martes, 18 de enero de 2011

Cap. # 27 Proposito 2° parte.

Si al fin llego la segunda parte, espero les guste por que yo la ame jajaa se sorprenderan de verdad qe si, pero bueno ya no sigo entreteniendolas comienzen a leer. (:


Y entonces una tenue claridad lleno la habitación.

En toda la noche no había conciliar el sueño… cada vez que lo intentaba parecía alejarse de mi, mi cabeza estaba llena de recuerdos, recuerdos confusos que no podía distinguir bien, recordaba aquellos brazos que me acogieron el día anterior recordaba la voz, pero no su rostro ese rostro que jamás vi, de una cosa estaba seguro era una mujer, pero no la mujer que yo quería ver.


¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué me salvaste?


Todas aquellas preguntas atormentaban mi cabeza, y fue ese el motivo por el cual no pude volver a dormir lo que quedaba de la noche.


1 de enero, el primer día del año, de un nuevo año, de una nueva vida.

Por fin anoche había decidido que era hora de comenzar de nuevo y aunque no sería el de antes, por lo menos podría volver a sonreír sabiendo que tengo otra oportunidad. Por fin anoche pude decidir que haría con mi vida ahora que ella ya no estaba aquí.


Edward? Puedo pasar?- escuche la voz de mi madre detrás de la puerta.


-Pasa mamá- conteste roncamente, la garganta aun me dolía.


-Hijo, como te sientes hoy?- pregunto algo preocupada. “espero que hoy este mejor” pensó.


-Muy bien mamá… muchas gracias.- le sonreí como no había hecho en mucho tiempo.


En ese momento me di cuenta de todo el daño que había causado no solo a mi si no a los que me rodeaban y a los que me querían, al momento en que sonreí en los ojos de mi madre pude ver una pequeña luz de esperanza al ver que yo estaba mejorando, había sonreído y no era una sonrisa forzada como las que acostumbraba, si no una sonrisa real y sincera, me sentí culpable y pensé que para poder comenzar mi nueva vida lo primero que tendría que hacer era disculparme con todos aquellos a los que había dañado.


-Mamá, lo siento- le dije mirándola a los ojos.- se que estos últimos meses te preocupe demasiado, perdóname por favor, te juro que a partir de hoy todo se acabo, a partir de hoy comienzo de nuevo y con una gran sonrisa- le volví a sonreír y la abrasé.


-Edward… Oh mi Edward te he extrañado tanto- dijo mi madre entre lágrimas.- me da tanto gusto verte de nuevo así.- “gracias dios mío por haberlo devuelto”


-Y así será a partir de ahora madre, te lo juro.- dije intentando convencerme también a mismo.


Minutos después de la escena con mi madre ella bajo contenta a la cocina a hacerme mi desayuno mientras yo me bañaba, hoy tenía que hacer varias visitas a muchas personas para disculparme, al terminar baje contento a la cocina donde se encontraba mi padre, el cual al igual que mi madre se puso muy contento por verme feliz y me abrazo.


-perdón papá- le dije mientras me abrazaba- ya no volverá a pasar, te lo juro.


-Está bien hijo, está bien, lo bueno es verte ahora así.- comento mientras me daba unas palmadas en la espalda.


Después de desayunar y después de que mi madre me diera unas pastillas para la garganta, tome mi abrigo y salí hacia el patio, el día era hermoso había nieve por todas partes era un paisaje en blanco, un blanco tan hermoso, las copas de los arboles estaban llenas de nieve mezclados con el verde de las hojas le daban al entorno un aspecto de paz, respire profundo, ese olor a humedad era increíblemente delicioso, por primera vez en mucho tiempo veía la belleza de Forks, por primera vez en mucho tiempo me di la oportunidad de tener esperanza.

No tenía ganas de conducir por lo que decidí ir caminando, tenía que visitar a varios compañeros de la escuela por lo que hice una lista mental de quien sería el primero, y comenzaría con Ángela.

-Edward- pregunto una muy sorprendida Ángela al abrir la puerta- que haces aquí? “se sentirá bien?” pensó Ángela confundida


-Ammm… bueno veras- dije mientras me pasaba los dedos de la mano derecha por mis cabellos, estaba nervioso- bueno Ángela hoy me di cuenta de que…-


-Esto… espera mejor no quieres pasar?, esta Ben aquí dentro- dijo haciendo ademan para que entrara. “Esto es demasiado confuso, que está pasando? Acaso estoy soñando? Pero que hace Edward Masen en mi sueño?”


