma.
—Bueno, y no me has dicho James ¿Qué haces aquí? Tú no eres de estar por estos lugares… como te explico, ah sí, lluviosos.
—Tú sabes que hago aquí, tu dijiste que hablaríamos de este tema cuando Bella fuera mayor… ya lo es desde hace más de cincuenta años. — la voz del hombre iba aumentando de tono a medida que se iba acercando mas y mas hacia Bella, MI Bella, aquello me hizo sentir celos. —Te escapaste niña traviesa, esta vez ya no lo harás, serás mía.
¿Suya? Estaba demente aquel vampiro… Bella era mía solo mía. Jadee enfadado e intente moverme, mas no pude unas gélidas manos me sujetaron
—Déjame ir—susurre muy bajito intentando zafarme, aquello atrajo la atención de unos ojos color borgoña. Pero me importo muy poco, mas importante era Bella.
-Bella, traviesa ¿por qué no me quieres? Haríamos la pareja perfecta–El hombre ese seguía molestando a mi Bella que bajo la mirada, sus mejillas ardían y sus puños estaban cerrados muy fuerte.- Tienes miedo, pobrecita, pero bueno… veo que ya eres más mujer ahora, lo noto.- el sujeto tomo a Bella de la barbilla y le obligo a mirarle. No lo pude soportar más, sentí mi sangre hervir, como pude me zafe del agarre de Rosalie y corrí hasta donde estaba Bella.
—Edward… tú... viniste…te amo—murmuro Bella cuando me acerque a ella, una lagrima cayo por su rostro, acorto nuestra distancia y me dio una tierna mirada. El tal James nos miro y sonrió, poso su mirada un rato más en mí observándome y estudiándome con la mirada. Volvió a sonreír.
—No te acerques a MI Bella, maldito chupasangre. — Bueno si… quizás el estar pasando tanto tiempo en la Push me estaba afectando un poco con mi vocabulario, pero aquel infeliz se lo merecía.
—Vaya, vaya, yo sabía que algo olía muy pero muy bien. — Murmuro la mujer llamada Victoria, acercándose peligrosamente a mí, en un pestañeo ya la tenía pegada a mi rostro. Ella inspiro con fuerza y de repente sus ojos pasaron a ser de un color borgoña a un negro profundo.
—Aléjate de mi hermano—rugió Alice, siendo agarrada por Jasper. —No le harás nada, no lo toques.
Me quede helado, jamás había tenido a un vampiro nómada al frente de mi propio rostro casi rozándome, sentí la gelidez de su piel y su exquisito aroma… aunque este tenía un particular aroma a cerezas…
Victoria seguía como en trance, sonriendo feliz, como si lo que oliera le gustara. Sus pensamientos me dejaban aun más confuso. Caí como en una especie de hipnotismo, el aire estaba inundado al aroma de la felina mujer, su olor a cerezas, era empalagoso y asfixiante.
—Huele muy bien ¿no James? — formulo atractivamente la mujer podía sentí su aliento, la cabeza me daba vueltas, los parpados me pesaban
—Suéltenme, Edward despierta. —grito Bella trayéndome de regreso. No me había dado cuenta de que Esme y Carlisle sujetaban a Bella que forcejeaba con ellos, me aleje de la mujer instintivamente mi respiración se volvió agitada y me entraron unas ganas horrendas de vomitar, casi podía sentir el dulce y empalagoso aroma de Victoria en mi lengua.
James, el otro vampiro estaba apoyado contra uno de los arboles del jardín, con los puños cerrados y la mandíbula tensa.
—Así es de este tipo del que te habías enamorado, no le creí a Peter y a Charlotte cuando me lo dijeron… pensé que mentían.
La cara de Jasper se contrajo de dolor, según lo que yo sabía Peter era como un hermano para él, solo únicamente él y su pareja sabían lo mío con Bella, solo a él Jasper se lo había confiado, mas el vampiro parecía haberle traicionado.
—Sí y a ti que mierda te importa—siseo Bella aun sujetada por Carlisle y Esme. — El es mío, no te atrevas a tocarlo Victoria o te juro que te matare.
—Me lo puedo quedar James? —Victoria seguía mirándome de aquella manera. Ohhh *il mio cantante*, al fin después de siglos de buscarlo, lo he hallado. Mi dulce mascota.