-Oh claro- dije


-Edward?- Ben puso la misma expresión que Ángela. “El Zombie Masen en casa de Ángela?” pensó aun mas sorprendido


-Hola Ben- salude- bueno mi visita será rápida, verán hoy me di cuenta de que les hice de alguna manera mucho daño por haberme alejado de ustedes y por haberme portado de alguna manera grosero, en verdad lo siento y no quisiera que las cosas entre nosotros estuvieran mal así que vine a disculparme.- les sonreí.


-Oh. Edward ya te extrañábamos- se hecho Ángela a mis brazos-tanto tiempo, no es maravilloso Ben, Edward regreso, nuestro amigo ha vuelto.- dijo Ángela contenta mientras Ben me estrechaba la mano y me daba un fuerte abrazo.

”No estoy soñando al fin Edward ha vuelto” la vocecilla interna de Angela hizo eco.


Estuve platicando un poco con ellos dos poniéndome al tanto de su relación y de cómo iba la escuela, sorprendido no saber muchas cosas, ya que desde que ella se había ido yo también había desaparecido del mundo, y me había alejado de todo y todos.


-Bueno creo que ya es hora de retirarme, necesito ir a ver más personas- dije mientras me levantaba del sofá- los veo después de vacaciones chicos.


-Claro Edward, nos vemos hasta entonces.- se despidió Ángela


Al salir de la casa, sentí una gran paz en mi interior algo que no había experimentado en mucho tiempo. Entonces me puse en marcha a casa de Jessica, en mi interior sentí culpa… Jessica había tenido una extraña fijación conmigo y de alguna manera sus pensamientos ya hacia un tiempo me dieron a entender que había roto su corazón.


Al llegar a la puerta de la casa de los Stanley un muy alegre niña me recibió, pensé rápidamente que sería la hermanita de Jessica ya que tenía sus mismo color de cabello y ojos, era como una Jesica en miniatura. Se veía adorable, y en mi interior desee que la niña no siguiera los pasos de su hermana. Me refiero al constante acoso… claro.
-Juliette quien es?- escuche una voz muy parecida a la de Jesica pero un poco más madura desde la parte de adentro de la casa.


-Es un muchacho mamá- contesto la niña. Y uno muy lindo por cierto.


-Que es lo que desea?- pregunto la señora Stanley acercándose a la puerta- puedo ayudarte joven?- pregunto.- “Oh pero si es el hijo del jefe de policía es muy apuesto como dijo Jesica ”


Claro, madre e hijas… son iguales, ya veo de donde lo heredaron.


-Buenos tardes señora Stanley – salude- se encuentra Jessica?


-Oh, claro pasa… enseguida le hablo- contesto dando unos pasos hacia atrás.

- Jesica! te buscan corazón!- grito un poco efusivamente.


>>Enseguida baja, siéntate y ponte cómodo- dijo mientras me dirigía hacia la sala- Dime tu eres novio de mi hija?- “ojala que si porque ese tal Mike no me agrada y no es tan apuesto como este chico”


-No! solo soy un amigo- conteste algo avergonzado.


- Oh, lo siento- balbuceo apenada, en ese momento Jesica apareció bajando las escaleras desanimadamente y con cara de pocos amigos, alzo un poco la vista y sus ojos se agrandaron.


-Edward?- pregunto muy sorprendida “ No me lo puedo creer!! Al fin se dio cuenta de que yo soy la que le conviene”


-Hola Jesica…- salude un poco molesto por su comentario, me pregunte hasta cuando dejaría ella de hacerse ilusiones conmigo.

- Como has estado?


-He tenido mejores días… pero- “Como no voy a estar bien! El está aquí! Jessica no te desmayes, no hagas el ridículo!!!” pensó- y tú? Dime a que se debe tu visita?

-Bueno, veras- comenzaba a ponerme nervioso- mira se que estos últimos días, bueno en realidad meses no me comporte muy bien contigo, ni con los demás y pues quería pedirte una disculpa por cómo te trate antes, quisiera saber si tu…?- deje mi pregunta incompleta… Si le daba la carta libre a Jessica, y le aclaraba que seriamos solo estrictamente amigos ¿ella al fin podría entenderlo?


“vamos Edward, solo dilo” pensó Jesica exaltada y con los ojos fuera de órbita.