Me estremecí, al fin después de años de no sentirlo lo sentí… miedo. ¿Il mio cantante? Qué rayos significaba eso…
—No lo toquen, es mio—gritaba Bella, sentía que Jasper a pesar de su tristeza intentaba calmar a su hermana. Él era el único que podía ingresar a su escudo.
—Tuyo? No tiene tu marca ¿O sí?—James sonrió enseñando sus dientes. Un maldito e inferior humano? Sobre mi… eligió a un asqueroso mortal… que tonta es Bella…
—Es mio, no me separaras de él, te detesto James, no sabes cuánto asco me das. Edward es el amor de mi vida, no lo toques. —Bella cayó al suelo rendida llorando amargamente, intente correr hacia ella más un gélida mano me sujeto con una fuerza implacable, James el fiero vampiro estaba enfrente mio, mirándome con odio, con rabia.
— ¿Tú qué dices humano? ¿Es tuya esta mujer? Es verdad lo que ella dice ¿Le perteneces?
—Sí, es mía—conteste mirándolo fijamente, teníamos la misma altura, es mas yo era un poco más alto, observe a Emmett venir a mi encuentro. —Tu quédate ahí donde estas Emmett, esto lo arreglo yo.
Emmett se quedo quieto, mas miraba al vampiro rubio y de aspecto fiero con rabia.
—Bella es mi en todos los aspectos que tú te puedas imaginar y además se casara conmigo, me convertiré en un vampiro y cuando eso suceda te pateare tu maldito gélido trasero. —gruñí furioso intentando soltarme. Ojalá y en mi próxima vida tuviera algo más de fuerza.
Sentí la furia del vampiro concentrarse en mi brazo izquierdo, dolía, dolía mucho. Deje escapar un gemido ahogado.
Es mentira, es mentira, no, Bella no pudo haberse entregado a ese mortal… no.
—Edward—grito Bella casi sin fuerzas. Emmett vino en mi auxilio, empujo al vampiro que cayó dos metros más allá. Victoria fue a ayudarle. Emmett siseo y se puso en una postura agazapada, dispuesto a atacar al primero de ambos que se me acercase.
—Estas bien hermano? —dijo Emmett sin mirarme. Se ha roto el brazo… oí el sonido del hueso romperse… le va a doler, mierda yo le advertí a todos.
—Aja—mentí, me arrastre hacia donde estaba Bella, ella me abrazo e instantáneamente sentí su calor inundarme
— ¿Cómo podéis protegerlo? ¿Estáis todos locos? Es un humano un maldito humano, es la comida-gruño James levantándose. —Tu Bella… ¿Cómo pudiste entregarte a él y no a mi? ¿Cómo le preferiste a él y no a mí? Eres una maldita zorra, eso eres… estúpida, y todos ustedes estúpidos…. Esto no se quedara así, me voy a vengar de todos y cada uno de ustedes.
—Cállate idiota—grite intentando levantarme. — Tú no te atrevas a mencionar siquiera le nombre de Mi Bella ni de ninguno de los Cullens, son mi familia.
—Es solo un niño—hablo la mujer de rojos cabellos—Wow los Cullens han caído tan bajo… han deshonrado a nuestra especie y ahora se dedican a pervertir niños… eres una mala chica Isabella ¿Sabe el niño cuántos años tienes? Pobrecito… cada vez huele mejor, su aroma me intoxica, me vuelve loca, tengo que alejarme… no aguanto más.
Bella se limpio las lágrimas, Alice la ayudo a levantarse, junto con la ayuda de Rosalie.
—Y a ti que importa si soy o no un niño maldita bruja, lo que importa es que yo amo a esta mujer, la amo más que a nada en este mundo—gruñí mirando hacia la pelirroja que lucía muy enfadada por mis palabras. Bella se acerco a mi me abrazo.
—Genial el niño es valiente, de eso no hay duda, es tuyo Victoria, ¿me lo pediste no? Mátalo- ordeno James sonriente, la mujer sonrió de nuevo y dio un paso hacia mí, aparte a Bella de mi lado.
—Alice… llévate a Bella
—No Edward te protegeremos—rugió Emmett.
—Yo solito me he metido en esto, apartaos todos—grite.
—Nooooo—grito Bella horrorizada y se desmayo, Alice y Esme acudieron en su ayuda llenas de pánico. Me estremecí, la misma sensación de hace rato llego hacia mí.