-Si tu quieres ser mi amiga?- le di una sonrisa de lado.


-Oh tu amiga… eso es todo?- Pregunto desilusionada “tonta, no creíste que en verdad te preguntaría si querías ser su novia o sí?”


-si Jess, mi amiga… es todo- repetí.


-Oh, claro Eddy, si siempre hemos sido amigos ¿no? tontito- “supongo que tendré que conformarme con eso”.
-Jejeje si…- le di un beso en la mejilla- bueno tengo que irme, dile a tu mamá que me dio mucho gusto conocerla y despídeme de ella


-Claro yo le digo, adiós Edward-se despidió mientras yo salía de su casa, ahora solo me quedaba una persona a la que tenía que ir a ver hoy mismo, Leah. Rayos ayer me había comportado como un patán.


La reserva estaba algo lejos y tenía que atravesar parte del bosque, el solo pensar lo largo del camino hacia que mis pies doliesen… pero no quería ir por mi auto a casa, Vamos Edward, caminar te serviría para pensar y aun es de día como para que algún vampiro desquiciado quisiera matarte, me dije a mi mismo así que comencé el camino hacia la casa de mi mejor amiga.


Mientras caminaba y observaba el antes verde follaje cubierto de nieve… recordé…

Cada beso, cada caricia, cada toque cargado de inocencia, de amor, de placer… cada mirada tierna, dulce, y a veces cargada de lujuria que había compartido con Isabella Marie Cullen era real, aunque tratara de olvidar, me di cuenta de que era como pedirles peras al olmo.

Pero también me di cuenta de que ella no iba a regresar, que no iba a volver para decirme te amo, si es que alguna vez en verdad lo hizo, ella se había ido y que cada instante que pase junto a Bella se había quedado solo en mi cabeza y en mi corazón, como un simple recuerdo, recuerdos que dolían, pero que eran la prueba de que ella había existido y que había estado conmigo, aunque me doliera tenía que recordarla, para saber que algún día ella fue mía, era masoquista, lo sabía, pero si no podía tenerla, ¿porque no recordarla?.

Lo único que tenía que hacer era lograr que su recuerdo no me afectara de nuevo, que cada vez que escuchara su nombre mi corazón no se rompiera en dos, que cada vez que recordara sus ojos y la manera en que me miraba, no quisiera desaparecer del mundo, que cuando recordara sus besos las lagrimas traicioneras no escaparan de mis ojos como lo hacían en este momento y que cada vez que recordara que ella iba a convertirse en mi esposa no quisiera morirme como quería hacerlo ahora.

Tenía que resignarme a que ella me había dejado, a que no me amaba y a que yo no volvería a permitir que su recuerdo me afectara tanto.

Cada paso que daba me adentraba más en el bosque, las pequeñas lagrimas que se habían logrado escapar de mis ojos, nublaron mi vista y tropecé con alguna piedra, logre sostenerme de algo y no caí. Una gota de sal callo junto a la comisura de mis labios y la saboree con mi lengua, la sal combinada con agua y mi tristeza hizo que la lagrimas me supiera a dolor.

Un pequeño charco de nieve derretida vislumbro la silueta difusa de alguien, voltee rápidamente en dirección de los abetos cubiertos de nieve y no logre ver nada, todo lucia apacible. Al menos para la vista humana.

Con algo de temor me puse en camino nuevamente, mientras más caminaba la sensación de que alguien me observaba se volvía mas latente al punto de comenzar a volverme paranoico, comencé a mirar por todos lados para ver si iba por el lugar correcto y de lado izquierdo muy lejos de mi pude distinguir la silueta de una mujer, no era del todo visible pero las suaves curvas eran una de sus características, al igual que un leve tono fresa, me quede congelado mirándola, estaba demasiado lejos para distinguirla del todo claramente de repente escuche como una rama caída de algún árbol cerca de aquí se rompía, como si alguien la hubiera pisado, rápidamente me gire en sentido contrario de donde había salido el sonido y pude ver como los arbustos que se encontraban detrás de mi comenzaban a moverse y de entre ellos salía Jacob Black.
-Masen- dijo en tono hostil- que haces aquí y solo? No te han dicho que el bosque es un lugar peligroso para los niños… Puede que el lobo feroz quiera comerte, o algo por el estilo.- El tono maquiavélico de su voz me dio algo de escalofríos.


- Iba a casa de Leah- conteste un tanto aliviado por que fue él quien salió de los arbustos. Aunque su comentario acerca de mi siendo un niño… como que no me gusto para nada.

-Ammm y bueno, por si no lo sabes no soy un niño, Black… no te refieras a mí en ese contexto.


-Oh… Mis disculpas entonces, pero… no tuviste suficiente con lo que te paso la vez pasada y anoche, que todavía vienes caminando por el bosque como si nada?- dijo con tono arrogante- De verdad estás loco


- Si… bueno Jacob, también me di gusto verte adiós- dije enojando pasando a su lado para marcharme


“Estúpido Edward, cree que aun su estúpida chupasangre va a venir a salvarlo, no entiende los peligros que hay en el bosque, es un niño, Tengo que informarle a los de la manada acerca de….”


-Ya te dije ¡No soy un niño! Estúpido chucho- sisee enojado, tal vez si aquel comentario no me hubiera enfadado tanto, tal vez hubiera podido escuchar el resto de sus pensamientos… pero bueno.


-Que dijiste?- pregunto enfadado. Chucho?!? Se atrevió a decirme Chucho?? A mí?? Ashh Si Leah y su extraña fijación por este imbécil cara pálida no estuvieran de por medio… cálmate Jake… Cálmate… No quieres entrar en fase de nuevo… Cálmate... Sam se va a enfurecer si lo hago.


-Nada que no sea cierto- conteste enojado- Adiós Black.


-Solo una cosa más Masen, si tu llegas a lastimar a Leah como lo hiciste anoche, te juro que te arrepientes me escuchaste?- dijo mirándome con los ojos inyectados de ira “Leah… las cosas que hago por ti”

-Si… la buscas está en la playa-me dijo mientras se volteaba y seguía su camino, lo vi desaparecer entre los árboles.

Al recordar lo que estaba mirando antes de que Black llegara me gire para ver si ella aun seguía ahí pero me di cuenta de que la silueta se había marchado y que la sensación de ser observado se había ido cuando Jacob apareció. Al salir del bosque y dirigirme a la playa pensé en la mujer de anoche y en la de hace un momento, nunca pude verla bien, anoche estaba demasiado oscuro y hoy demasiado lejos para distinguirla.

Me convencí a mi mismo de que solo era una mala jugada de mi cabeza y seguí mi paso ya que ahora no quería tomarle mucha importancia… quizás luego con más tranquilidad podría emprender la búsqueda de “La mujer misteriosa”


Al llegar a la playa comencé a buscar a Leah, hasta que la encontré, estaba sentada en un tronco junto a la orilla del mar, llevaba puesta una delgada sudadera amarilla con el gorro puesto… se veía distraída.


-Leah…!- grite para llamar su atención, aunque con sus nuevos supersentidos ella de seguro me había oído llegar mucho antes, Leah levanto su rostro y sonrió, yo me detuve y alcé mi mano para saludarla, ella me correspondió con una sonrisa más grande y reanude mi paso hacia ella, ahora con una sonrisa igual de grande que la de ella, tan solo haberla visto sonreír había logrado que los rastros de las lagrimas que derrame hace unos momentos se alejaran y volviera a mí la sonrisa que había en la mañana.


-Lee Lee- salude al llegar junto a ella.


-Edward- sonrió de vuelta- que haces aquí?- “como supo que estaba aquí?”


-Jacob me lo dijo- conteste a su pensamiento, y bueno… también para meter en líos a Jacob.


-Jacob?, lo fuiste a ver?- pregunto sorprendida.


- No me lo encontré en el bosque… mientras iba de camino hacia tu casa- respondí mirando hacia mis pies.


-Qué?!- grito, lo que hizo que yo alzara la vista y mirara su cara de horror.


-Que te pasa? Me asustas Clearwater- pregunte alarmado.


-Edward Anthony Masen Dwyer, tu quieres morir o que te pasa? Como se te ocurre caminar por el bosque?- pregunto alterada Es un estúpido, desconsiderado, idiota!”


-Tranquila- respondí al ver su cara asustada, no pude retener la pequeña risilla que se me escapo al oír lo que pensaba- No me paso nada, solo quería pensar un poco mientras venia a verte… No quise traer el monovolumen… quería caminar un poco- respondí


-Claro, tú estás loco- dijo un poco enfadada “Por qué tiene que poner esa malditamente dulce expresión cuando habla…. No puedo estar enfadada con el…”


-Vaya… contigo ya son dos- dije pensando en que Jacob había dicho lo mismo hace unos minutos, comenzaba a creer que tal vez tenían razón. Bueno después de todo el escuchar los pensamientos no era algo de personas cuerdas…


-Que dices?- pregunto confundida


-Nada olvídalo, yo me entiendo- respondí


-Edward que a caso ya se te olvido lo que te paso la última vez que saliste a caminar solo por el bosque?- se le quebró la voz en la última palabra.