Oí las mismas voces… se acercaban cada vez más, y más rápido.
Todos voltearon a hacia atrás como si hubieran escuchado algo. James y Victoria se miraron entre ellos y corrieron velozmente hasta perderse en el espesor del bosque.
Un lobo gris salió por el ala este del bosque seguido por otro de color negro corriendo a toda velocidad, tomaron la misma dirección que James y Victoria habían agarrado.
Cuatro lobos más les siguieron a casi la misma velocidad. Un lobo más pequeño de color gris casi plateado vino corrió hacia mi encuentro. Yo sabía de quien se trataba, era ella, era mi Leah, ya una vez la había visto transformarse delante mio… esa sería una experiencia que jamás olvidaría.
El lobo daba gruñidos a todos los vampiros, intente mover mi brazo izquierdo mas no pude, me dolía demasiado.
—Calma Lee, calma—jadee. Tenía que ir donde Bella, tenía que ver si ella estaba bien.
—Bella, Bella amor ¿Cómo esta?
—Está bien, solo ha sido un desmayo No tenía idea de que se pudiera desmayar… se mejorara—murmuro Alice, acercándose a mí, Leah no le dejo acercarse mucho que digamos.
—Leah ellos no me hicieron esto—apunte mi brazo—O te calmas o te vas con tus amigos licántropos. Alice se acerco y me ayudo ante la atenta mirada de Leah.
—Gracias— dijo fríamente Alice, mirando a Leah. —No sabía que vendrían a ayudar a Edward… si no hubiera sido por ustedes Victoria lo habría matado…
—Ya despertó— dijo Carlisle, tocando la frente de Bella.
— ¡! Edward, Edward! ¡ —decía ella suavemente mientras las lagrimas comenzaban a bañar nuevamente su hermoso rostro.
—Bella aquí estoy, amor no llores ¿Carlisle que pasa?
—Es normal, ya se tranquilizara… Hay que atender ese brazo Edward, Rose cariño me traes mi maletín?
—Sí, claro de inmediato—Rosalie salió corriendo.
Mientras que Carlisle vendaba mi brazo, en la Mansión Cullen solo había un silencio sepulcral, todos miraban hacia el piso de madera. Di un bufido de irritación, mire hacia fuera atreves de los grandes ventanales de cristal. Leah seguía por allí, pero ahora un lobo un poco más grande estaba con ella.
-Los lobos siguen por allí—dije inesperadamente.
-Ojala y no se les haga costumbre—gruño Rosalie—Apestas como no tienes idea… su asqueroso aroma inunda toda la casa.
Me rei. Carlisle me miro.
— ¿Cómo es que no estás en estado shock? Lo que ha pasado ha sido terrible, casi trágico pero tu… sigues sonriendo.
—Soy un demente—Me burle. Pero otra era la historia dentro de mi cabeza, en mi interior me estaba desmoronando, aun sentía aquel empalagoso aroma a cerezas impregnado en todo mi cuerpo… aun revivía la horrenda mirada de James y aquellos aterrorizantes pensamientos.
—Edward… ¿aun quieres irte conmigo?-la voz de Bella me trajo de vuelta.
—Esto… si… contigo iría hasta el fin del mundo—le respondí dedicándole una sonrisa. Oí un bufido.
—Isabella Marie Cullen ¿aun piensas en sacar a este niño de Forks?
—Por eso lo digo… tenemos que sacarlo ahora, cuanto antes mejor. Así James no lo encontrara—La cara de Bella no me gusto para nada, estaba triste, como si no tuviera ánimos para nada.
—Yo acepto cualquier cosa que Bella disponga— me pare, Carlisle puso una mano en mi hombro y me obligo a sentarme nuevamente. El no opino nada, simplemente continuo vendando mi brazo.
—Muy bien, entonces que les parece ¿Madrid? Me han dicho que España es muy linda en esta época del año. —sonrió Alice, fingiendo que nada estaba pasando. Es lo mejor ¿no lo crees?
Asentí, Carlisle me miro nuevamente y continúo con su trabajo, los únicos que parecían absortos en sus cosas eran Esme, y Emmett. Jasper estaba en su rincón… pensando en Peter y su traición.