-Leah, lo recuerdo, pero ya estoy bien, ya estoy aquí- le dije con una sonrisa


-Algún día me mataras de un susto- volvió a mirar hacia la nada.
“Estúpido” pensó.


-Gracias… si soy un gran estúpido- dije ofendido


-Lo eres- contesto molesta. Se volteo dándome la espalda mirando hacia el mar grisáceo.


-Leah, está bien. Lo siento- le dije poniendo una de mis manos en sus tensos hombros.


-Ya olvídalo- dijo con indiferencia.


-No, no Leah, en verdad lo siento- le dije lo más sincero que mi corazón podía ser.- Por favor mírame- le pedí para que volteara a verme, pero en sus ojos vi algo que hizo que en mi pecho se abriera una nueva herida, vi correr una lagrimas por sus mejillas y vi dolor mucho dolor…

- Oh, Leah- la abrase- Lo lamento tanto, soy un idiota perdóname, te lo suplico, perdóname- le dije mientras los dos sollozábamos.


- Porque Edward? Dime porque?, que te dio ella? Que te dijo… para que tú la amaras tanto? Que hizo para ganarse tu corazón? Dime, por favor dímelo, quiero saberlo, porque yo ya me canse de luchar, estoy cansada, ya no soporto mas Edward, dime que tengo que hacer? Para que puedas amarme a mi también?- para ese momento sus sollozos se habían convertido en gemidos de dolor, sus brazos me rodearon y sus manos se posaron en mi espalda estrechándome fuertemente, sin infringirme dolor. Me di cuenta de que unas leves gotas de lluvia habían comenzado a caer, silenciosamente mojando nuestras ropas casi imperceptiblemente.


-Leah- dije apartándome de su agarre-Mírame, por favor.

Leah alzo el rostro un poco, sus ojos rojos de tanto llorar.

-Lee… Yo te amo.

-Mentira… tu no me amas… solo me ves como una amiga.

-No… yo he llegado a quererte mucho Leah, a preocuparme por ti, a verte de una manera diferente desde hace ya mucho. -Confesé lo que desde hace mucho tiempo me había intentado negar a mí mismo.


- Pero tu amor por ella es aun mas grande, y mientras ella sigua aquí- señalo mi corazón con su pequeño dedo índice- tu no podrás amarme a mí como yo te amo a ti- sollozo de nuevo.
“Dime que tengo que hacer para sacarla de tu corazón?” pensó


-Ayúdame a olvidarla, Ayúdame a sacarla de ahí, bórrala Leah, por favor, sé que estoy siendo egoísta, pero no me dejes, no ahora, te lo suplico ayúdame- solloce con ella- tu eres mi única esperanza… no… no te des por vencida… no me dejes, Te necesito.


-Como quieres que luche con algo mucho más fuerte que yo?- pregunto mirándome a los ojos- como quieres que luche por ti en una guerra que se que ella ya la tiene ganada, como quieres que luche por ti si tu no pones de tu parte?- una nueva lagrima cayó por su rostro-como pelear si tú no quieres que lo haga?- volvió a bajar la mirada.


-Hazlo por favor, hazlo- libere mi brazo para sostenerle el mentón con la mano y levante su rostro para obligarla a mirarme de nuevo- ayúdame.
Suspiro.
Nos miramos el uno al otro durante mucho tiempo, su mano que estaba sobre mi brazo ardía aun sobre la gruesa chaqueta que traía puesta, sabía que en mi rostro no había otra cosa más que dolor y tristeza, y al principio su rostro fue el reflejo del mío, pero luego sin que ninguno de los dos desviara la mirada, su rostro cambio, en el vi un rayo de esperanza.


Me soltó y alzó su mano para acariciar mi mejilla con la yema de sus dedos, note el temblor de estos debido al nerviosismo.


-Edward- susurro con un rastro de pasión.


Me quede helado. Petrificado era la palabra.


¿Qué estaba haciendo? No sabía si será capaz de hacerlo y ahora no tenía tiempo de pensar, pero hubiera sido un idiota, si hubiera pensado que un rechazo en este momento no iba a tener consecuencias.


¿Y si la estaba traicionando? ¿Pero a quien? ¿A Bella?

Ella se marcho… fue egoísta, se lo tu también, ella se lo merece. La parte más oscura de mi pensó.

No lo hagas… tienes que parar esto, no solo por que no quieras perderla vas a llenarla de falsas ilusiones… la parte más racional me dijo.

Pero me merezco una oportunidad… Leah se lo merece también. Aquella fue mi última decisión.

Bloquee todas mis dudas, todos mis “pros” y todos mis “contras”, clave la mirada en sus ojos, el marrón oscuro, casi negro casi lleno mis pensamientos… casi.

La amaba? Si… ¿Estaba enamorado? No… ¿Podría llegar a amarla? Tal vez algún día ¿La llegaría a amar más a que a Isabella? Imposible. Pero tenía este instante, si obligaba a mi tonta cabeza a aceptar que Leah Clearwater en algún futuro podría convertirse en alguien más especial de lo que ya mismo era.

¿Por qué no amar al que te ama? Si que a la que tú amas… simplemente no te quiere. No sería mejor brindarle lo mejor de ti a la persona que se interesa, que se preocupa por ti…


Sin apartar sus ojos de los míos comenzó a inclinarse hacia mí, el silencio invadió por un momento el espacio, sus parpados comenzaron a cerrarse, trague y sentí que mi respiración se detenía por un segundo, torpemente comencé a cerrar mis parpados, lentamente, casi en cámara lenta sus cálidos labios tocaron los míos…


Sin prisa


Despacio


Nuestros alientos se mezclaron creando un sabor nuevo, algo que sabía bien, se sentía bien pero que a la misma vez estaba completamente mal, cerré los ojos con fuerza, casi causándome dolor y la estreche entre mis brazos y ella respondió rodeando mi cuello con sus brazos, el beso fue tierno… lindo, todos los primeros besos son así ¿no?, pero no pude evitar pensar en ella… en Isabella Marie Cullen, siempre ella, con ella sentía que podía tocar el cielo con las manos, cuando Bella me besaba yo estaba en el paraíso, en mi cielo personal, con ella nada estaba mal; todo parecía irreal. Bese con un poco mas de pasión a Leah, estrechándola un poco más fuerte, un poco mas cerca… pero sin romper la pequeña barrera de la Inocencia y la lujuria. No podía… aunque quisiera. Con Bella aquello era prácticamente imposible, ella siempre me hacia desear mas, me hacia desear todo… despertaba emociones que yo sentía que era inigualables.

Me reprendí a mi mismo por pensar en ese momento en Bella, no podía hacerle eso a Leah, ella no se merecía eso…deje que el beso siguiera fluyendo, pensé en nuestro beso y todo lentamente fue calmándose, con pequeños besos de mariposa Lee Lee se separo de mi, aun con los ojos cerrados y una expresión de felicidad


“Fue como estar en el cielo” pensó seguido de un gran suspiro, abrió lentamente sus oscuros ojos y me miro. Busque entre sus ojos mi reflejo, cuando lo encontré mi corazón latió un poco más rápido de lo normal, pero sin llegar a hiperventilar.


-Ayúdame a olvidar Lee, te quiero-susurre quitándole la capucha de su sudadera amarilla y depositando un beso en su frente.

-Te amo Eddie.



Continuara…

Si , ESTE ES EL FINAL de SOLSTICIO aun falta el epilogo, pero este es el ultimo capitulo, no se si llorar, reir, cantar... lo qe si se esqe tengo qe darles las gracias a nombre de Rose (mi hermanitha, socia, mejor amiga cibernethica) Y miO por haber seguido la historia por haber hecho qe llegara tan lejos, porqe creanme qe sin ustedes nosotras, no hubiramos podido seguir, muchas gracias por hacer de esta historia algo grande & aun no puedo creer qe termino, apenas lo estoy asimilando & creoo qee me costara un poco de tiempo.! MUCHAS GRACIAS a tod@s y espero qe no nos avandonen aun porqe pues aunqe solsticio acabo aun sigue la historia en MEDIA NOCHE, espero qe nos acompañes ahi tambien & en varios proyectos qe aun tenemos en mente. las QEREMOS..!


MIL GRACIAS <3


MEDIA NOCHE... PROXIMAMENTE




AttO: ROSE & BRIZA

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