—Si, además podrán casarse… pero tendremos que acelerar la conversión de Edward
—Shhhhhh, Alice por si no lo sabes hay “animales” allá afuera—dijo al fin Emmett con algo de burla, sonreí… al menos ya casi nadie estaba serio, a excepción de Bella y Rosalie.
—Calla, no son animales son licántropos
—Lo que sea
—Quieras algo para cenar Edward? Ya es muy tarde, le podemos decir a Charlie que te quedaras a dormir. Es lo más sensato por ahora.
—No—grite cambiando de humor—Si esas cosas van y le hacen daño a mi padre por mi culpa yo… yo jamás me lo perdonaría. Me iré.
—Sí, estas demente… tienes razón—murmuro Rosalie—Piensas salir allí, afuera… donde sabes que estan aquellos vampiros, que por cierto te quieren matar… vaya, ve si eres tan valiente o estúpido. No creo que tus amiguitos los chuchos te puedan proteger.
—Rosalie si él se quiere ir se irá—gruño Bella levantándose de la mesa, viniendo hacia mí.
—Ok, hagamos lo que dice Bella, como todo lo que ella emprende le sale genial
—Rose, cariño no le eches la culpa a tu hermana de lo que ha sucedido… no ha sido culpa de nadie
—Ah no? Pues te digo algo Esme, si ha sido culpa de ella. Desde que se enamoro de aquel crio—gruño apuntándome —Porque si, es un crio; Dios santo el tenia dieciséis malditos años cuando Bella le conoció, ¿se dan cuenta?. —Rosalie se paro en medio de la sala, no se que dolía mas, sus palabras o sus pensamientos. Al fin la rubia estaba sacando todo lo que tenia dentro.
—Cállate
—No, no lo hare Isabella, ya no más. Te lo advertí ¿no? Te dije “Bella, deja a el muchacho en paz” “Bella le arruinaras la vida, aun es un niño” pero no, tu como siempre… has hecho lo que te ha dado la gana… mira en lo que le has metido, rayos no crees que es demasiado traumante tener una novia que no es ni humana ni vampiro, ahora… dos de los vampiros mas repulsivos que he conocido lo van a perseguir, tu no viste lo que yo vi Bella. Era verdad…. ¿Qué tan bajo hemos llegado Los Cullens? Todo por tu culpa
Rosalie jadeo en busca de aire, aire que era innecesario para ella. Todos nuevamente miraban hacia el piso. Nadie entendía la actitud de Rosalie, ni siquiera yo.
— ¿Terminaste ya? Es que nos queremos ir, nos despediremos de Charlie… ¿Verdad? Vendrás conmigo a Madrid ¿no?
Un dolor se me formo en el pecho ¿Despedirme de mi padre? Tan pronto… apenas le había recupera, pero bueno… las cosas que uno hace por amor.
Bella me tomo de la mano, entrelazo sus dedos entre los míos y sonrió fingidamente.
Antes de salir por la puerta, escuchamos algo más de Rosalie…
—Bella le estas quitando el presente… y ahora le quitaras el futuro. Cuanta pena siento por ti Masen, te dejas manipular al antojo de mi hermana.
Afuera hacia un frio de los mil demonios, había una chica parada al lado de mi coche, aquel cabello corto y aquella forma de vestir. La reconocería donde fuera.
—Estas bien? — fue lo único que me pregunto y era lo último que quería oír.
—Si…. Anda Lee, ve a tu casa.
—No puedes manejar… ya sé que me dirás que lo harás con el brazo derecho pero… yo los llevare… a ambos
—Eres muy gentil—murmuro Bella con la mirada perdida.
En el trayecto nadie dijo nada, nadie se insulto ni se llamo “sanguijuela” o “perra” nada de eso. Solo hubo el silencio y una lastimera canción de los 60’ sonando en el radio.
—Sea servido el caballero—Leah hizo una venia, rodé los ojos.
—Gracias Lee, no sabes cuánto te
—Shhh, se que tu hubieras hecho lo mismo por mi… eh tu—se dirigió a Bella —Estaremos toda la noche vigilando, los chicos estan que echan chispas … pero bueno, haremos rondas por aquí, la pelirroja y el rubio se escaparon en la frontera canadiense… así que por si las moscas te cuidaremos ¿está bien?
—Claro, anda vete… no quiero que escuches la regañiza que me dará Charlie.
—Cuídalo— dijo Leah mirando a Bella
—Siempre…

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